Recuerdo perfectamente cómo hace más de veinte años ojeaba un ejemplar de la revista Hobby Consolas, y en su polémica sección dedicada al manganime (polémica porque alguna vez hablaron del Hentai y se lió parda) hubo una entrega dedicada a Evangelion. Esa serie de robots me cautivó de inmediato, la verdad, pero lo que no me esperaba es que al verla por fin (pasó algún año más) fuera mucho más de lo que aparentaba. Eso fue gracias a Hideaki Anno y al estudio Gainax… y este libro nos cuenta su historia y mucho, mucho más.

Gainax y Hideaki Anno: La historia de los creadores de Evangelion, es una obra imprescindible para comprender la trayectoria de uno de los principales estudios de animación japoneses. Su autor, David Heredia Pitarch (que ya nos sorprendió con el genial Anime! Anime! 100 años de animación japonesa) nos ofrece una cantidad ingente de información. La labor que ha realizado investigando y documentándose para el libro es tremenda, hay datos de todo tipo, fechas, citas e incluso se permite el lujo de desmentir algunos mitos y bulos relativos a algunos de los protagonistas de la obra… Y si él lo dice, yo me lo creo.

He dicho protagonistas, en plural, y esto es así porque, aunque en la portada rece Hideaki Anno, en el libro también hay mucha información, además de fichas, de gente como Toshio Okada, el diseñador Yoshiyuki Sadamoto o Shinji Higuchi, el director de Nadia (la que fue uno de los primeros éxitos de Gainax). De ellos y de muchos más podremos saber cuál fue su participación en el estudio de Evangelion o en Khara o Trigger (estudios que surgieron de Gainax).

¿Qué podemos encontrar en la obra? Pues una historia de superación, de la lucha por alcanzar un sueño y de una evolución donde solo cabía trabajar, trabajar y trabajar. Seremos testigos de primera mano del primer negocio de los fundadores de Gainax (una tienda friki donde vendían maquetas montables creadas por ellos mismos) y de la aparición de sus primeros cortos animados (donde lo mismo aparecía Darth Vader, que la Enterprise o que Ultraman). Hideaki Anno y los suyos sabían lo que querían hacer desde niños y ya apuntaban maneras cuando dedicaban muchísimo esfuerzo en memorizar sus animes preferidos.

Anno es una persona fascinante y su trabajo es tan celebre que el propio Hayao Miyazaki no tiene ningún pudor en reconocer que es un alumno aventajado. Anno trabajó con Hayo en la producción de Nausicaä, obra que ha tenido una gran influencia sobre la posterior Evangelion. De esta magna epopeya también encontraremos muchísima información: sabremos el porqué de ese final, que influencias tuvo y cómo la trama fue ganando en trascendencia y grandilocuencia según se iba produciendo la serie. Muy interesante es también como detallan en qué amplían los videojuegos o el manga el universo de Evangelion.

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Y ya que hablamos de manga o videojuegos, también hay alguna referencia a estos campos, pues el grupo de autores que recoge este libro eran creadores todo terreno y auténticas esponjas que no dejaban de absorber todo aquello que pudiera servirles más adelante para incluirlo en sus trabajos. Y como no solo de Evangelion vive el hombre, podremos saber más cosas de animes como Kare Kano (y el derroche técnico que fue su elaboración), las ovas autoparodicas FLCL, el desfase de Gurren Lagann o el cachondeo de Otaku No Video. Tampoco se quedara fuera la carrera de Anno con el cine de imagen real, donde colaboró en la exitosa Shin Godzilla.

En Gainax y Hideaki Anno: La historia de los creadores de Evangelion encontraremos muchas curiosidades. Por citar una sola: comentar que la pasta que ganaron con Evangelion también fue usada para realizar fraude fiscal. El libro también hace referencia a muchas circunstancias sociales que de una forma u otra pudieron influenciar en los animes de Gainax: los ataques epilépticos causados por Pokemon, el terremoto y tsunami de Japón en 2011 o los atentados con gas sarín en el metro en 1995.

Gainax rompieron moldes. Ellos no se acoplaban a los distintos cánones del género. Para ellos la palabra “imposible” no existía y si había que multiplicar los cuadros de animación o el número de dibujos por escena, ellos lo hacían, aunque significase estar días sin dormir y no ver a sus familias. Ellos tenían un sueño y vaya si lo cumplieron.

Por último destacar la edición de Diábolo: Más de 250 páginas en formato cartoné y papel de calidad. El libro además está profusamente ilustrado y es curioso cómo a medida que va avanzando la trayectoria del estudio, las imágenes son mayores y más numerosas. En muchas ocasiones veremos ilustraciones a página completa o bien ocupando la mayor parte de la misma dándole un aspecto visual muy atractivo, un plus añadido al gran valor del contenido que nos ofrece la obra.