Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Fábulas 1

Fábulas 1
Guion
Bill Willingham
Dibujo
Mark Buckingham, Jill Thompson, Lan Medina, Steve Leialoha, Craig Hamilton, Brian Bolland, Tony Akins, Bryan Talbot, Linda Medley, John Bolton, David Hahn, Charles Vess, Mike Kaluta, Tara McPherson, Derek Kim, James Jean, Mark Wheatley, Esao Andrews
Formato
Tapa dura. 24x16 centímetros. 1184 páginas. Color
Precio
75 euros
Editorial
ECC Cómics. 2022
Edición original
Fables núms. 1-41, Fables: The Last Castle, Fables: A Wolf in the Fold, Fables: 1001 Nights of Snowfall USA

Saludos desde las Tierras Natales, queridos lectores. Aquí me tenéis, resistiendo los avances del Adversario. Bueno, realmente tras lo que le hice a sus últimas tropas ha decidido que hay espacio suficiente para los dos y que por qué vamos a pegarnos por un par de islas… No todas las fábulas pueden decir lo mismo.

Tenemos hoy encima de la mesa (y falta le hace tener una mesa)  el tomo 1 de la nueva edición de Fábulas que nos trae ECC.  4 tomazos que recopilan los quince tomos que componían la edición anterior. Eso significa cuatro tomos muuuuy gordos (5,5 centímetros). Vamos al lio, que luego vienen los Altos Editores Durmientes y tengo la reseña sin hacer.

La idea básica de la obra es que los seres de los cuentos han huido de sus tierras y se han refugiado en secreto en la Tierra. Bueno, en Nueva York, ya sabéis como son estas cosas del usacentrismo. Eso sucedió hace siglos, pero es al principio del siglo XXI cuando nosotros los conocemos y cuando empiezan a pasar cosas…

Por razones personales con las que no os aburriré, me encanta este tipo de historias. Normalmente suelen dividirse en dos grandes subgéneros: el de problemas de adaptación y el  de vida oculta que debe ser salvaguardada. En cierta manera, Fábulas incluye ambas corrientes a la vez, mezclándolas con otros géneros como las aventuras, la investigación, el noir

Fábulas nació como parte del sello Vertigo. ¿Y éso es importante, Lamastelle? Pues si que lo es. Hay varias cosas que tenemos que tener en cuenta con esta serie, para bien y para mal.

Estas no son nuestras fábulas españolas.

Son la versión de cuentos centroeuropeos pasados por el tamiz estadounidense. Esta es, soy consciente,una afirmación muy simplificada. Con el paso de los siglos, y con el pasar de los labios de la madres a los oídos de las hijas, las historias y los personajes han ido evolucionando. Y a la vez se han ido desplazando. Cada pareja recién casada que cambiaba de pueblo buscando una vida mejor, llevaba en su equipaje las historias y cuentos que conocía.

No hay un arquetipo real, un personaje correcto.

Pero si los hay populares.  Más populares en una versión y en un lugar que otros.

Y no quiero que penséis que simplemente estoy haciendo gala de haberme leído un libro sobre folcklore. La obra, los propios personajes, hacen referencia a estas cosas. Porque viven entre nosotros, pero a la vez viven dentro de nosotros, en nuestras  mentes y en eso que con la boca pequeña y cuando nadie nos mira, los adultos llamamos nuestro corazoncito infantil.

Hay muchas sublecturas en esta obra, si le dedicamos tiempo y relecturas.

Hemos dicho también que estamos leyendo una serie de Vertigo. Esto no son los cuentos infantiles ni las fábulas que narramos a nuestros pequeños para que duerman o mientras recogemos fruta en el bosque. Aquí se mata. Aquí se muere. Aquí se folla.  Si, he escrito follar. Veremos a gente bajo las mantas hablando de sexo.

No es que sean exactamente los cuentos con moraleja (que es la definición clásica de la fábula) originales antes de que los suavizaran  los Hermanos Grimm y los editores de cuentos infantiles del XIX. Son duros y sucios a su propia manera, de una manera muy humana y realista.

Que esto es de Vertigo, no os escandalicéis :-).

Por suerte, el autor nos presenta este mundo en toda su crudeza y fantasía desde las primeras páginas, donde un Lobo Feroz convertido en detective debe investigar el asesinato de la hermana de Blancanieves y…

-Espera, espera. ¿Qué hermana de Blancanieves? Si Blancanieves no tiene hermanas, Lamastelle-san. Precisamente por eso el cuento va como va y…

Recordad que no son nuestras Fábulas, lectores queridos. También lo notaremos con la aparición de algunos personajes que no sabremos quienes son, porque no son de nuestra mitología de cuentos. Pero no temamos, porque no corremos el riesgo de perdernos. La mayoría de personajes digamos…  desconocidos o poco conocidos, se presentan por sus acciones o un personaje habla de ellos con otro para presentárnoslos sin romper el tono de la historia general.

Mirad, por ejemplo, la imagen llena de animales que hay un poco más arriba. No los reconoceremos a todos, pero eso no rompe el espíritu de la escena. Hay suficientes personajes que forman parte de una cultura cuentística más o menos común a los países de tradición occidental para entrar en situación.

