Kevin Smith es uno de los nuestros. Es una de las frases más usadas y manidas para referirse al director de cine de New Jersey. Pero es que es verdad. El tipo es capaz de coger a un personaje como Batman y tocar todos los puntos de su historia y de su enorme galería de villanos. Es capaz de hacer que te sientas completamente inmerso en su universo… y a su vez darte cuenta de que algo cambia. Con Cacofonía, su primera historia con el personaje dejaba apuntes de algo interesante: Diálogos ingeniosos, un villano atractivo y con mucho potencial que unir a la galería de Batman (aunque no olvidemos que primero lo fue de Green Arrow). Cuando empiezas a leer esta Espiral interminable te das cuenta de que Smith ha dado un paso más. Ha cogido lo mejor del personaje, y le ha dado una vuelta de tuerca: Lo ha hecho feliz.

Smith usa como excusa la presentación de un nuevo héroe, Bafomet y el regreso de una antigua novia de Bruce, Silver St. Cloud (personaje creado por Steve Englehart y Walt Simonson) para hacer un repaso por los principales personajes de la vida de Batman. Pero lo más importante: Aprovecha para intentar profundizar en la esencia del personaje y en plantearnos una salida a su vida como defensor del crimen. ¿Es realmente posible? ¿Se puede llegar a cambiar a Batman? Difícil cuestión…

La historia.

Batman sigue su día a día como defensor de Gotham: Enfrentamientos con villanos como el Barón Blitzkrieg, Hiedra Venenosa o incluso Demon. Pero entonces aparece un nuevo héroe que ayudará a Batman. Adopta la personalidad del dios cabra Bafomet, y está dando sus primeros pasos en el la vida de vigilante. Batman no sabe si puede confiar en él y le verá como un sidekick adulto. Hasta ahora, y eso lo va recordando, sus sidekicks han sido niños o adolescentes, con los problemas y complicaciones que conlleva. El hecho de tener un ayudante adulto hace que sea más fácil la transición. Bruce realmente busca un sucesor. Alguien a quien confiar su misión.

Porque aquí más que nunca se lo comienza a plantear. Silver St. Cloud reaparece en su vida y retoman una historia de amor que hace que el caballero oscuro cambie. Por primera vez lo vemos bromear, recuperar el buen humor, concederse momentos de ocio… ¿Hasta qué punto puede dejar de ser él? ¿Podrá confiar en Bafomet para ir apartándose de su vida heróica y dedicarse al amor?

Los autores.

Kevin Smith no necesita presentación. Director de películas como Clerks, Mallrats o Dogma (¿Tusk? ¿Qué película es Tusk?) y guionista de etapas aclamadas en Green Arrow, Daredevil o Batman, en esta Espiral Interminable hace un trabajo muy hábil. Aparte de seguir aportando esos diálogos desternillantes como los de la conversación con Alfred mientras come y conduce el Batmóvil o la de Silver St. Cloud y Alfred hablando de su apodo,  aprovecha para analizar al personaje, en su faceta de tutor, en su faceta de amante, de compañero e incluso en su faceta de obsesivo y desconfiado por naturaleza. Usa un fantástico recurso para los flashbacks, sacando al Batman de Adam West, a ese Robin con sus expresiones y exabruptos siempre “Santos”. Es como si el pasado de Batman fuera el Batman 66, y queda genial. Aprovecha para repasar a villanos de tres al cuarto, eso sí, vistosos como ellos solos, y no deja de lado a los pesos pesados de la galería.

El dibujo corre a cargo de Walter Flanagan. Sí, el tendero impertinente que aparece en Comic Book Men. Su amigo de la infancia y dependiente de su tienda de comics. Su trabajo más reconocible es su dibujo para Cacofonía y Espiral interminable. Realmente es un dibujo correcto, aunque con algunos altibajos. Igual es capaz de hacerte unos primeros planos de St. Cloud absolutamente deliciosos, que te hacen recordar a Gary Frank o Neal Adams, que te plasma escenas en planos más lejanos con rostros muy poco detallados y casi hoscos. En la balanza me quedo más con lo positivo, pero es una pena que no sea más regular. No obstante, narrativamente no falla, y consigue unas escenas de acción bastante interesantes, así como algunas splash page que dan para poster, especialmente las de flashback donde el factor nostalgia tiene bastante peso.

Espiral interminable, en definitiva.

 Me ha parecido un cómic muy interesante. Los que lo hayáis leído estaréis pensando que no estoy haciendo referencia a algo. Y tenéis razón. Así se va a quedar, no me gusta spoilear nada, y prefiero que cada uno vaya buscando las sorpresas cuando lea un cómic. Sí avanzaré que para los que no estéis al tanto, es una historia que queda abierta, y que estaba pensada continuar en Batman: Bellicosity. Por desgracia, el éxito del reality Comic Book Men hizo que se pararan las cosas, luego llegó el relanzamiento con Flashpoint… y ahí sigue parado esperando que se publique. Pero a pesar de que nunca sabremos si concluirá (yo soy optimista) es una historia que plantea unos argumentos suficientemente interesantes como para hacerla meritoria de su lectura.

ECC Ediciones ha editado el tomo en cartoné con 200 páginas en la que se incluyen las portadas original (Sienkewicz nada menos) y alternativa (Gene Ha, tampoco se queda corto) de cada uno de los 6 números USA originales, así como una carta final de Smith y unos bocetos de una serie que comenzaron en su juventud Smith y Flanagan, a un precio de 19,95€. Existe otra edición de Planeta Cómic con el título Círculo sin fin.

Lo mejor: La orientación que da Smith a la historia. El repaso a la vida de Batman desde ese punto de vista. Selina. Los diálogos. El final.

Lo peor: La demora de Bellicosity. La irregularidad de Flanagan, aunque no desmerezca el resultado final.

Para fans de Kevin Smith. Para los que echen de menos leer algo “novedoso” dentro del universo murciélago. Para los poco iniciados al personaje (¿en serio?), les puede servir de una buena introducción y repaso.