Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Semana Kirby: El desafío de Kamandi nº1 (de 2)

Semana Kirby: El desafío de Kamandi nº1 (de 2)
Guion
Bill Willingham, Dan DiDio, Dan Abnett, James Tynion IV, Jimmy Palmiotti, Peter Tomasi y Steve Orlando
Dibujo
Amanda Conner, Carlos D'Anda, Dale Eaglesham, Ivan Reis, Keith Giffen, Neal Adams y Philip Tan
Tinta
Dale Eaglesham, Neal Adams, Amanda Conner, Carlos D'Anda, Oclair Albert y Norm Rapmund
Color
Hi-Fi Design, Paul Mounts, Gabe Eltaeb, Marcelo Maiolo y Dean White
Formato
Rústica, 184 págs. Color
Precio
17,50€
Editorial
ECC Ediciones . 2017
Edición original
The Kamandi Challenge núms. 1 A 6 USA (DC)

Tras inaugurar ayer esta semana dedicada al Rey, es momento de sacar de procesión al San Kirby del último chico de la tierra y para ello traemos no ya una obra del bueno de Jack, sino una obra homenaje a su figura realizada a un montón de manos: El desafío de Kamandi.

El planteamiento de esta obra viene a retomar la idea de DC Challenge una serie limitada de 12 números (al igual que ésta) publicada entre el 85 y el 86 con una premisa de lo más curioso. Jugando al cadáver exquisito, cada capítulo estaría escrito y dibujado por un equipo diferente. Cada uno debía dejar un cliffhanger imposible del que de un modo u otro debería sacar a los personajes el siguiente equipo. Con motivo del centenario del nacimiento de Jack Kirby, deciden retomar esta idea pero centrándose en el personaje y el mundo de Kamandi, pero con una regla añadida: cada episodio deberá además explorar un rincón distinto del mundo postapocalíptico que Kirby nos diera en su serie del último chico de la tierra.

El desafío de Kamandi nº1 (de 2)

Con estas reglas y un mundo tan repleto de marcianadas como el de Kamandi, los límites son prácticamente nulos. Veamos, cada capítulo requiere mover al personaje (o los personajes, ya que no faltarán compañeros a nuestro protagonista) y requiere además un gran momento de intensidad en el cliffhanger final, con lo que esta primera mitad que abarca El desafío de Kamandi nº1 es una huida hacia delante sin frenos. Ya desde el inicio la historia comienza con el acelerador pisado y no hay tiempo para el respiro.

En el lado bueno de este experimento tenemos el ritmo trepidante sin posibilidad de aburrimiento y la promesa de que cada uno de los extravagantes rincones de esta especie de Planeta de los simios pasado de ácido y con todo tipo de criaturas. Habrá hueco para todo tipo de tonos y ambientes y tan pronto estaremos en una civilización de tigres adoradores de bombas, como nos embarcaremos con piratas, correremos a lo Mad Max perseguidos por canguros o seremos presa de mad doctors.

El desafío de Kamandi nº1 (de 2)

En el lado negativo, la improvisación le da algún que otro mamporro a la coherencia de la historia, no faltan sacadas de manga y, exceptuando la continuidad argumental, cada capítulo no tienen demasiado que ver con el anterior en cuanto a tratamiento, temática o ritmo.

En cualquier caso, conocido el planteamiento de la serie es más que esperable que nos movemos en un terreno folletinesco y más en un mundo tan propenso a la desmesura como el de Kamandi. Aún así, por momentos funciona casi como una antología en la que la calidad es muy desigual en cada capítulo y hay ciertos autores cuyo estilo no se termina de adaptar bien a la fantasía extrema de El desafío de Kamandi.

El desafío de Kamandi nº1 (de 2)

El desafío de Kamandi está repleto de grandes ideas que no se terminan de aprovechar, de pequeñas ideas que a veces no encajan y de extravagancias que no llegan a despegar, pero es lo que sucede cuando lanzas tantísimos conceptos casi sin filtro y a velocidad de vértigo y por cada una de estas, tendremos otras tantas locuras que capturan el espíritu de ese cañonazo de imaginación delirante que era Kamandi.

Ya hemos tenido por aquí a Bill Willingham, Dan Abnett, James Tynion IV, Peter Tomasi, Amanda Conner, Ivan Reis, Keith Giffen, Neal Adams y muchos más y aún nos quedan Gail simone, Walter simonson, Greg pak, Tom King, Kevin eastman, Steve rude, Dan jurgens… y lo único que me viene a la cabeza es “pobre del que tenga que terminar es historia”.