Que una editorial, todavía modesta, como Moztros haya publicado ya tres ediciones diferentes de la obra que hoy nos ocupa dice mucho de cómo debe estar funcionando. Sweet Paprika, la obra erótica de la italiana Mirka Andolfo, ha sido publicada en tres tomos a color tamaño cómic americano, en otra edición ultra limitada que incluía además, unos tomos más pequeños de tamaño pero con la edición Hot Paprika, en blanco y negro con tramas y detalles a color, pero sin ningún tipo de censura de las escenas sexuales, y por último nos llega ahora Hot Paprika Integral, una edición que recoge los tres libros de la serie en un solo tomo rústica de tamaño 15×20 cm y con la edición Hot, esto es, sin censura.

¿Y qué nos cuenta la serie y por qué ha tenido tanto éxito? Pues bien, creo que son bastantes los factores que justifican lo bien que está funcionando. En primer lugar, porque tiene ese estilo a medio camino entre el cómic europeo y el manga, aunque creo que se aproxima más al tipo de obra que se lee en Japón, tanto por el tono como por el dinamismo y la hipérbole a la hora de mostrar las expresiones de los personajes. Pero me ha sorprendido mucho averiguar que la obra es mucho más profunda de lo que aparenta. Cuando uno comienza a leer esta historia en la que una joven editora negocia la adaptación cinematográfica de uno de sus mayores éxitos editoriales, y ve esas escenas en las que un repartidor cachas tiene embelesado a toda la sección femenina de la editorial, rifándose a quién se lleva a la cama, uno puede pensar que se trata de una obra para adolescentes de efervescentes hormonas que quieren echarse unas buenas risas. Y no andaría demasiado desencaminado. Pero lo más destacable de la obra es ver cómo esa cucharada que nos ofrecen de historia ligera cochinota, antes ha pasado por el plato de la crítica social y de la importancia de una sexualidad sin represiones. Y entra sin que nos demos cuenta hasta que ya hemos terminado casi de comer…

Otro de los factores que hacen que la obra funcione como lo ha hecho es el tono tan desenfadado que tiene. Ahí es donde destaca ese acercamiento al manga al que me refería antes, puesto que además de algunos personajes super estereotipados (que luego no lo son tanto), la historia va derivando a algo que se aproxima y mucho a la típica comedia romántica americana que alcanzó su cima en los años 90, aunque con un toque algo más «hot» puesto que todo gira en torno a cómo Paprika, la protagonista, utilizará al repartidor cachas y picaflor de su editorial para ir liberándose de alguna de sus represiones sexuales, con objeto de que cuando consiga tener una relación con el enlace de la productora de cine que va a llevar a la pantalla ese trasunto de 50 sombras de Grey que es ¡Un poco de picante!, no quede como una mojigata.

Pero como digo, lo más sorprendente es el mensaje tan interesante que se esconde tras esa fachada tan «frívola», porque transmite una moraleja que creo fundamental en el público al que va dirigido esta obra de sexualidad sana, en la que una represión excesiva puede llevar a problemas en la edad adulta. Igualmente deja un poso de evitar los prejuicios y conocer bien a las personas antes de tomar una decisión sobre ellas, y de cómo huir de personas tóxicas que se aprovechan de nuestras inseguridades en su propio beneficio, sea por simple poder sobre esa persona como por aprovecharse de otros modos, como se descubre hacia el final de la obra.

El dibujo de Mirka Andolfo es, probablemente, lo primero que hace que nos fijemos en una obra como esta, pues tiene ese toque cartoon, muy influenciado por el cómic japonés, con expresiones exageradas y mucho dinamismo. En esta edición encontramos la obra en blanco y negro con tramas florales en rosa, así como otros detalles del mismo color.

En definitiva, Hot Paprika Integral es una edición en blanco y negro, a tamaño más reducido y sin censura de la serie Sweet Paprika. En ella vamos a encontrar una historia que podría ser la típica película de Julia Roberts o Meg Ryan de principios de los 90… de no ser porque la manera que tiene de conseguir al chico que le guste es teniendo sesiones de sexo salvaje con el co-protagonista de la película. Una historia de corte erótico pero que esconde tras esa fachada más ligera mucha más intensidad de la que parece, y habla sobre relaciones tóxicas, represión en la educación sexual y el egoísmo de ciertas personas sin escrúpulos. Con un dibujo muy agradable y divertido estamos ante un cómic que puede sorprender al lector ocasional que se acerque esperando una mera lectura de escape.

Lo mejor: Lo que esconde tras esa premisa engañosamente tontorrona. La plasticidad del dibujo de Andolfo. Edición muy ajustada de precio.

Lo peor: Si lees solo las primeras páginas y no le das una oportunidad, puede parecer una historia para adolescentes que buscan una historia picante.