Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 3. La masacre mutante

Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 3. La masacre mutante
Guion
Chris Claremont, Ann Nocenti.
Dibujo
Mary Wilshire, Rick Leonardi, Keith Pollard, Jackson Guice, Arthur Adams, Steve Purcell, Alan Davis, Bret Blevins, Kevin Nowlan, Sal Buscema.
Tinta
Bill Sienkiewicz, Dell Barras, Kyle Baker, Terry Austin, Arthur Adams, Whilce Portacio, Alan Davis, P. Craig Russell, Val Mayerick, John Beatty, Kevin Nowlan, Paul Neary, Dan Green.
Color
Petra Scotese, Michael Higgins, Glynis Oliver, Michell Wrightson, Elaine Lee, George Roussos.
Formato
Cartoné, 696 págs, color.
Precio
44,95€.
Editorial
Panini Cómics. 2021.
Edición original
The New Mutants #35-54, Annual #2 y #3, The Uncanny X-Men Annual #10 y Web of Spider-Man Annual #2 (Marvel).

A estas alturas de partido la colección de Los Nuevos Mutantes  ya estaba completamente asentada en el panorama editorial hasta el punto de ser, junto a Factor-X , la tercera gran serie mutante (aún quedaban un par de años para que comenzara la serie regular de Lobezno). Lo que había comenzado siendo la serie que recuperaría el espíritu de mutantes adolescentes que aprenden a controlar sus poderes, una vez que La Patrulla-X ya era un equipo de «adultos» completamente asentado, había encontrado su tono y se integraba cada vez mejor en el particular subuniverso mutante. En Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 3. La masacre mutante  ya vemos a un grupo integrado, con sus salidas de tono propias de la edad de sus protagonistas, pero con una visión totalmente diferente de las aventuras de los mutantes en el Universo 616. Panini edita este tercer Omnigold, conteniendo los números 35 a 54 de la colección original, junto a otros tantos anuales de la época.

Hasta el momento, el grupo había experimentado algunos cambios, con diversas incorporaciones como Cifra, Warlock, Magma y Magik a partir del primer año, pero por fin parecía haber encontrado su alineación definitiva. Era el momento de reforzar las dinámicas de grupo y de profundizar un poco más en algunos personajes en concreto. Tras las aventuras en Asgard, Espejismo volvía asumiendo su rol de valkiria y algunos de los jóvenes mutantes empezaban a desarrollar algo más sus poderes, como la premonición de muertes de Danielle Moonstar o el desarrollo de las capacidades empáticas de Karma. Aún así, el gran reclamo de la serie sería seguir viendo cómo unos jóvenes inmaduros incapaces de controlar al 100% sus habilidades tenían que afrontar situaciones para las que no estaban preparados.


La serie exploraba lo que estaba sucediendo en la colección de los mutantes adultos desde esta perspectiva, encontrando situaciones como la dirección de Magneto en sustitución del ausente Xavier, el posterior ataque de Los Vengadores para llevar al ahora líder mutante frente a la justicia, la llegada de un ser todopoderoso capaz de matar y resucitar a algunos de sus miembros, o el genocidio mutante a cargo de Los Merodeadores que vimos en La masacre mutante . Eran situaciones que los superaban en mucho, y para las cuales resultaba tremendamente interesante explorar este punto de vista inocente e inexperto. Para eso Claremont siempre ha sido un completo crack, capaz de hacer interesantes números sin apenas acción, en los que se hacía hincapié sobre los conflictos emocionales de los protagonistas.

Por eso el guionista , en lugar de incomodarse por un evento que paralizó la editorial como era el megaevento Secret Wars II , aprovecha la oportunidad brindada por un personaje como el Todopoderoso para crear una situación en la que los chicos quedarán marcados por el shock postraumático de su encuentro con él. Es una oportunidad de oro para recurrir a tramas de otro modo inverosímiles, como permitir dejar al grupo de adolescentes en manos de la temible Reina Blanca Emma Frost y que compartan espacio con sus hasta el momento némesis Los Infernales. Se dan situaciones perfectas para poder desarrollar tramas que acabarán resultando críticas en la serie, como el acercamiento de Illyana a su lado oscuro infernal o el creciente temperamento de Mancha Solar que acabará provocando su salida del grupo para embarcarse en la aventura de los Ángeles Caídos .

