Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

100% Marvel HC. Ángeles Caídos: Fugado

100% Marvel HC. Ángeles Caídos: Fugado
Guion
Jo Duffy.
Dibujo
Kerry Gammill, Marie Severin, Joe Staton.
Tinta
Tom Palmer, Val Mayerick, Tony DeZúñiga.
Color
Petra Scotese.
Formato
Cartoné, 216 págs, color.
Precio
23€.
Editorial
Panini Cómics. 2021.
Edición original
Fallen Angels #1-8 (Marvel Comics).

Qué sensaciones más raras he vivido con la lectura del tomo 100% Marvel HC. Ángeles Caídos: Fugado  que ha editado Panini. Por un lado, creo que es una serie limitada que adolece de todos los defectos del cómic de los ochenta tras la explosión mutante, época en la que La Patrulla-X  era lo más de lo más, y «experimentos» como Factor-X  o Nuevos Mutantes  parecían  arrastrar el éxito que estaban teniendo los mutantes a la hora de vender tebeos. Esta serie nace como un intento de recoger personajes de estas series, derivadas de la exitosa versión de Chris Claremont del grupo de mutantes que crearan Stan Lee y Jack Kirby en los sesenta, y traernos nuevas y frescas agrupaciones con un punto de vista diferente. Sus autores Jo Duffy y Kerry Gammill cuentan que estaba ideado desde un principio como una serie limitada aunque, no cabe duda de que si las críticas y ventas hubieran estado a la altura, habríamos tenido muchas más aventuras protagonizadas por estos inadaptados. La serie tiene muchos (pero muchos) defectos, y probablemente algún lector no acostumbrado a leer cómics de esta época pueda llegar a pensar que no puede ser verdad lo que está leyendo. Pero es que, por otro lado, yo me lo he pasado bomba leyéndola.


Por si no ha quedado suficientemente claro lo digo abiertamente: Ángeles Caídos: Fugado  me parece una serie muy mala, por encima de la media de lo que solemos considerar como una mala serie. Pero es que es una serie hija de su época, y tengo que reconocer que yo he disfrutado mucho más por las sensaciones a las que me ha retrotraído antes que por la calidad real de su contenido. Es por esto, que invito al lector que no tuviera conocimiento hasta el momento de su existencia a que se acerque a ella con precaución. Si eres un lector que disfruta con las idas de pinza de Claremont y sus mutantes atormentados hasta rozar la parodia, que se lo pasa en grande con el rollo culebronesco que llegaron a tener las series mutantes en los ochenta, te va a pasar como a mí, que te va a traer unos recuerdos y vas a entrar en sintonía con ella. Si por el contrario, eres un lector que ha empezado a leer cosas de los noventa para adelante, con la narrativa actual más moderna, y que los cómics de los ochenta te entretienen pero no como los más actuales… hazte un favor y huye, porque esta serie te puede llegar a hacer cuestionar la cordura del editor que diera luz verde al proyecto.

A ver, entremos en harina. ¿De qué va la serie? Pues parte de la premisa de la huída de Mancha Solar y Warlock de la formación de mutantes adolescentes, tras un accidente con Bala de Cañón. Estos acabarán encontrándose con un variopinto grupo de mutantes entre los que se encuentran Syrin y Madrox, o un grupo de ladronzuelos liderados por el villano El desvanecedor y entre los que se encuentran un chico acompañado de dos langostas de colores (sí, habéis leído bien), una teleportadora, una ladrona sin poderes, a los que posteriormente se acabarían uniendo Bum-Bum y, por si no fuera una mezcla suficientemente extraña, Chico Luna y Dinosaurio Diabólico, las creaciones de Jack Kirby.


Los ocho números están centrados básicamente en cómo se conocen y en cómo acaban combinando sus fuerzas para enfrentarse a una amenaza común, partiendo del típico malentendido que les hace pensar que son los únicos con problemas en el mundo. Esto nos lleva a una serie en la que hay más diálogo que acción y cuando hay de lo segundo, suele ser hasta cierto punto forzada. El dibujo es obra de Kerry Gammill, que pronto se vio desbordado y tuvo que contar con la ayuda de Marie Severin y Joe Staton, haciendo una serie de ocho números con bastante heterogeneidad artística para su corta extensión.

Pero todas estas características que probablemente para muchos sean muy negativas, tienen también su encanto: es la típica serie que surge a raíz de un malentendido que realmente es lo de menos, y en la que se combinan personajes muy muy dispares, que tendrán que aprender a limar sus asperezas y a colaborar juntos. Tenemos una fórmula similar a la de futuras series como Runaways  o incluso Exiliados  que parten de una idea muy similar y acabaron dándonos muchos años de lecturas muy satisfactorias. Y ese rollo culebronesco entiendo que a los lectores que han surgido en las dos últimas décadas les puede resultar muy llamativo, pero eran lo mejor de las franquicias mutantes en la década de los ochenta.


En definitiva, 100% Marvel HC. Ángeles Caídos: Fugado  es un tomo al que hay que saber bien cómo o por qué acercarse. Creo que es una serie que gusta más por la época que recuerda y esas fórmulas tan locas de las que a veces salían conceptos que han acabado dando miles de páginas de nuestras lecturas favoritas, pero que, siendo objetivos, en esta ocasión el comienzo fue bastante poco esperanzador. No obstante, contó con un éxito relativo. Desde la aprobación del rígido y selectivo Chris Claremont hasta unas ventas que propiciaron el que se diera luz verde a una continuación, de la mano de Jo Duffy junto a Colleen Doran de la que se llegaron a hacer dos números pero finalmente no llegaron ni  a ver la luz porque, por decisiones editoriales, acabó cancelándose el proyecto para llevar las historias mutantes hacia un terreno más oscuro y «adulto».

Lo mejor: Es una serie hija de su época, y trae muy buenas sensaciones recordar cómo se hacían las cosas en aquella época.

Lo peor: Objetivamente es una serie que hace aguas por cientos de sitios, desde un guión en el que se pensaba antes adónde se dirigía que por dónde lo haría, hasta un dibujo excesivamente heterogéneo y en el que lo mejor eran las tintas de Tom Palmer.