Uno de los indicadores de que se avecina un relevo de showrunner, ya sea guionista o editor estrella, al frente de una serie Marvel es que poco a poco se vuelve al statu quo previo a su llegada. En muchas ocasiones, el Universo Marvel funciona más como una sucesión de temporadas con un mismo punto de partida que como una serie que evoluciona a lo largo del tiempo. Y desde la quiebra de Industrias Parker y la vuelta de Peter a su habitual situación de estar sin un duro ya nos veníamos oliendo que Dan Slott estaba recogiendo los muebles para dar paso al siguiente inquilino.
Nivel de alerta: Rojo
Este número de la serie mensual del Asombroso Spiderman da exactamente esa sensación: Slott está cerrando tramas argumentales que se habían quedado a medias para que su sucesor, Nick Spencer, que nos ha dado pequeñas joyitas como Enemigos Mortales de Spiderman y otras series que están bastante lejos de serlo, como Imperio Secreto, empiece con total libertad y sin historias heredadas de su predecesor. Terminada ya la historia de la mencionada Industrias Parker, tenemos una colección de pequeñas historias casi autoconclusivas en las que se cierra la historia que quedaba colgando todavía del Zodiaco, finaliza definitivamente la -un tanto forzada- relación entre Peter y Pájaro Burlón e incluso se da carpetazo a la historia de Horizon Labs. También se aprovecha el momento para presentar una nueva y última amenaza made in Slott, el Duende Rojo, que estará presente en la última saga del guionista que ha estado al frente de la serie desde aquella lejana A lo grande, cercana a reeditarse en Marvel Saga como el clásico que ha acabado siendo.
Aunque en cierto modo parezca un tebeo hecho con el piloto automático, hay una escena que me parece francamente destacable. El retrato que hace Slott del Loki Hechicero Supremo, heredado de la etapa de Donny Cates, es espectacular. Ya sabemos que el siguiente trabajo regular de Slott es el regreso de Los 4 Fantásticos, el sueño húmedo de todos los que leímos su Estela Plateada, pero después de esta pequeña historia me quedo con ganas de saber qué podría hacer este escritor con un personaje como Loki. Quizás en un futuro.
En el plano artístico, toca darle un descanso a Stuart Immonen, que está tan espectacular como siempre y como se espera de él. Se ha hecho así para evitar cualquier posible retraso en los cuatro números de Hasta el último aliento, la conclusión de esta larguísima etapa. Tenemos como sustitutos temporales a Mike Hawthorne, Cory Smith, Marcus To y Gustavo Duarte, que no es que hagan un mal trabajo, pero están a una muy lejana distancia del dibujante regular.
La gran mala noticia es que tras esa última historia, Immonen se retira del mundo del cómic. Sí, parece ser que si en algún momento le llega alguna oferta puntual que le llame la atención, con ideas y autores que le interesen, no cierra la puerta a realizar alguna obra más en un futuro. Pero tenemos que pensar que este tomo es la penúltima entrega regular del genial dibujante canadiense.
En resumen…
Este número es lo que es y como tal hay que verlo. Es una pausa para tomar carrerilla antes del final, una colección de historietillas sin demasiada trascendencia que sirven principalmente para que el autor saliente se pueda anotar el tanto de ser el único escritor de la historia de Spiderman que ha escrito tres números doble cero seguidos del personaje, el 600, 700 y 800. Además es el guionista que más numeros ha escrito de Amazing Spider-Man, seguido por Stan Lee y David Michelinie.
(El matiz de los números doble cero seguidos se debe a que hay otro autor cuyo nombre ha aparecido en otros tres, Stan Lee escribió el 100, coescribió con Marv Wolfman el 200 y firmó una historia corta en el 600)
