Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El fantasma de la ópera

El fantasma de la ópera
Guion
Cavan Scott, sobre el musical de Andrew Lloyd Webber.
Dibujo
José María Beroy.
Color
José María Beroy.
Formato
Cartoné, 112 págs, color. 19x29 cm.
Precio
25,90€.
Editorial
Aleta Ediciones. 2023.
Edición original
The phantom of the opera (Titan Comics).

En 1986 se estrenaba en Londres el que acabaría siendo el espectáculo más longevo de la historia de Broadway, cuya grabación con el elenco original sigue siendo el disco de musical más exitoso de la historia, con más de 40 millones de copias vendidas en todo el mundo. Nos estamos refiriendo a la obra de Adrew Lloyd Webber El fantasma de la ópera, la adaptación musical de la obra de Gaston Leroux Le fantôme de l’Opéra. Ni siquiera había sido la primera adaptación musical de la obra de Leroux, porque de hecho la idea original de Lloyd Webber había sido retocar la adaptación de Ken Hill, que ya se representaba en Londres. Los avatares del destino acabaron provocando que en lugar de retocar, el compositor de musicales como Cats o Evita compusiese desde cero nuevas canciones y un espectáculo diferente. Y el resto… es historia. La editorial Titan Comics, en el año 2022 encargó al guionista Cavan Scott y al dibujante español José María Beroy una adaptación a cómic de uno de los musicales más exitosos de todos los tiempos. Aleta Ediciones nos lo trae en una gran edición cartoné, con papel offset y algunos extras en forma de bocetos y artículos.


Esta adaptación no es la primera que existe en cómic sobre El fantasma de la ópera, aunque sí es la primera que adapta el musical, puesto que las anteriores adaptaciones de 1986 y 1991 habían adaptado la obra original de Leroux. Eso sí, la primera adaptación de Eternity Comics huele a intento de aprovecharse del fulgurante éxito que había explotado el año de su estreno. Si nos metiésemos en otro tipo de adaptaciones podríamos llevarnos un buen rato, puesto que hay desde mangas hasta adaptaciones libres de todo tipo, incluso bizarros crossovers con Tarzan o Sherlock Holmes… Pero la diferencia de todas esas obras con la que hoy nos ocupa es que, incluso a pesar de que la popularidad más elevada se la proporcionó el musical, acudían a la fuente original para las adaptaciones.

La historia no debería ser desconocida para la mayoría de los que estén leyendo estas líneas, pero por si hay algún despistado o enemigo de los musicales, nos cuenta cómo la Ópera de París se ve manejada en la sombra por un «fantasma» que amenaza a los propietarios del edificio con arruinar sus espectáculos si no se siguen una serie de indicaciones por su parte. En este caso concreto, el fantasma se encaprichará de la talentosa Christine, que ocupa papeles secundarios por la falta de miras de los productores. Como genio musical que es, él sí sabe apreciar el talento por explotar que hay en Christine, y no dudará en provocar que se desbanque a la afamada Carlotta Giudicelli para dar lugar a la joven aspirante. El amor y admiración del fantasma encontrará un obstáculo en el joven amigo de la infancia Raoul.


Para los amantes del musical es muy difícil no abrir el libro y comenzar directamente a tararear las deliciosas melodías de Lloyd Webber, o a recordar las versiones que hemos visto en cine o en teatro, puesto que Scott adapta literalmente el libreto, con fragmentos de las propias canciones. Ahí radica el principal problema que le veo a esta obra, que además en la versión española es doble: en primer lugar, porque la traducción de este tomo no tira de la versión en castellano del musical (ignoro si por problemas de derechos), y en segundo lugar porque incluir escenas musicales en un formato como el de cómic queda raro. Sí, repito que cada escena con canción la he leído tarareando, y me he pasado los dos días siguientes recordando las canciones, poniendo el disco… e incluso buscando entradas para aprovechar que en Madrid se ha vuelto a estrenar esta temporada. En ese aspecto, la obra cumple su cometido a la perfección pero, si no eres fan del musical, las escenas con diálogos con símbolos de notas musicales para representar que son cantadas quedan extrañas y, hasta cierto punto, carentes de sentido. La adaptación de Scott está además, en mi opinión, algo desequilibrada, con personajes y escenas que necesitaban algo más de desarrollo.

Donde hay poco que objetar es en el dibujo de Beroy. El dibujante catalán ha trabajado para publicaciones tan legendarias como Zona 84, Cimoc, Cairo o El Jueves, y su dibujo de trazo firme y limpio, acompañado de una propuesta narrativa específica para las escenas musicales es lo mejor de toda la obra. Ya que carecemos del elemento auditivo, solo tenemos el recurso visual para intentar plasmar las escenas musicales, y Beroy las resuelve con diseños más creativos y elementos o efectos visuales que nos proporcionan la sensación de que estamos ante una escena diferente. El color también resulta bastante acertado y transmite con eficacia las escenas más cálidas y amables frente a momentos de mayor tensión o frialdad emocional.


En definitiva, El fantasma de la ópera es una obra que recomendaría sin pensarlo a los que, como yo, sean muy pero que muy fans de la adaptación de Andrew Lloyd Webber, porque nos va a volver a transportar a esas catacumbas bajo la Ópera de París y recordar la imposible historia de amor entre el fantasma y Christine. Pero, aislando el apartado nostálgico y emocional de la obra que ya conocemos, creo que como adaptación musical no funciona. Estaba bien intentarlo, y tal vez dándole una vuelta e intentándolo de otro modo se pueda llegar a conseguir algo cercano a lo que transmite la música. La edición de Aleta es muy completa, con un acabado impecable y unos extras bastante interesantes.

Lo mejor: El trabajo de Beroy. La edición de Aleta. Un libro que te deja cantando, e invita a volver, una vez más, al trabajo de Andrew Lloyd Webber.

Lo peor: Creo que falla en la adaptación, me falta equilibrio. La letra de las canciones no son fieles a la adaptación oficial.