El Doctor Extraño siempre ha contado con una extraña magia que lo dota de autores impresionantes pero que de algún modo también le niega el favor del público. Han pasadso por sus páginas nombres como su creador Steve Ditko, Roger Stern, Marshall Rogers, Paul Smith, Michael Golden, Warren Ellis, Mark Buckingham, Brian K. Vaughan, Marcos Martín , Mark Waid, Emma Ríos o más recientemente Jason Aaron y Chris Bachalo. Ahí es nada. Precisamente al hilo de una cierta popularidad de la irregular etapa de Aaron y Bachalo y del estreno de la película, Marvel ha decidido tirar la casa por la ventana y darle una segunda serie al bueno de Stephen.
De ahí parte Doctor Extraño y los hechiceros supremos, una serie que probablemente nacía con vocación de serie regular y que finalmente se ha quedado en estos 12 números que Panini recopila en un solo tomo en su colección 100% Marvel.
Merlín contacta con el Doctor Extraño para reunirlo con los más grandes hechiceros supremos a través del tiempo para hacer frente a una amenaza común. Una joven versión de El Anciano, Sir Isaac Newton (acompañado del entrañable Conmente), una versión de Wiccan del futuro y dos personajes de nuevo cuño, como son Nina y Kushala, la Jinete Demonio se reúnen contra el Olvidado.
Robbie Thompson se vale al principio de una estructura donde en cada número la atención se centra en un personaje, dejando que sean estos los que construyan la historia a la vez que se construyen ellos mismos de cara al lector y en relación a sus compañeros. Thompson nos ofrece una historia ligera, pero tan sólida como entretenida a través de unos personajes presentados de manera sencilla y eficaz, con hueco para que cada uno tenga su momento y consiguiendo que hasta el último de ellos termine irradiando cierto carisma. Al final, la amenaza y la acción resultan casi una excusa para jugar a la dinámica de equipo.
Sin grandes alardes, pero muy buen tino, Thompson brinda una historia que no por una aparente falta de pretensiones resulta menos imaginativa y compacta. Doctor Extraño y los hechiceros supremos está repleta de momento locos, personajes atractivos y bien articulados que hacen de su lectura un patio de recreo.
De cualquier manera, por bien engrasada que funcione la historia, es el apartado gráfico capitaneado por Javier Rodríguez el que se lleva la atención. Con tintas de sus compinche habitual, Álvaro López (con algo de ayuda de Guillermo Ortego) y color de la irlandesa de 10 manos, Jordie Bellaire, Doctor Extraño y los hechiceros supremos se atreve a todo y con éxito absoluto. Una serie donde la magia es el eje central es el caldo de cultivo perfecto para salirse con cuanto delirio visual y narrativo pueda pasarse por la cabeza de los autores. Así tendremos un capítulos donde los personajes se mueven entre páginas, saltos al futuro y al pasado y hasta un número de “Elige tu propia aventura” todo ello regado de un ingenio visual como se ven pocos en el panorama actual.
El trabajo de Nathan Stockman (Spidey, Reyn…) es más que digno y el color James Campbell sigue la estela marcada por el equipo “titular”, pero tomar el testigo de Javier Rodríguez en este tebeo haría temblar las piernas de casi cualquier dibujante. Es imposible evitar ese “No es Javi Rodríguez”, pero Stockman logra mantener la serie a un buen nivel sin desvirtuarla y manteniendo la sensación de disfrute.
Desafortunadamente, se puede percibir que Doctor Extraño y los hechiceros supremos ha tenido un cierre algo abrupto. La serie tiene ese estilo de la vieja Marvel Team up donde una historia más grande se componía de historias pequeñas y casi independientes y quizá eso juega a su favor a la hora de que se note un poco menos la precipitación del final. Sin embargo, para cuando llega la conclusión, por bien que redondee el conjunto de la obra, da la sensación de que hubiera resultado engrandecida con mayor cantidad de historias intermedias que hubieran ido dejando más evidencias para apoyarla. De nuevo una gran idea con una puesta en marcha de una calidad envidiable que podría haber dado para el doble o el triple de números, parece habernos dejado antes de tiempo por la falta de respuesta comercial.
Fresca, ingeniosa, delirante, tremendamente entretenida y repleta de personajes que te dan ganas de haber podido conocer más aún. Una serie que muy probablemente no trascenderá, pero que no tiene nada que envidiar en cuanto a calidad a las series más top que os puedan venir a la cabeza.