Saludos, queridos lectores. Si no me  he equivocado al echar las cuentas, hoy es 1 de enero de 2024 y esta es la primera reseña anual de ELHDLT. Aunque  tal vez me equivoque. El exceso de turrón, champán y comilonas es malo para el cerebro. Y para la cartera, pero ese es otro tema. Pero bueno, empezaremos el año con una mezcla entre el tebeo europeo de toda la vida y el que viene de esas islas del Sol Naciente. hoy nos toca Chanbara: El mundo suspendido.

Chanbara es una de esas series que la ves en la estantería y te preguntas cuando saldrá el siguiente tomo. Quizás no la releas todas las semanas, pero estás esperando su siguiente entrega. Y finalmente tengo el cuarto tomo en la estantería.

Estamos ante una de esas series creadas por unos autores que después permiten a otros jugar con sus personajes. Pero no al estilo de las editoriales usa, que se hace lo que dicen porque los personajes son suyos. Ni exactamente al estilo de Una aventura de Spirou por…

Aquí lo que se hace es dar libertad a los nuevos autores (autoras en este caso) pero bajo el control de los creadores, dentro de la continuidad de la historia y de su estilo.

¿Y qué es lo que han hecho Isabella Mazzanti y Gabriella Contu?

Pues ofrecernos una historia en la que nuestros héroes siguen persiguiendo y eliminando al mal. Pero esta vez lo importante no serán sus espadas ni sables, no dependerán de sus destrezas y habilidades.

Esta vez Jun, nuestra espadachina letal, realizará un viaje a medio camino entre  lo onírico y lo sobrenatural.

Como suele suceder en este tipo de historias, se nos deja con la duda de si realmente se encuentra con los yokai o se lo imagina. ¿Es un mensaje espiritual, una metáfora de lo que pasa en el mundo real? ¿O es algo real, una visita a ese mundo oculto a través de los sueños?

Como también es habitual decir en estos casos, ni lo sabemos ni nos importa. Importa más el viaje que el destino.

Y llegados a esto, nos preguntaremos si habrá un despliegue de seres sobrenaturales desconocidos y que no sabremos si son reales o fruto de la fantasía de las autoras. Bueno, si estamos siguiendo una serie de samuráis más o menos sabremos algo de la cultura japonesa. De todas maneras, no es tan importante saber sus nombres ni sus costumbres como verlos en su relación con la protagonista.

El dibujo está, no a medio camino, sino compartiendo características del  realismo europeo y la exageración gráfica del manga.

Y no solamente la exageración de la violencia y de los combates. Toda la  obra tiene un trabajo de pincel que nos recuerda a las pinturas japonesas antiguas. Además, este estilo casi pictórico le viene muy bien al tono entre onírico y fantástico que impregna las páginas de este tomo.

Respecto a la edición, podemos decir que entre los extras se incluyen ilustraciones, textos y bocetos (el dibujito de Jun con el dragón es para camisetearlo). Las guardas son de color plano, sin ilustraciones ni decoración.

La traducción la soñó Joseba Basalo.

¿Por qué leer Chanbara: El mundo suspendido?

Te gustan las historias de samuráis no totalmente realistas. El ambiente onírico y sobrenatural.

¿Por qué no leer Chanbara: El mundo suspendido?

Buscas historias totalmente realistas e históricas.