Que estamos curando de espanto, ya lo sabemos todos. Hoy día no hay muerte comiquera que nos entristezca, resurrección que nos sorprenda ni reaparición que nos alarme.
Por eso, cuando algun profano se lleva las manos a la cabeza ante algún acontecimiento como éstos, no podemos sino decir… «angelito».»
[Pulsa en la imagen para verla ampliada]