Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Escuadrón Suicida 5: Apokolips Now

Escuadrón Suicida 5: Apokolips Now
Guion
John Ostrander, Kim Yale, Robert Greeberger, David M. DeVries.
Dibujo
John K. Snyder III, Luke McDonnell, Grant Miehm, Geof Isherwood.
Tinta
K.S. Wilson, Kevin Phillips, Mark Badger.
Color
Carl Gafford, Tom McCraw.
Formato
Cartoné, 448 págs, color.
Precio
38,50€.
Editorial
ECC Ediciones. 2019.
Edición original
Suicide Squad #31-49 (DC Comics).

Entramos en la segunda mitad de la etapa de Ostrander en la colección, con material completamente inédito antes en España. Escuadrón Suicida 5: Apokolips Now reúne los números 31 a 49 de la serie, incluyendo el material de los TPB americanos 5 y 6. Como recordaréis, ECC Ediciones se comprometió a terminar de editar la serie en tomos pero, dado que las ventas no estaban acompañando como imaginaban, han decidido editar los 4 tomos restantes en dos más gruesos. La colección a estas alturas mantuvo el espíritu original, pero fue aportando algunos números más introspectivos y que se permitían un tono que, hoy día, se consideraría bastante arriesgado, editorialmente hablando.

Y es que una de las características que más llama la atención de estos diecinueve números es que tenemos varias tramas principales, varios arcos argumentales más desarrollados, pero entre dichas historias vamos a ver bastantes fill-in que sirven para desarrollar algunos personajes secundarios de la colección o bien para afianzar las mecánicas de grupo que tan importante son en una colección como esta. El primer número del tomo es un ejemplo perfecto de esto, con el Padre Craemer meditando y analizando la situación de Waller y el resto del grupo. Usa a un personaje secundario para darnos una visión general del grupo.


Las misiones principales suelen ser en el extranjero, recurriendo a enemigos e incluso figuras políticas propias del momento y que muchos de los lectores más jóvenes ni conocerán: Irán (con Jomeini), la URSS, Israel… El hecho de tener un equipo tan variopinto sirve para dar un tinte político, centrado sobre todo en Ravan, ex miembro del grupo Yihad que vimos al principio de la serie y que, a pesar de haberlo visto en Qurac, realmente es un thuggee, ese culto que adoraba a la diosa hindú Kali y que es considerado como uno de los primeros grupos terroristas de la historia. Aunque el grupo estaba formado fundamentalmente por hindúes, también acogió en sus inicios allá por el siglo XIII a musulmanes y sijes.  Ravan ve a la organización Kobra como un enemigo mortal, lo cual va a dar juego en un arco de este tomo, en el que Kobra planea el inicio del Kali-Yuga en Jerusalén, y el Escuadrón tendrá que intervenir y enfrentarse a un grupo de metahumanos locales.

Pero hay más historias interesantes en este tomo, como un arco en que el Escuadrón tendrá que ir a la propia Apokolips, a rescatar a algunos de sus compañeros; o el arco argumental La estrategia Fénix, en el que el grupo tendrá que colaborar con el propio Batman. Pero hay un arco de solo dos números al final (#48-49) que probablemente llame la atención de muchos, puesto que Waller tendrá que ayudar a Oráculo a huir del ataque de Cliff Carmichael, el Pensador. Lo interesante de este mini-arco es precisamente que Barbara Gordon intenta reponerse del ataque del Joker y es una historia que enlaza y recuerda mucho la genial historia de Alan Moore y Brian Bolland.

Pero como decía al principio, lo más llamativo de esta serie es la mecánica de grupo y cómo Ostrander y Yale nos iban entrelazando muchas tramas en un mismo número. Generalmente juegan a ir adelantando historias posteriores, aunque solo sirva para lastrar una historia en curso. Es un recurso que a día de hoy considero que puede verse como algo anticuado. No es que veamos una viñeta de algo que vayamos a desarrollar posteriormente, sino que en plena historia meten escenas de una o dos páginas que a veces frenan la acción. Es el caso de la trama de Bumerán y Deadshot en la historia de Israel o de la trama de Hiedra Venenosa y Vértigo en los últimos números.


Pero por otro lado nos muestran a unos personajes que son muy falibles como personas y como villanos. Es genial ver el tratamiento de Dr. Luz intentando ganarse un sitio en el equipo y sintiendose muy infravalorado; o a Mayor Victoria intentando ganarse el liderazgo; o al propio Bumerán, que tiene un número en el que volvemos a su infancia y juventud y nos permite comprender un poco su personalidad. También está esa seña de identidad de la serie de ir cambiando continuamente equipos, y ver a miembros que se unen o separan dependiendo de la misión. En la primera mitad tenemos a Shade, Dr. Luz, Punch y Jewelee, o Duquesa, que en las siguientes misiones no estarán presentes, por uno u otro motivos.

Sí quiero detenerme algo en la misión de Apokolips, aunque solo sea para comentar el tratamiento tan bueno que le dan los autores a los personajes de Kirby. Vamos a tener prácticamente a todos sus miembros en apenas cuatro números: la Abuelita Bondad, las Furias, Barda, Kanto, los Jóvenes Eternos… y por supuesto, Darkseid. Solo le pongo como pega a esta historia un desenlace algo facilón, y con cierto aroma a deus ex machina. Pero es muy disfrutable.


En cuanto al dibujo, probablemente sea el punto más débil de esta etapa, apoyado fundamentalmente en Luke McDonnell y Geof Isherwood, y que no soporta especialmente bien el paso del tiempo. Sí me gusta mucho el dibujo de John K. Snyder III, con ese entintado pesado que lo asemeja bastante al dibujo de Howard Chaykin, y que funciona bien en el arco de Apokolips porque se aprecia un, tal vez involuntario, acercamiento al estilo de Kirby. Lo que peor llevo de los cómics de esta época es el color, con esos fondos de viñeta en tonos chillones que no son nada verosímiles.

En definitiva, Escuadrón Suicida 5: Apokolips Now.

Un tomo muy variado: Contiene las historias que más recordamos, repletas de acción y unos miembros de equipos a cual menos fiable, pero cada vez es más común ver otras historias más introspectivas que aportan volumen al nutrido grupo de villanos reconvertidos. Es curioso ver cómo, entre tan variopinto repertorio de villanos del Universo DC, el personaje más atractivo sigue siendo Amanda Waller, una auténtica estratega, capaz de mantener a raya a los tipos más rebeldes, al mismo tiempo que lidiar con cargos políticos y militares con la misma mano dura. Escuadrón Suicida tiene lo mejor del cómic de los ochenta: esa búsqueda de la acción más adrenalinítica, sin complejos ni cadenas editoriales. Aquí ningún personaje es imprescindible, algo que ni siquiera hoy día se puede decir en la misma serie…

Lo mejor: Las mecánicas de grupo. Los arcos de Apokolips y de Oráculo.

Lo peor: El dibujo ha quedado algo desfasado.