Es la hora de las tortas!!!

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Cara o cruz. Conviviendo con un trastorno mental

Cara o cruz. Conviviendo con un trastorno mental
Guion
Lou Lubie.
Dibujo
Lou Lubie.
Tinta
Lou Lubie.
Color
Lou Lubie.
Formato
Cartoné, 144 págs, bitono, 17x24 cm.
Precio
19.50€.
Editorial
Norma Editorial. 2018.
Edición original
Goupil ou face (VRAOUM).

El trastorno bipolar es una enfermedad mental caracterizada por cambios del estado de ánimo que van pasando de la depresión a un estado cercano a la hiperactividad. Cara o cruz. Conviviendo con un trastorno mental, editado por Norma Editorial, es un estudio minucioso sobre dicha enfermedad, ilustrando desde la patogenia de la enfermedad, a los tipos de trastorno bipolar que existen y a las posibilidades terapéuticas que se encuentran al alcance de los sanitarios. Lou Lubie, su autora, lo cuenta de primera mano. Nos cuenta su periplo, desde su complicado diagnóstico, al debutar durante su adolescencia, a lo duro que es convivir con alguien que padece dicho trastorno. Otra obra más, perfectamente catalogable dentro de ese concepto de Medicina gráfica.


Las enfermedades mentales y la Psiquiatría en general son uno de los campos que mejor encajan en esto de la Medicina gráfica, porque se prestan mucho a una representación de los síntomas que, por lo general, suenan raro a los que ni las padecen, ni son sanitarios y conocen sobre ellas. Si a alguien le cuentas que tienes diarrea, que te duele un brazo o que tienes una dolencia «física, palpable», por lo general se suele aceptar con más empatía. Pero cuando alguien te cuenta que escuchas una voz dentro de tu cabeza que te dice que tu marido te engaña o tu vecino te roba… la cosa cambia. Amén de que España es uno de los países en el que la enfermedad mental está más estigmatizada: Si en el norte de Europa dices que vas a un psiquiatra, nadie se alarma ni se aparta de ti. Aquí, poco menos que te ponen una etiqueta y te dan por tarado. El hecho de que seamos unos de los países con más sol influye: La exposición al sol repercute directamente en el estado de ánimo y en países más nórdicos las depresiones son enfermedades tan habituales como una infección pulmonar, por lo que son mejor aceptadas por la población.

Como suele suceder con la gran mayoría de las obras de Medicina gráfica, el primer problema viene con el diagnóstico: Al igual que hemos visto en obras como De tripas y corazón, María y yo o Una posibilidad entre mil, el sector sanitario solemos quedar bastante mal retratado en el mundo del cómic. Lou Lubie nos cuenta su periplo hasta ser catalogada como un trastorno bipolar tipo ciclotímico, pues cada profesional emitía un diagnóstico, y la que salía perjudicada era ella, que ya ni sabía lo que le sucedía. La autora lo cuenta con sentido del humor, resignada (qué va a hacer la pobre), y muestra con empatía sus síntomas, reconociendo que los que la han rodeado lo han tenido muy difícil también, no solo ella lo ha pasado mal.


Sí hay un detalle que en esta obra concreta se presta un poco a confusión, pues la ciclotimia es el síntoma, el trastorno de ánimo cambiante, de un extremo a otro… pero también es uno de los subtipos de la enfermedad bipolar. La autora lo explica a la perfección, pero bien avanzada la historia. Mientras lo leía pensaba que tal vez se podía confundir un poco al lector. Pero si se tiene paciencia, te vas a enterar de todo perfectamente, me ha sorprendido mucho lo ordenada que es la obra. Aborda todos los aspectos, desde el diagnóstico, terapias e incluso el mecanismo de funcionamiento de los neurotransmisores en el estado de ánimo, base fundamental para la farmacoterapia psiquiátrica. Si os interesa el tema, os recomiendo también Neurocómic, también editado por Norma Editorial y donde se repasa el funcionamento del cerebro humano de una manera muy didáctica.

En cuanto al dibujo, Lubie tira por el simbolismo, que es la mejor manera de representar este tipo de sintomatología. Convierte a su ciclotimia en un zorro, que a veces se oscurece y se hace grande provocando un decaimiento del estado de ánimo, y otras se convierte en un zorro hiperactivo y luminoso que demanda «comida» en forma de actividad. Es un dibujo muy sencillo, cercano al de las tiras cómicas, con mucha expresividad de los personajes, pero que recurre con mucho acierto a gráficas y a todo tipo de representaciones para explicar el curso de la enfermedad. Está realizado con un bitono con naranja que suele recaer casi siempre en las escenas de las fases hipomaníacas (de exaltación y mucha actividad).


En definitiva, Cara o cruz. Conviviendo con un trastorno mental.

Una obra maravillosa con la que poder entender mejor a una persona que sufre esta enfermedad. Explica muy bien la sintomatología, los niveles o tipos de enfermedad y transmite muy bien cómo lo vive el enfermo. Para ello, recurre a un sentido del humor que está más cerca de la sensibilidad que de la brusquedad, que se podría interpretar como falta de respeto. Las escenas cómicas te sacan una sonrisa, pero nunca pierdes de vista lo difícil de la situación. Recurre al simbolismo para expresar los conceptos más difíciles de comprender, y lo hace con mucho acierto. Tal vez el punto que la haga más creíble es el sentido de autocrítica, presente en todo momento. Otras obras Medicina gráfica tienen un tono de queja, de incomprensión (un sentimiento por otro lado completamente normal) pero aquí la autora es consciente en todo momento de la dificultad que entraña convivir con una persona con un estado de ánimo tan cambiante y sin entender por qué sucede.

Lo mejor: Lo ordenado que está el relato, lo cual facilita la comprensión de la enfermedad y hace su lectura entretenida en todo momento. El simbolismo tan acertado y el sentido del humor.

Lo peor: Esperar una historia. Aparte de la cronología de su enfermedad desde el diagnóstico hasta el tratamiento, es más bien una obra didáctica que narrativa.