Estela Plateada: Parábola

Lo confieso, se me pasó en su día. Allá por 1989 lo de dejarse casi quinientas pesetas en un tebeo era como para pensárselo dos veces, y tampoco es que Estela Plateada fuera un personaje que me interesara demasiado. Y por lo que me costaba ese tebeo me podía comprar dos especiales de grapa de Batman que me subían a las casi 100 páginas. Así que lo dejé para más adelante, y más adelante fue un tebeo difícil de encontrar y se me quedó la espinita clavada.

Así que cuando Panini anunció que reeditaba el mítico Estela Plateada de Moebius yo daba palmas con las orejas. Y hablándolo con mi señora esposa, ella me dijo que si sería tan bueno un tebeo que llevaba más de 20 años sin reeditarse. Vamos, que V de Vendetta, Watchmen y similares no faltan nunca en las librerías especializadas. En cuanto se agota una edición, la siguiente está esperando. Mmm. Y encima el guión es de Stan Lee, que como creador de conceptos y de universo unificado será todo lo grande que queráis, pero como guionista… digamos que es un producto de su época que ha envejecido bastante mal por no decir que siempre me ha parecido un guionista mediocre.

Así que cuando por fin este tebeo llegó a mi librería lo cogí con un cierto recelo… y resultó que mi señora tenía toda la razón.

A ver, la historia es una chufla. Tampoco es que en un par de números de grapa de superhéroes se pueda desarrollar una historia muy profunda (aunque en una extensión similar anda Días del Futuro Pasado), pero es que Parábola es uno de los tebeos más tontorrones a la par que pretenciosos que he leído en mucho tiempo. Más que a la reflexión, este tebeo te lleva a la sonrisa irónica. Quizás leído con los 16 años que tenía yo en 1989 pudiera haberme dicho algo más, pero hoy por hoy no pasa el corte.

Pero tan chufla es la historia como memorable es el dibujo. Moebius es un genio y nunca pincha. Puede que las historias que dibuje sean mejores, peores o directamente incomprensibles, pero cuando él está a los lápices, el tebeo es como mínimo agradable de mirar. Y estamos ante una de las mejores versiones gráficas de Estela Plateada que se han hecho.

¿Merece la pena, entonces? Bueno. Diría que sí, pero si pensamos en ello como en un libro de ilustración de Moebius con bocadillos de texto interrumpiendo los dibujos. Y estoy seguro de que lo meteré en la estantería y tardaré años en volver a abrirlo, si es que lo hago alguna vez…