Cuando alguna editorial se lanza a publicar en castellano un material que llevaba décadas sin ver la luz en nuestro mercado, es inevitable pensar “por algo será”. Habitualmente, se da esta circunstancia cuando hay algún estreno cinematográfico relacionado con el cómic en cuestión o alguno de sus personajes. Y ese “por algo será” cruzó mi cabeza cuando me enteré de que, treinta y dos años después de su publicación original, Dolmen se decidía a editar Breathtaker, traducido aquí como Irresistible. Pero claro, el dibujo es de Marc Hempel, un autor por el que siento una cierta debilidad, así que me lancé a por él aún con las expectativas más bien bajas. Cuál sería mi sorpresa al encontrarme con que, no sólo estaba totalmente equivocado con mi recelo, sino que además Irresistible es uno de los mejores cómics con los que me he encontrado en lo que llevamos de año.

Irresistible es la historia de una mujer, Chase Darrow, que tiene la búsqueda del amor  como obsesión personal inalcanzable. Cual Sísifo vampírico, siempre está a su alcance, pero cada vez que lo encuentra y se abre a la otra persona, entra en juego su superpoder y su maldición: los hombres con los que intima no pueden resistirse a ella, pero el contacto con ella les drena de su fuerza vital. Chase es un súcubo, pero no por ello es una persona malvada. Ella quiere amar, y quiere poder entregarse sin miedo a su amado, pero precisamente por el amor que siente retrae sus emociones.

Pero no sólo tenemos aquí a Chase. Si ella es un súcubo, un ente que chupa la energía de sus víctimas, su antagonista tiene que ser un héroe. Un superhéroe, en esta historia ambientada en el mundo contemporáneo. Y de la misma forma que el súcubo que protagoniza la historia no es una villana, toca que el héroe de turno no sea precisamente buena gente. Y en ese papel tenemos al Puto Amo (traducción bastante libre de The Man, con sus siglas TM -marca registrada- en todas sus corbatas). Un superhéroe corporativo violento, proto noventero, que mata gente  por minucias, lo cual es visto como una aberración por los personajes que representan el mundo real en esta obra.

Aunque el personaje protagonista sea Chase, y es la parte más emocional de la historia, es el Puto Amo el que, visto con perspectiva, resulta más interesante. En un cómic publicado en 1990 ya se nos muestra a los superhéroes como fantasías de poder de masculinidad tóxica, como personajes perturbados que serían totalmente disfuncionales en un mundo que no esté escrito específicamente para ellos. Lo que hizo Garth Ennis con el Patriota en The Boys ya lo habían planteado abiertamente Wheatley y Hempel dieciséis años antes. Quizás no sea la primera obra en la que se plantea esta idea. Algo de esto ya hay en las inmortales Watchmen o Dark Knight, y con un tono más cercano a lo que vemos aquí en Marshal Law, pero en este volumen la bilis queda equilibrada con la idea de que el machismo inherente en la sociedad convierte, en cierto modo, a los hombres también en víctimas de su propio control. Vamos, lo de los chicos no lloran y todo eso.

Y si el guion de Mark Wheatley es toda una delicia, con dobles lecturas, metáforas y reflexiones sobre el medio, el dibujo de Marc Hempel no se queda atrás, pese a que puede no ser plato de gusto de todo el mundo. Su estilo casi expresionista tiene momentos llenos de fuerza, de agresividad visceral en el trazo -los del Puto Amo- y otros sutiles, elegantes, dulces. Los que conozcan su trabajo previo de obras como Sandman o Gregory, ya saben lo que esperarse. Al lector que fuera encandilado por este artista en las mencionadas obras le encantará Irresistible, y los que no pudieran con él -me consta que hay gente que lo piensa- tampoco lo harán aquí.

El camino que nos ha llevado hasta esta edición ha sido largo y complicado. La serie fue publicada originalmente por DC en formato de cuatro tomos en formato Prestigio en 1990, menos de tres años antes del debut del sello Vertigo en el mercado americano. Irresistible es una de esas series que se adelantaban a la llegada de un cambio, de la misma forma que lo hicieron series regulares como Sandman, Doom Patrol o Animal Man. Tanto es así, que en 1994 la serie fue recopilada en un volumen en tapa blanda y ya apareció con el logo de Vertigo en la portada.

Tiempo después, los autores, tras ciertas desavenencias con la editorial, se llevaron la obra buscando pastos más verdes. En 2013 lanzaron un crowdfunding en la plataforma Indiegogo para una edición remasterizada de la obra. Inexplicablemente, la iniciativa fracasó, quedándose en un escaso 17% de su objetivo. Ya en marzo de 2020, Titan Books lanzó la esperada edición, restaurada y ampliada, cuya traducción tenemos entre manos.

Además de la serie ya publicada en 1990, con ciertas variaciones sobre el color original, tenemos una muy completa sección de extras, entre los que podemos destacar sendos textos de guionista y dibujante sobre la obra en cuestión, bocetos de diseños de personajes, fragmentos del guión, páginas a lápiz, la escena que los autores presentaron a DC como propuesta, y el cómic ficticio Abran paso al Puto Amo nº138, un cómic que se puede ver en varias escenas de la obra.

Amor, muerte, sexo y poder son las cuatro palabras que se pueden leer en la portada de esta obra, y son cuatro de los conceptos más importantes argumentalmente que nos encontraremos en ella. Pero hay más, mucho más. Irresistible es un cómic en el que se aprecia el espíritu de un tiempo en el que se quería cambiar el medio, con potentes ideas aquí y allá, pero también con sutiles momentos que invitan a la reflexión. Doscientas cincuenta y seis páginas que son una joya cada una de ellas.