Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Dash Kappei – Chicho Terremoto 7

Dash Kappei – Chicho Terremoto 7
Guion
Noburo Rokuda
Dibujo
Noburo Rokuda
Formato
308 Color: Blanco y negro con páginas a color Tamaño: 15 x 21 cm
Precio
14.50 €
Editorial
Kimmo Editorial. Febrero 2023

Si alguien me hubiera dicho hace décadas que a mis cuarenta y dos tacos la serie que más ganas tendría de pillar cada mes sería Chicho Terremoto (o Dash Kappei, si prefieren), estoy convencido de que no me lo creería. Pero he aquí, que estamos ante una de esas obras que consiguen alegrarte el día a base de diversión pura y dura. De pequeño me gustaba el anime, emitido hasta la saciedad por Antena 3, pero sin duda el manga es mucho mejor.

Hoy vamos a hablar del séptimo volumen de la edición Kanzenban de Dash Kappei. Kimmo ha decidido con buen criterio hacer uso de este tipo de tomos para acortar la edición original, que se compuso de diecisiete volúmenes. Hoy en día es una cantidad irrisoria para lo que suelen durar los mangas de éxito. No obstante, personalmente lo prefiero. Creo que las 180-200 páginas habituales de un tankoubon se me harían escasas dada la adicción que provoca esta lectura.

Dash Kappei

En las páginas que nos ocupan seremos testigos de un pequeño punto de inflexión en la trayectoria de Dash Kappei. Llega un momento en la mayoría de los mangas de éxito en los que sus autores hacen que, de golpe y porrazo, el mundo que narran se haga mucho más grande. Lo hemos visto muchas veces. En Captain Tsubasa, el Newteam pasó de la competición local a la nacional, y más tarde al campeonato del mundo. En los Caballeros del Zodiaco, en la Saga del Santuario, ocurre solo para descubrir que les quedan unos cuantos panteones por delante. ¿Y qué me decís de Goku? Que de ser un crío mierda que solo quiere pelear pasó a descubrir que forma parte de una raza de guerreros galácticos que van por ahí conquistando mundos.

En el caso de nuestro querido Kappei lo que ha sucedido es que el baloncesto se le ha quedado pequeño. Por eso, en esta entrega, veremos como se centra en exclusiva en picarse con el equipo de Ping Pong de su escuela. Sí, amigos, tenemos por delante trescientas páginas centradas en el tenis de mesa que os aseguro que os harán reír de sobremanera. Igual alguno os preguntáis por la elección de este deporte. Simplemente aclarar que es uno de los más practicados en toda Asia. Destacar también, que dicho deporte también es el eje de uno de los mangas más famosos del gran Taiyô Matsumoto.

Volviendo al tomo que nos ocupa, Rokuda echa el resto con una trama disparatada en la que Kappei deberá ir derrotando rivales uno tras de otro como si de un torneo de lucha se tratase. Comentar que no veremos una competición de Ping Pong convencional, aquí el tablero de juego estará dentro de un cuadrilátero de lucha libre que podrá ser usado para ganar la partida por parte de los contendientes.

Como dirían los Spinal Tap, todo en este manga está elevado al once, particularmente la personalidad de Kappei más egocéntrico, pesado y salido que nunca. Este aspecto puede resultar algo molesto a algún lector que no esté acostumbrado a los manierismos de la época y, qué narices, hay algunos momentos un tanto sonrojantes, aunque en mi opinión son los menos.

El pique con Honda, la rivalidad con su querido profesor con cara de gorila (que un docente agreda a un alumno es algo que no veremos en un manga de este siglo, pero en Dash Kappei todo es posible), la incipiente amistad con Okuyama o las lecciones de humildad y responsabilidad que le da Akane son también alicientes para una historia que, debajo de el cachondeo y la mala leche, es mucho más humana de lo que podría parecer.

Esta saga, divertida como pocas, se sustenta también gracias al llamativo dibujo de Rokuda. Sus personajes son verdaderamente expresivos, aunque en algunas ocasiones hace uso y abuso del humor slapstick. Con todo, los momentos en los que he soltado una notable carcajada son muchos, ya que Dash Kappei es una serie en la que no te puedes tomar nada ni a nadie en serio. Si consigues superar esa barrera, tarea fácil por otro lado, estoy convencido de que disfrutarás de lo lindo tanto como yo.

Destacar que la edición de Kimmo incluye las páginas centrales a color del original japonés. La única pega es el escaso gramaje del papel, que no evita las transparencias de unas páginas a otras cuando hay abundancia de masas de negro o sombreado.

Deseando estoy de ver las nuevas locuras de Kappei en el tomo ocho.