De hecho, resulta curioso a la par que interesante ver cómo Claremont aprovecha un crossover como La masacre mutante  para llevarse a los Nuevos Mutantes a un sitio completamente diferente y a enfrentarlos con Magus, el padre de Warlock. Cualquier otro guionista habría aprovechado todas las colecciones mutantes para dar énfasis al evento ideado por él, pero aquí prefiere hacer hincapié en la falta de preparación para hacer frente a un grupo tan temible y letal como Los Merodeadores y llevárselos a otro sitio, aprovechando para enlazar aventuras con el grupo a lo largo del espacio y tiempo, pero creando otra historia tan atractiva como el evento que estaba sucediendo en el resto de colecciones, y aprovechando su último número (el 50 nada menos) para cerrar cabos sueltos y resituar el statu quo del grupo.


Mención especial merecen los anuales incluidos en este tomo. Por un lado tenemos la historia de Nuevos Mutantes y Patrulla-X en el Mojoverso que también vimos en el séptimo Marvel Gold de La Patrulla-X , pero también tenemos otros dos anuales que tienen un claro protagonista: Warlock. Se tratan del anual 2 de la serie Web of Spider-Man , donde unos científicos desatarán todas las fantasías televisivas del alienígena que ha aprendido casi todo lo que sabe de nuestro planeta a través de la caja tonta; y por otro lado el tercer anual de Los Nuevos Mutantes , donde el inocente e imprevisible miembro del grupo se verá las caras con alguien a su altura… ¡el Hombre Imposible! Ambos anuales son completamente descacharrantes y divertidísimos, amén de estar dibujados por nada menos que Arthur Adams y Alan Davis.

Y es que el apartado gráfico de los números incluidos en este tercer tomo es para quitar el hipo: a autores de la talla de Jackson Guice, Rick Leonardi, Bret Blevins, Mary Wilshire o Kevin Nowlan, entre otros, tenemos que sumar unas tintas de Bill Siekiewicz, Kyle Baker, P. Craig Russell o Terry Austin. Es cierto que las tintas de Sienkiewicz siguen siendo invasivas, así como algunos de los números en los que entinta Baker. Es el eterno debate sobre hasta qué punto estamos hablando de entintado o acabados. De hecho, en algunos números se explicita así, designando los créditos de dibujo (sin especificar) a ambos autores, o especificando la labor de bocetos y acabados. Con el autor que más acabados diferentes vemos, de los números aquí incluidos, es Jackson Guice, mayormente entintado por Kyle Baker aunque con otros números con tintas de gente como P. Craig Russell o John Beatty. Tal vez Russell sea el que más me guste de todos. Baker hace unos acabados muy particulares, donde se muestra muy bien su propio estilo, con rostros muy perfilados, sin apenas detalles y un entintando limpio y de contornos muy finos. Russell sin embargo muestra más detalles de rostros y tiene un entintado más contundente. Lo que no deja de ser un espectáculo son los números de Adams y Davis, en unos momentos muy dulces de sus carreras y que no dejan de ser un deleite para el lector.


En definitiva, Marvel Gold Los Nuevos Mutantes 3. La masacre mutante  es un tomo de obligada lectura para los amantes del trabajo de Chris Claremont en las franquicias mutantes. A pesar de que su estilo pesado y sobreexplicativo ha envejecido regular, son historias muy diferentes a las que hoy día estamos acostumbrados a leer, muy dirigidas al desarrollo emocional de los personajes, y con un crecimiento de los personajes y una química en las dinámicas de grupo que siguen siendo fabulosas a día de hoy. A partir del siguiente tomo dejamos los números de Claremont para entrar en la etapa de Louise Simonson, aunque de eso, ya hablaremos en unos meses…

Lo mejor: La química entre personajes. Su evolución. Arthur Adams y Alan Davis. La valentía de mostrar historias más íntimas en una etapa en que las peleas mutantes eran lo más. El número 45…

Lo peor: Si vas buscando cómics de peleas, aunque las haya, puedes llevarte un chasco.