Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El paciente

El paciente
Guion
Timothé Le Boucher.
Dibujo
Timothé Le Boucher.
Formato
Cartoné, 256 pags, color. 19x27 cm.
Precio
25€.
Editorial
Nuevo Nueve. 2022.
Edición original
Le patient (Editions Glénat).

Conocí el trabajo de Timothé Le Boucher gracias a su interesante Esos días que desaparecen , por lo que en cuanto supe de la publicación de El paciente , por parte de Nuevo Nueve, me interesé inmediatamente por él. Una obra que comparte ese tono de continua desconfianza, de duda sobre por dónde puede ir dirigida la historia y con una narrativa sumamente apaciguada, que contribuye a la atmósfera como un elemento más. En esta obra se nos plantea el motor desencandenante y marca dos actos dentro de la obra. Me interesa mucho más la primera parte, por los motivos que ahora explicaré, pero esa segunda parte más centrada en el desarrollo de la trama funciona igualmente bien, y creo que es una historia con muchos puntos positivos.


El paciente
  gira en torno a Pierre, un chico que está en coma durante seis años. Al despertar, la psicóloga Anna Kiefer asume su caso, investigando el incidente en el que resultó herido y acabó siendo el único superviviente del ataque de su hermana, enferma mental, a toda la familia. Anna entablece una relación estrecha con su paciente, cautivada por las secuelas del trastorno de estrés postraumático en Pierre, y por averiguar las causas que llevaron a Laura a cometer dicho crimen, puesto que se suicidó estando detenida y no se pudo llegar a esclarecer el caso del todo.

Como decía, la primera parte de la obra está centrada en la presentación de la historia y en mostrar la personalidad de Pierre, un chico frío, con una falta de afecto y de contacto físico que le marca en su personalidad. El chico está teniendo pesadillas en los que una presencia oscura le atemoriza. Esa presencia oscura da pie a muchas interpretaciones, y acaba siendo una representación de la oscuridad que gira en torno al caso y a la propia vida de Pierre. El autor recurre al simbolismo en muchas ocasiones, y las sombras y la oscuridad tienen un valor añadido en esta historia como, por ejemplo, en una escena en la que Anna habla con una de las doctoras del hospital, con un problema personal, y pone el foco en la sombra de dicha doctora, en lugar de mostrar directamente al personaje.


El trabajo de Le Boucher es muy destacable, con un uso de una línea clara y limpia y sobre todo una narrativa muuuuuuy estática. Y digo estática en el sentido de que todo parece estar en calma siempre. Incluso una escena en la que Anna habla con su marido, que se encuentra nadando en una piscina se muestra con un agua plana, sin ondas, todo parece estar contado a cámara lenta… y eso da una tridimensionalidad fabulosa a la propia atmósfera, contribuyendo a aumentar esa sensación de misterio, de intriga, de dudar por dónde va a continuar la historia.  Incluso aporta en escenas de gran carga emocional, contadas con mucha sensibilidad, y centradas en una lágrima que cae o en ese vacío por la ausencia y necesidad de contacto físico.

En cuanto a los personajes, son muchos los secundarios, especialmente en el hospital, cada uno con su propia historia pero con algo en común: todos esconden un pasado, que se va revelando poco a poco, y no en su plenitud, contribuyendo así también a ese halo de misterio y de generar la necesidad de saber en el lector, de dirigir su curiosidad a ciertos momentos, distrayendo su atención para ir dejando algunas pistas de lo que vendrá a continuación.

En ese aspecto, la segunda mitad de la obra está dirigida directamente a la resolución de la historia y a ir aclarando todos esos puntos misteriosos que se han ido planteando, y serán satisfactorios para el desenlace de la historia. No obstante, me parece tan interesante el Le Boucher que sugiere, que muestra sentimientos, que evoca sensaciones… que la resolución de una historia francamente bien planteada queda en un segundo escalón.


En definitiva, El paciente  es una obra con muchas capas de lectura, y todas interesantes. En determinados momentos de la historia me ha llegado a recordar al Monster  de Urasawa, con ese misterio de la personalidad de un asesino, de dejar el misterio sobre por qué puede matar o qué pasa por su cabeza, y esa aparente ausencia de sensibilidad. La relación entre Pierre y Laura en la infancia va aportando algo de luz a ese misterio, y nos hace comprender cada vez mejor qué puede pasar por la cabeza de una persona para dejarse llevar por un impulso así.

Lo mejor: La primera mitad, con una sensibilidad enorme a la hora de mostrar la falta y necesidad de sentimientos, y de la relación entre Pierre y Anna. El dibujo tan limpio y estático de Le Boucher, que aporta mucho a la atmósfera de la historia.

Lo peor: Esa primera mitad tiene tanto positivo y resulta tan interesante cómo evoca sentimientos, que hace que la resolución de la historia pierda algo de interés.