Quería volver con algo especial, y ya que mi primer artículo/reseña fue la de aquella obra, aún inédita en España, Colder, de Paul Tobin y Juan Ferreyra, (Dark Horse Comics) pensé que qué mejor obra a reseñar que su secuela. En esta ocasión, tenemos una segunda historia que lejos de machacar fórmulas que han demostrado funcionar, se aventuran por nuevos caminos. Vuelven Declan y Reece, la pareja protagonista de la primera miniserie, pero nos enfrentamos a un nuevo villano casi más terrorífico que aquel Nimble Jack: Swivel (la traducción sería algo así como enganche, o pivote).
La historia.
Esta segunda miniserie o arco argumental, comienza tras la “desaparición” del temible villano Nimble Jack, archienemigo de Declan Thomas, aquel misterioso e intemporal hombre que tenía una temperatura por debajo de lo clínicamente posible. Una vez averiguado que ese descenso de temperatura se producía en parte por la absorción de la locura (al no estar publicado en España, tampoco quiero destriparos demasiado la trama), esta historia comienza con la auxiliar Reece que va por las instituciones mentales acompañado de Declan, que usa su habilidad para absorber dicha locura y “curar” a la gente. Debe hacerlo con cuidado, porque si abusa, su temperatura descenderá cada vez más. Pero todo se torcerá cuando aparezca en escena el temible Swivel, un monstruo con el rostro formado por dedos, que anda por ahí cortando los dedos de la gente y recolectandolos como si fuera un agricultor (de ahí el título de esta segunda serie, la mala semilla). A medida que avance la historia veremos cómo se cruzan los caminos de los protagonistas, cómo volveremos al mundo locura y cómo sus pasados parecen estar mucho más conectados de lo que aparentan a primera vista. 
Los autores.
Repite el mismo equipo de la primera serie, es decir, Paul Tobin a los guiones y el argentino Juan E. Ferreyra. La serie les valió una nominación al Eisner a la mejor serie limitada que acabarían perdiendo en favor de The Wake, pero la nominación fue suficiente aliento para continuar con las aventuras de Declan y compañía.
Desde finales de 2012, fecha de arranque de la primera miniserie, Tobin ha seguido trabajando para Dark Horse comics en series como Bandette (que le valdría un Eisner), The Witcher: House of glass o la recién publicada colección asociada a la película Prometheus, nuevamente junto a Ferreyra.
Ferreyra ha seguido trabajando para Dark Horse Comics como portadista y ha dado el salto a DC Comics, para los que ha trabajado como dibujante, portadista y entintador en series como Constantine, nuevo Escuadrón Suicida o Gotham by Midnight.
Los guiones y la historia de Tobin son notables. En una miniserie como esta, tan fácil de irse de las manos por abordar un tema como la locura, tan difícil de delimitar en algunos casos, Tobin coge un rumbo firme y nos presenta a un nuevo personaje que, aparte de ser temible y brillantemente diseñado por Ferreyra, aporta nueva luz a la historia. Seguimos averiguando cosas del pasado de Thomas, seguimos sabiendo de dónde vienen esas extrañas habilidades, e indagamos un poco más en esa peculiar historia del pasado y origen de todo este mundo de locura que nos han presentado. La capacidad para provocar incomodidad y dotar de carisma y presencia a los villanos vuelven a brillar en esta ocasión. Siempre me ha encantado el género del terror, pero reconozco que es un género muy difícil en el cómic, ya que la capacidad de sorprender y de “dar sustos” es muy limitada cuando un involuntario vistazo a la viñeta del final de la página de al lado te puede fastidiar un golpe de efecto (de esto sabe mucho, y es una auténtica gozada escucharle hablar de ello El Torres). Pero Tobin usa el recurso de provocar inquietud con un personaje realmente temible como es Swivel.
Y si la historia está bien escrita, el dibujo de Ferreyra no se queda atrás. Ya sorprendió a muchos con la primera serie, pero en esta no pierde ni un ápice de frescura, unos dibujos preciosos, con una fluidez casi pictórica y un diseño de personajes abrumador. Es de las pocas veces que disfruto de esos bocetos que suelen incluir este tipo de tomos recopilatorios al final. La verdad es que suelen ser diseños muy próximos al definitivo en la mayoría de los casos, y aquí se consigue disfrutar realmente del trabajo de desarrollo de los autores. Las portadas son nuevamente el mejor escaparate que tiene esta serie. Es difícil de olvidar aquella portada del primer número de la anterior serie, con el protagonista metiendose la mano por debajo de la piel de la cara, pero es que el primer número de esta Colder: Bad Seed, nos presenta un primer plano del villano Swivel, con un temible rostro configurado por dedos que no se queda atrás. La elección de ángulos de muchas de sus viñetas y la secuenciación de ellas es especialmente brillante en la presentación del villano, con esos inquietantes momentos de “sega de dedos”.
En resumen:
Incompresiblemente, niguna editorial en España ha apostado por esta serie. [Actualización: El propio autor nos confirma que se acaban de vender los derechos de los 3 tomos para España. Gran noticia.] Gracias a la facilidad de adquirir productos en otros idiomas que nos brinda internet, podemos hacernos con los tomos recopilatorios por un precio muy ajustado (probablemente más que incluso si lo publicaran aquí). Esta Colder Bad Seed nos introduce más en este particular universo de pesadillas y locura, y si os gusta el terror psicológico y las historias bien escritas y dibujadas, os la recomiendo encarecidamente. A mí solo me queda frotarme las manos esperando ya Colder: Toss the bones (algo así como Lanzar los huesos) que empieza a publicarse en EE.UU. en este septiembre de 2015, y cuyo TPB podré adquirir para la primavera de 2016. Echadle un ojo, pero cuidado, Nimble Jack o Swivel podrían andar cerca y arrancaroslo…