Veamos, he hablado del tono duro herencia de Vértigo. He hablado de que no son los mismos personajes que podemos conocer y amar. ¿Qué me  falta? Ah, si, la forma de leerlas. Por supuesto, una vez que hayáis comprado, pedido o tomado en préstamo bibliotecario el tomo; podéis hacer lo que queráis. Leerlo de un tirón. Leerlo hasta que se os cierren los ojos, leerlo en diagonal o empezando por las historias añadidas…

Pero mi sugerencia es que lo leáis miniserie a miniserie. ¿Y la razón? Porque creo que así es como fueron escritas, pensando en esa lectura. El primer arco (o historia, pero hablar de historias cuando los personajes tienen sus propias historias fuera de esta historia puede ser muy confuso) es una investigación estilo detective años 40. Luego tendremos aventuras de supervivencia, intrigas, estafas, y muchas más cosas que prefiero no destriparos.

Como un cuento en sí mismo, cada arco tiene su presentación, nudo y desenlace; aunque  forme parte de un mural aún mayor.

Por eso, vamos a darle tiempo. Hemos de leerlo como si tuviéramos a un ratoncito hablador entre las manos, sin apretarlo y tratándolo con suavidad. Dejando que deje su poso posarse en nosotros antes de pasar a la siguiente historia.

Pensemos en este tomo como en ese libro de cuentos del que se lee uno cada noche. Además, necesitaremos tiempo para fijarnos en todos los detalles que llenan los rincones de  estas páginas.

Hablemos del dibujo y…

-Hmmm, odiaría cortarte el hilo, Lamastelle-san. Pero nos acercamos a las mil páginas y aún no nos has dicho de quien es obra este Fábulas…

Lo sé, no se me ha olvidado. Pero intentaba reflejar ese aspecto del anonimato y de la creación compartida de los cuentos de verdad, queridos lectores. Pero dejadme hablar un poco del dibujo y de la estética antes de ponernos con nombres.

Tendremos un dibujo más o menos realista. Hay cosas que no se pueden hacer realistas cuando hablamos de cuentos, pero en este caso el aspecto visual no nos saca de la historia ni de esa vida de refugiados en nuestro mundo real.

Se hace especialmente importante y logrado en la expresividad de las fábulas con aspecto no humano. No solamente animales o animalizadas, sino aquellas con forma o aspecto de objectos.

Y lo que más me ha encantado, como si hubiera sido víctima de una poción de bruja o del hechizo de un hada, han sido las composiciones de página. Por ejemplo, en esta página que debería verse justo al lado, vemos a dos  miembros de la nobleza preparar un duelo a espada. Si nos fijamos, las escenas componen la forma de un escudo heráldico. Este tipo de juegos visuales viene acompañado con efectos que recuerdan a pergaminos, a las primeras páginas de las antiguas novelas o a ese arte en sí mismo que es la drolería. El resultado es, a veces, tener la sensación de estar  mirando un antiguo códice ilustrado.

Ahora si, mis queridos lectores. El guionista de Fábulas es Bill Willingham y de la parte gráfica se han encargado Mark Buckingham, Jill Thompson, Lan Medina, Steve Leialoha, Craig Hamilton, Brian Bolland, Tony Akins, Bryan Talbot, Linda Medley, John Bolton, David Hahn, Charles Vess, Mike Kaluta, Tara McPherson, Derek Kim, James Jean, Mark Wheatley, Esao Andrews.

Hablemos de la edición. Respecto al papel y al color, no tengo nada malo que decir. Sobre la portada y la contraportada tampoco. Las tapas son duras, aunque dan la sensación de poder doblarse un poco, posiblemente para ahorrar algo de peso. Esto pesa tres kilos, ya os aviso (aunque a ojo parece más pesado. Quizás haya magia implicada en el asunto). Cada número viene con su portada, algo que en esta casa siempre agradecemos. No hay marcapáginas de tela. Y tampoco hay índice. Las casi 1200 páginas están dedicadas a la historia, sin extras.

El lomo viene decorado con una reproducción de la ilustración de la portada, dando la sensación de que los cuatro tomos juntos nos dejarán una ilustración decorativa fundiendo todas las portadas.

Este primer tomo cuesta 75 euros. Que los vale, pero no dejan de ser muchos euros de golpe. Debo deciros que ahora mismo y por eso, en vez de darle cinco estrellas le tengo que dar solamente cuatro y media.

Y por si no os he convencido para tenerlo en casa con esta reseña, pedidlo en la biblioteca o a un amigo fiel que os lo deje y  lo leéis con calma.

La traducción se la debemos a Guillermo Ruíz Carreras.

¿Por qué leer Fábulas 1?

Un montón de historias de personajes de cuento adaptadas al mundo real del siglo XXI. Una estética trabajada y muy cuidada que te mete en el ambiente de los libros ilustrados para niños. El metalenguaje hacia los diferentes géneros toca la obra.

¿Por que no leer Fábulas 1?

No son cuentos infantiles ni para niños. Esto salió en Vertigo. Hay personajes e historias que un lector de tradición hispanoamericana quizás no conozca de nada.