Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El Desafío de Kamandi nº2 (de 2)

El Desafío de Kamandi nº2 (de 2)
Guion
Marguerite Bennett, Keith Giffen, Tom King, Greg Pak, Robb Williams, Gail Simone y Paul Levitz
Dibujo
Dan Jurgens, Steve Rude, Kevin Eastman, Shane Davis, Walter Simonson, Jill Thompson, Ryan Sook y José Luis García López
Tinta
Klaus Janson, Steve Rude, Freddie Williams II, Michelle Delecki, Walter Simonson, Jill Thompson, Ryan Sook y Joe Prado
Color
Hi-Fi, Clem Robins, John Kalisz, Laura Martin, Andrew Crossley y Trish Mulvihill
Formato
Rústica, 192 págs. Color.
Precio
17,50€
Editorial
ECC Ediciones . 2018
Edición original
The Kamandi Challenge núms. 7 a 12 USA (DC)

Y así termina este experimento titulado El Desafío de Kamandi. Aunque ya lo comentamos en la reseña del tomo anterior, no está de más recordar la premisa de esta serie, ya que tiene mucho que decir en la conclusión final. Cada capítulo del desafío vendrá de la mano de un equipo creativo distinto. Aprovechando aquel mapa del mundo postapocalíptico que nos dejaba Kirby allá por 1975, cada equipo se lo tendrá que llevar a una región distinta. El verdadero reto es que obligatoriamente cada episodio ha de terminar con un cliffhanger que deje a Kamandi en una situación de la que es imposible salir, así que los siguientes tendrán que inventarse alguna locura para salvar la papeleta.

El Desafío de Kamandi nº2 (de 2)

Bajo este punto de partida, una sinopsis general no puede ir más allá de “Kamandi yendo de aquí para allá, metiendo su culo en chaladuras extravagantes y saliendo de modos delirantemente insólitos en una continua huida hacia adelante”.  A partir de ahí cada episodio es su propia historia, sin que ninguno de sus autores olvide que esto se trata fundamentalmente de jugar y divertirse.

Comentaba sobre la anterior entrega la ausencia de cohesión como historia unitaria y, aunque sí es cierto que da algo de lástima perder el jugo que podría haber dado una sola dirección en la que remar, de algún modo, este disfrute anárquico termina por ser parte integral del encanto de este homenaje a Jack Kirby.

El Desafío de Kamandi nº2 (de 2)

Evidentemente, semejante profusión de planteamientos, estilos, ambientes y géneros deriva en unos altibajos de calidad mareantes, alternando capítulos que no pasan de ser simpáticos con otros francamente excepcionales.

Arrancará Marguerite Bennett presentando a un grupo de piratas perrunas con dibujos de un Dan Jurgens no especialmente inspirado. Keith Giffen nos deja una fábula con cierto mensaje dibujada por un Steve Rude tremendo. Tom King hace de las suyas junto con Kevin Eastman en una de esas historias que nos arquean la ceja durante toda la lectura hasta que llega el final y no tenemos otra que insistir en que es uno de los guionistas más grandes del momento. Mucho más de trámite es la aventura de Greg Pak y Shane Davis, para luego volver a despegar con una chaladura de Rob Williams dibujada por el artista que mejor ha entendido a Kirby: un Walter Simonson que a sus 71 primaveras tiene más fuerza de la que la mayoría de los dibujantes actuales tendrá jamás. Gail Simone, Jill Thompson y Ryan Sook nos dejan de nuevo una fábula que hace de transición hacia el final de Paul Levitz y José Luis García López. Serán estos dos pilares fundamentales del universo DC los que se encargarán de resolver esta locura irresoluble de un modo bastante especial, que reflexionará además sobre el propio planteamiento del Desafío de Kamandi.

El Desafío de Kamandi nº2 (de 2)

Al terminar la obra queda claro que como lectores, debemos hacer como Kamandi y tener en cuenta ese mantra de “dejarlo pasar” con todas esas cosas que nos chirríen. Si tenemos claro que no habrá un gran plan, si estamos dispuestos a aceptar que Kamandi lo admite todo y cada historia puede ser diametralmente opuesta a la anterior, si asumimos la huida hacia delante, el goce de lo absurdo y entramos en ese juego en el que un guionista deja un final deliberadamente impracticable con un guiño maligno al siguiente equipo que deberá tomar el relevo… entonces terminarás El Desafío de Kamandi con una sonrisa.