Si uno piensa en las obras de Richard Corben en Vertigo, las dos primeras que vienen a la cabeza son sus números en Hellblazer con Brian Azzarello y, quizás, La Casa En El Confín De La Tierra. Más allá de estas dos obras, no es que se haya prodigado en exceso en este sello. Aún así, hay un buen puñado de páginas suyas muy defendibles, siendo algo más que meros trabajos alimenticios. Por ello, aunque sea un autor de renombre y reconocido prestigio, no pude sino arquear una ceja, con extrañeza e interés a partes iguales, cuando me enteré que ECC editaba un volumen de la serie Grandes Autores de Vertigo dedicado al misuriano. Interés, porque Corben siempre me ha resultado profundamente atrayente. Y extrañeza, porque ni Corben ha sido un autor definitorio en la historia de Vertigo -como si ocurre con Dave McKean, al que la editorial ya ha dedicado un volumen análogo- ni sus obras en esta parcela editorial se encuentran entre las más importantes de su carrera.

Lo primero al encontrarse ante un volumen antológico de estas características siempre es ir al índice. A ver qué es lo que incluye. Y la sorpresa es mayúscula. No aparece por ningún lado ni siquiera una muestra de Hellblazer. No es de extrañar, teniendo en cuenta que ahora mismo ECC está reeditando la serie completa en masivos volúmenes y que el caprichoso lector medio habría puesto el grito en el cielo si se hubiera editado material duplicado. Pero al menos alguna de las portadas -o incluso todas ellas, que solo fueron cinco- habría sido de agradecer. Tampoco sorprende la ausencia de La Casa En El Confín De La Tierra, que ya tuvo su propia edición un año y poco antes y habría subido de doscientas a trescientas el número de páginas del tomo. En cambio, sí se incluyen varias historias que, aun habiendo sido editadas por otros sellos de DC, ni siquiera pertenecen a Vertigo, como son el Masks de Wildstorm, una historia corta del curioso experimento Just Imagine Stan Lee Creating The DC Universe (que, si no estoy confundido, aún sigue inédito por estos lares), un número del Men Of War de los Nuevos 52 o el número 2 completo de la serie antológica Solo. Matizado esto, y siendo conscientes de que el tomo realmente es “Recopilación de historias cortas firmadas por Richard Corben y editadas por DC y Vertigo”, vamos a ver qué nos encontramos.

Empezamos con una selección de historias cortas, de entre 6 y 10 páginas, extraídas de unas series limitadas temáticas que editó Vertigo a finales de los 90. Están representadas aquí Weird War Tales (bélica), Gangland (crimen), Heartthrobs (romántica), Strange Adventures (ciencia ficción) y Flinch (terror, siendo ésta quizás la mejor de todas ellas y una serie regular que duró 16 números). Seguro que ya conoces el esquema. Temática básica con una vuelta de tuerca y un giro argumental sorprendente, microrrelatos en cómic. Nos encontramos aquí con una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial con toques lovecraftianos, un romance interespecies en el espacio… O la ya dos veces publicada previamente Chica Lobo, en la que vemos una de las constantes en la obra de Corben, mujeres rollizas y de pecho generoso.

En La Calle es un complemento de cuatro páginas a la reinvención de Sandman que hizo Stan Lee. Una recreación de la Harbinger de Crisis en Tierras Infinitas. Una curiosidad, sin más, que extraída del total de la serie queda bastante descontextualizada.

Los números de La Cosa del Pantano son una notable rareza. Pertenecen al volumen 4 de la serie, cuyo dibujante principal fue Enrique Breccia, y son los números 7 y 8 (un fill-in con guión de Will Pfeifer, nunca reeditado en TPB por DC) y 20 (con guión de Joshua Dysart, el último que fue recopilado de esta serie, que llegó hasta el número 29). En esa época no especialmente memorable, Alec Holland y Swampy eran dos entes separados. En la primera historia, una criptozoólogo va en busca de la legendaria Cosa del Pantano en los pantanos de Louisiana. En la segunda, Swampy envía su consciencia a reinos cada vez más pequeños. Curiosos ambos números, pero sin grandes desarrollos ni trascendencia posterior.

Masks: Too Hot For TV fue un especial de Wildstorm sobre la monotonía de la vida del superhéroe. Se suponía que tenía que ser algo así como Cops con los policías. Esta historia es un reality en que un superhéroe en activo va a detener a otro venido a menos y bastante casposo. Tiene bastante mala baba.

De todas las historias incluídas en este tomo, quizás las más conocidas sean las cinco del especial Solo, publicado como tebeo de grapa en 2006 por Planeta DeAgostini, siendo la segunda de ellas, Cíclopes, la más destacable de todas por su aspecto gráfico, que es una muestra del Corben más pictórico que todos recordamos de la época de Den. Quizás la más desarrollada de todas sea La Plaga, que trae recuerdos de La Máscara de la Muerte Roja de Poe. Y, eh, una historia del Espectro.

Gafas de Halloween es una historia aparecida en American Splendor. Me pilla un poco de sorpresa, no he leído nada de esta serie, y en un tomo marcadamente fantástico/sobrenatural, una historia en blanco y negro de cinco páginas sobre un tipo que acompaña a su hija adoptiva a buscar unas gafas que ha perdido me ha dejado descolocado.

La Jauría de Titus Roan es una historia de diez páginas aparecida como complemento en la más reciente encarnación de House Of Mystery, fuera de toda relación con la serie. Una mansión es acosada por una jauría de perros que va dando cuenta de sus habitantes hasta que sólo quedan dos. Y de repente, la caza se detiene.

Al final, la prueba definitiva es un complemento del número 6 de la reciente (e inédita) Men Of War que mezcla terror sobrenatural con el recuerdo de los horrores de la guerra.

En resumen, un más que interesante recopilatorio que hará las delicias de los seguidores del autor (más de la mitad del material aquí incuído es inédito en nuestro país) y una buena carta de presentación para los que no teniendo nada suyo quieran echar un vistazo al tan personal mundo de este dibujante.