Resulta sorprendente lo poco que ha trascendido el primer tomo de Equipo Rojo. Hace ya cuatro años que Planeta publicó la primera entrega, que contenía la miniserie de presentación de Dynamite. Parece como si al trabajo de Garth Ennis en las independientes no se le hiciera demasiado caso, incluso cuando está al nivel de sus mejores trabajos como en esta ocasión. Incluso si este Equipo rojo 2. Centro de masas, dos disparos es aún mejor que el primero.
En esta entrega nos centramos en los detectives Trudy Giroux y Eddie Mellinger. Si queréis saber por qué, deberíais leer el primero y entonces ya sabréis que Equipo rojo nos cuenta la historia de un grupo de policías que deciden tomarse la justicia por su mano. Cierto, tal vez esta premisa no sea el colmo de la originalidad, pero gracias al talento de un guionista como Garth Ennis, un planteamiento manido puede crecer hacia una historia memorable. Con Mellinger y Giroux al frente de la historia, nos introduciremos en un caso de drogas que aparece casi por casualidad y que tiene vínculos con el asunto de Clinton Days, que lo pondría todo en marcha en el tomo anterior. Poco a poco iremos enredándonos en una trama que se complica por momentos mientras ahondamos en la relación entre Giroux y Mellinger, donde nos encontramos con una vuelta de tuerca en la ya clásica relación de hermandad de los cómics de Ennis.
A la hora de hacerse o no con un cómic de Garth Ennis la pregunta suele ser si nos encontramos con el “Ennis bueno” o con el “Ennis cafre”. Por más que a nivel personal el Ennis cafre me parezca igual de bueno, jugando bajo las normas de esa disyuntiva no hay duda de que es el “Ennis bueno”. Estamos ante una historia contenida, una trama anormalmente intrincada para el escritor norirlandés y sobre todo un tratamiento de personajes marca de la casa. Claro que habrá violencia e incluso algún pequeño toque de humor pero siempre con dos objetivos claros a los que todo lo demás se supedita: la trama policíaca y la relación entre los protagonistas.
Ennis nos brinda algunos de los mejores diálogos de su carrera y cada frase que brota de sus labios los dota de un carisma y una profundidad como nadie en toda la industria es capaz de hacer. La trama policíaca funciona en la mejor tradición de género negro donde cada nueva pista o jugador desvela niveles de entretejido que la hacen crecer. Pero por bien que esté manejada la confabulación que se nos deja ir viendo, Trudy y Eddie nos interesan mucho más.
Equipo rojo 2. Centro de masas, dos disparos probablemente podría ser una obra en el top 5 de Ennis si no fuera por el escollo de la parte artística. Craig Cermak dibuja y Vinicius Andrade colorea. Si abrimos Equipo rojo 2. Centro de masas, dos disparos no vamos a encontrar incorrecciones anatómicas, vamos a ver un trabajo digno de fondos, incluso tiene un estilo agradable a la vista y no trabaja con una narrativa compleja o caótica que pueda dificultar la lectura. Sin embargo, dibujantes como Cermak pueden desvirtuar un guion sin que puedas ver fallos evidentes. Será el guion el que salga dañado, pero será culpa del dibujo.
En una historia como Equipo Rojo basada en los personajes, cada uno tendría que tener su propia gestualidad, es muy importante saber trabajar las expresiones faciales y la elección de los planos es crucial a la hora de transmitir emociones. En todo esto Cermak no solo no aporta valor alguno sino que se queda francamente estático, sin personalidad y equivocado en sus elecciones. Tampoco ayuda el color de Andrade de volúmenes redondeados y suaves, carente de textura y con una paleta completamente neutra y aséptica. Realmente no hay ningún fallo grave por parte de ambos que puedas señalar y casi lo peor de su trabajo está en lo que no hacen en lugar de en lo que hacen. Equipo rojo 2. Centro de masas, dos disparos tendría que haber sido un tebeo lleno de energía. Gráficamente necesita una contundencia a la altura de las personalidades de su protagonistas y en esto es en lo que falla estrepitosamente la parte artística. Se limitan a cumplir el expediente en lugar de a exprimir hasta la última gota de uno de los mejores guiones de Garth Ennis.
Equipo rojo es un buen ejemplo para desmontar el viejo debate guion-dibujo. Cuando hablamos de cómics la comunicación entre ambos es mucho más importante que la calidad de cualquiera de las dos partes por separado. El trabajo de Cermak en Equipo rojo debería haber sido interpretar y entender la historia de Ennis y hacerte llegar toda su energía.
Pongamos que alguien sabe un chiste absolutamente descacharrante, pero no sabe contarlo. El receptor del chiste no sabe si está mal contado o es realmente un mal chiste. Tal vez en una historia de la vertiente más seria del norirlandés no encaje del todo con este símil y además Equipo rojo 2. Centro de masas, dos disparos está tan bien escrito que ni las carencias del equipo artístico pueden ocultar lo bueno que es, pero siempre nos quedará lo que podría haber sido con un dibujante a la altura.
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Garth Ennis, Craig Cermak and Planeta DeAgostini Cómics
