Llega el tercer y último tomo de la serie limitada publicada por Fandogamia con una historia de viajes interdimensionales, científicos locos, mafiosos y trolls con aficiones mundanas, muy mal vistas por su propia raza. By night Volumen 3 contiene los últimos cuatro números de la serie, con guión de John Allison y dibujo de Christine Larsen.
La verdad es que viendo la serie en su conjunto es una pena lo irregular que ha resultado. Tiene grandes puntos fuertes, sobre todo la caracterización de personajes y unos diálogos divertidos y cargados de ironía. Pero, sea por la extensión limitada y contenida, sea porque no ha sabido muy bien qué hacer con algunos personajes, ha resultado un viaje con muchos altibajos. Si bien arrancó con un primer arco de presentación discreto, el segundo tomo supuso una mejoría porque podía centrarse en los diálogos, una vez presentados todos los personajes y planteadas las principales líneas argumentales. Y en este tercer tomo se cierran todas las tramas, se explica todo lo que había que explicar, e incluso presenta hallazgos destacables a nivel de dibujo (que era otro de los puntos más flojos de la serie)… pero me deja con la sensación de que le cuesta un poco ordenar las ideas.
Jane y Heather quedan un poco de lado, siendo las protagonistas de la serie, y se centra excesivamente en los científicos, con unos números finales que me han llegado a parecer algo abundantes en explicaciones, dando demasiado protagonismo a los secundarios. Eso deja una sensación extraña, porque acabas con un poco de duda sobre quiénes son los verdaderos protagonistas. En ese aspecto, Allison no ha estado especialmente acertado. Parece que, a la hora de escribir episodios sueltos con historias autocontenidas (como en el caso de Giant Days ) lo borda, pero cuando toca cerrar una historia y plantearla a lo largo de una serie limitada de números le cuesta un poco más. Me pasó algo similar con su Steeple , cuya estructura me pareció algo fallida, y con esta serie, a pesar de haberme divertido y gustado, me deja ese regustillo de pensar que Allison no acaba de tomarle el pulso a una serialización de una historia. Tal vez ha intentado plantear demasiadas líneas argumentales que se le han acabado yendo un poco de las manos.
Pero, si bien el trabajo de Christine Larsen me había parecido flojito, sobre todo con esa inevitable comparación con el trabajo de Max Sarin en Giant Days , con este tomo me ha parecido apreciar una evolución muy evidente, con cambios de estilo entre las dimensiones, una buena química con el color de Sarah Stern, y algunos recursos como la emulación de la página de las series de superhéroes clásicas, que me pareció divertidísima. Tal vez he necesitado un poco de más tiempo para saber apreciar el trabajo de Larsen, pero ha acabado gustándome mucho más de lo que ya esperaba.
En todo caso, lo mejor que tiene esta y cualquier otra serie de John Allison es ese sentido del humor, tan cercano, tan cotidiano, tan conectado a los gustos del lector medio de cómic (con esas referencias frikis que tanto nos gustan), y solo por esas carcajadas que consigue provocar creo que la serie merece la pena. También se agradece que, a pesar de que podría haber estirado mucho más el chicle, no lo ha hecho. Una serie con tantos frentes abiertos se podía haber alargado hasta cansar, y habernos mostrado un poco más de las particularidades de los científicos, la dimensión paralela o incluso más del pasado de las propias Jane y Heather, pero ha preferido contenerla en estos doce números, y creo que ha sido un acierto.
En definitiva, By night Volumen 3 cierra una serie tan irregular como divertida, con diálogos muy divertidos, un dibujo que va de menos a más, y una historia que por momentos desborda pero cuya extensión consigue que la puntuación media final esté por encima del aprobado alto. Espero que sigan llegando trabajos de John Allison, un guionista que siempre garantiza echarte unas risas y presentarnos grandes personajes.
Lo mejor: Los diálogos. La evolución de Christine Larsen en estos números finales. Los personajes.
Lo peor: Deja la sensación de que con los mismos elementos, podría haberse estructurado mejor y sacarle más partido.
