Saludos, queridos lectores. Terminamos hoy un largo camino. Varios realmente. Llegamos al tomo final de Las Torres de Bois-Mauri. Tres tomos para nosotros. Diez años para Hermann.

Y toda una vida para el caballero Aymar.

Llegamos con este tercer integral al final del primer ciclo de la serie.  Cuatro tomos (7,8,9 y 10) que finalizan la búsqueda de su herencia por parte del protagonista. Sin destriparos nada, os diré que iremos dejando atrás Europa para ir a Tierra Santa.

¿Por qué? Por mantener cristianos los Santos Lugares. Por hacernos un nombre. Por fortuna. Por fanatismo…

Hermann nos ofrece una serie de tramas relacionadas con la historia principal q e nos permitirán explorar, sin idealismos, las diferentes facetas realistas de esta época.

Podremos, por ejemplo, ver en un par de viñetas que nuestro protagonista está aprendiendo griego… pero que es un griego diferente al que realmente se habla allá donde vá.

Hay algo que me ronda en la mente, queridos lectores. Sin datos ni documentos, me da la sensación de que el autor sabe, a estas alturas de la seire, que tiene lectores fieles. Y editores confiados. No necesitamos ya resolverlo todo en un tomo. Podemos dejar cabos sueltos,cosas a medias, lineas sin desarrollar. Ya les llegará el momento. Nuestros editores, nuestros lectores; lo saben, comprender y aceptan.

Y eso enriquece la historia general.

Como hasta ahora, tendremos una visión descarnada y creible de la asquerosa realidad de la época.  Nada de limpieza o pureza en las razones de los personajes. Hay, no os lo negaré, algunas reacciones que nos parecerán extrañas. O al menos me lo han parecido a mí, queridos lectores. Nada que nos saque de la historia, pero si cosas que nos hacen pensar que esta gente piensa muy raro…

Otra época, otra cultura, otros valores.

Os he mencionado un poco más arriba que se ha creado una complicidad entre el autor y los lectores. Eso implica que el ritmo de estas historias sea “raro”. ¿En qué sentido? Parece que las elipsis son lo que nos hacen avanzar. Pero aún así no notaremos nada raro ni extraño.

Son viajes medievales y son lentos…

El dibujo y el color continúan siendo una preciosidad. Los contrastes entre luz y sombra, sobre todo. Y la ausencia de claridad en las escenas nocturnas, tan realista.

Obra de Pahek.

Y esa claridad que duele a los ojos. Ese sol de Poniente que casi nos quema desde las viñetas…

Me gustan sobre todo los detalles insignificantes. ¿A qué me refiero? A esas escenas a medio camino entre lo costumbrista y lo puramente “de fondo”. Escenas que no parecen importantes pero que son lo más normal del mundo para los personajes.

¿Hemos terminado la historia con este tomo? Quién sabe. Por un lado, es el tercer tomo de los tres que la editorial anunció. Pero por otro lado, el siguiente arco argumental tiene un nombre diferente (Bois-Maury a secas, sin el “Torres de”), así que no descarto que lo saquen en un integral. Total, son cinco tomos europeos, ideal para un tomo integral de estas características.

Tenemos pues, el recopilatorio de una de esas series imprescindibles en la colección de cualquier lector amante del cómic europeo.  Aprovecho esta última reseña para lloriquear acerca de las portadas de la serie. En vez de poner a todo tamaño alguna de las preciosas ilustraciones del autor se ha preferido el formato de varias bandas horizontales. Supongo que la idea era darle un aspecto más moderno, más actual; pero teniendo las preciosas ilustraciones del autor a mano…

Y hablando de ilustraciones, tenemos las portadas de los tomos originales. Van donde les toca, repartidas a lo largo del recopilatorio. Y al final tenemos tres ilustraciones a página completas y varios bocetos.

Y, repito, quedo esperando la continuación con los otros tomos de la serie.

La traducción la ha realizado Albert Agut Iglesias.

¿Por qué leer Las Torres de Bois-Mauri Integral 3?

Una visión realista e histórica de la época. Un dibujo más realista de lo que aparenta a primera vista.

¿Por qué no leer Las Torres de Bois-Mauri Integral 3?

Buscas aventuras épicas y gloriosas. Quieres héroes.