A finales del siglo pasado y principios de este, Marvel lanzó dos nuevas líneas editoriales que siguieron alguno de los caminos marcados años antes por la competencia en el sello Vertigo, Marvel Knights y Max. Ambas se centraban en los autores como parte fundamental del proceso creativo, por encima de personajes, periodicidades o continuidades. Mientras que la segunda enfocaba su producción hacia un público adulto sin ningún tipo de censura, la primera buscaba una mayor experimentación a través de talentos creativos provenientes de fuera del mercado superheroico. Uno de ellos fue Joe Michael Straczynski, que aunque ya llevaba una temporada trabajando con la editorial en The Amazing Spider-Man y en Supreme Power dentro del mencionado sello MAX, venía de la televisión y de Top Cow en el mundo del cómic. Su primer trabajo para Marvel Knights fue una serie limitada llamada Strange a secas, que Panini recupera ahora dentro de la colección Marvel Must-Have con el título Doctor Extraño: Principio y fin.
La historia que tenemos en este volumen es una clásica historia de origen. Un remake extendido del origen que Steve Ditko y Stan Lee contaron décadas atrás, en una línea muy similar a la que Brian Michael Bendis y Mark Bagley hicieron en los primeros números de Ultimate Spiderman. Con el Ultimate Peter Parker, muchos detalles quedaron mucho mejor definidos en la versión definitiva, principalmente por el hecho de disponer aproximadamente de diez veces más de espacio para contar esencialmente la misma historia. Y algo similar tenemos en Principio y fin: una versión actualizada del origen de Stephen Extraño a estéticas y tiempos narrativos más modernos pero que, esencialmente, sigue siendo la misma que la original.
En las Edades de Oro y Plata, los orígenes de los personajes era algo que se contaba en cuatro pinceladas básicas para poder pasar rápidamente a lo que interesaba, que era contar aventuras del superhéroe de turno. De hecho, en el caso del Doctor Extraño no se cuenta cómo llegó a ser hechicero hasta su cuarta aparición. No era algo importante. En ese aspecto, esta obra es diametralmente opuesta: su objetivo es dejar perfectamente definidos a los personajes antes de hacer nada con ellos. Eso sí: no es el origen recontado del personaje del Universo Marvel tradicional (la Tierra-616, vaya), ni tampoco de la versión Ultimate. Es una versión de una tierra paralela de usar y tirar (la 41101, para los que lleven control de estas cosas), que aparece en esta miniserie… y nunca más. Porque esta versión actualizada del personaje no tuvo ningún tipo de continuidad editorial.
Nos encontramos algunos cambios en esta versión que quedan bastante bien al espíritu y a la intención de la historia, y otros que no tanto. Se nos deja ver que Stephen no siempre ha sido el capullo egocéntrico materialista que es justo antes de tener el accidente: mientras estaba haciendo la carrera, le vemos participar en un programa de voluntariado. Que un futuro médico esté estudiando medicina tibetana alternativa nos hace torcer un poco el gesto, tanto como que en tan solo tres años y antes de empezar a trabajar ya se ha vuelto el tipo obsesionado con el dinero queda demasiado acelerado y difícil de aceptar. Pero, en cambio, que la especialidad elegida por este jovenzuelo sea cirugía plástica en lugar de neurocirugía es coherente con las ansias de riqueza del personaje. Y quizás lo que más raro se haga en esta historia es que, siendo un remake más pausado del origen del Doctor Extraño, nos meta directamente al Anciano, al Barón Mordo, a Wong, a Clea e incluso a Dormammu y acabemos con la sensación de que todo está un poco apresurado.
Quizás el mayor reclamo que pueda tener Principio y fin es el nombre del guionista, Joe Michael Straczynski, responsable de una de las etapas más memorables de Spiderman de los últimos tiempos -aunque también de Pecados del pasado o, al menos nominalmente, de Un día más– pero a un nivel notablemente más bajo que con lo que hizo con el trepamuros o con sus obras de creación personal, esas pequeñas joyas que son Midnight Nation o Rising Stars. Al dibujo tenemos a Brandon Peterson, que ha alternado su carrera principalmente entre Marvel y Top Cow. Hace un trabajo correcto en esta ocasión, muy por encima de lo que le pudimos ver una década antes en las series mutantes.
Principio y fin se ha editado anteriormente dos veces en castellano, una en 2005, dentro de la Colección 100% Marvel, durante el primer año de Panini Comics en España, y otra en 2022, como uno de los tomos de la Colección Marvel Dark editados por Panini para venta exclusiva en Carrefour a tres euros. Recordemos que la calidad de la edición de estos tomos iba bastante acorde con su precio.
Quizás Principio y fin podría haber tenido un cierto interés de haber tenido continuidad esta versión del personaje. Nos quedamos con la curiosidad de saber qué tenía pensado hacer Straczynski con las ideas que plantea en estas páginas, pero al no haber seguido adelante, este tomo no deja de ser un piloto de una serie que no salió adelante. Con ideas curiosas, sí, pero no especialmente inspirado. Sólo para completistas del personaje.