Saludos de nuevo, mis apreciados lectores. Es posible que hayáis notado que ultimamente han aparecido aquí, en esta Casa de Té que compartimos, reseñas de cosas que no son manga. Esto se debe a que no he empezado demasiadas series nuevas. Pero esto cambia hoy.

Hoy tenemos los Relatos de Sabu e Ichi, de Shōtarō Ishinomori.

Lo definiré en una frase así como de reseñador de los que cobran :-).

Es una historia de Kazuo Koike escondida bajo el dibujo de Osamu Tezuka.

Ahhhh; de rodillas todos, Lamastelle-san ha mencionado a los Dioses…

Esta novedad en España  es un cómic de 1968. Y entra directamente en nuestras bibliotecas como el clásico que es. Esperemos que este primer tomo sea el preludio de los 17 que salieron en Japón.

¿Y de qué va esta obra?

Japón Era Edo, policias, masajista ciego, joven policia enamorado de la hija de su comisario, delincuencia…Nada nuevo, todos elementos clásicos. Pero nos gustan los clásicos, ¿verdad?

Reconozco que el primer tomo no es exactamente lo que pensaba. En vez de la relación entre un maestro y su discípulo, tenemos la relación de dos amigos. No son exactamente una “pareja” senpai-kohai, sino más parecido a la relación de dos policias ( uno veterano, el otro su nuevo compañero aunque no un novato ).

Aún así, me ha encantado.

El guión puede ser duro. Las diferentes historias nos narran aquello a lo que un policia se enfrenta. Hay muertes, hay muertos, hay delincuencia. Los personajes viven y mueren sus vidas sin concesiones al lector. Esto, a veces, nos muestra a personajes de los que pensamos que son, básicamente, idiotas.

Me explico. Hay un par de historias que terminan tan mal como pensamos, con los personajes haciendo cosas que ( si no tienes la mentalidad de un samurai ) te parecen estupideces. La vida es dura y no siempre tiene lógica, amigos lectores.

El dibujo puede engañarnos. En un vistazo rápido en la tienda podemos decir: Pero si esto es para niños. Parece Astroboy. Craso error. Bueno, el autor trabajó con Tezuka. Ah, e hizo otras cosillas como crear el género de los Power Rangers. Ya veis, minucias :-).

Ishinomori lo mismo nos dibuja un personaje como una caricatura como se desmelena con una composición de páginas que haría que Kojima-san pidiera permiso para tomar notas y bocetos. Ya veis que no uso precisamente ejemplos banales.

Por mucho menos hay reseñadores que se han hecho el Yubitsume ;-).

Lo único que le encuentro como defecto es la edición. Es muy delicada, en dos sentidos. Delicada de poderse estropear con facilidad y delicada de haber sido pensada para adaptarse a la obra que adorna y protege. En mi caso, la portada muestra una pérdida de color bajo la sobrecubierta. Esto estropea el efecto buscado de portada japonesa clásica, estilizada y minimalista.

¿Por qué leer Relatos de…?

Precioso dibujo. buen guión. Te gustan las historias de policias. Te gustan las historias del final de la Era Edo.

¿Por qué no leer Relatos de…?

No buscan manga “histórico”. ni realista. El dibujo puede parecer anticuado. La colección completa puede ser algo cara ( y tardan. A tomo mensual, si salen los 17 son año y medio ).