Kevin Smith es seguramente un nombre que no necesita presentación. Hacedor detrás de películas como Mallrats, Persiguiendo a Amy o Dogma entre otros, títulos en los que ya dejaba ver de forma clara su pasión por los cómics así que era cuestión de tiempo que se pusiera detrás de las aventuras de algún personaje.

En este caso la major DC, que edita en nuestro país ECC Ediciones, confió en él para una historia unitaria de Batmanen la que crea equipo con el dibujante Walt Flanagan, al que en parte culpa de su pasión por los cómics. Pero la promesa se desinfla rápidamente aunque nadie entienda lo que no es, esta obra es una lectura totalmente recomendable que se empapa de la más pura esencia del detective de Gotham pero que está por debajo de las expectativas que uno pudiera tener en primera instancia.

Con todo hay que reconocer que ambos autores mejoran a pasos agigantados a cada página de este recopilatorio (tres números en su edición original), notándose un tremendo cambio de los primeros a pasos al capítulo final que es ciertamente redondo teniendo una de las mejores conversaciones que jamás se han visto entre el murciélago y el Joker.

Claro está que Kevin Smith siempre ha destacado por su capacidad para crear diálogos ingeniosos y fluidos, algo que en sus películas es una constante, y que lleva aquí a los dos temibles oponentes para darles un fondo que no siempre hace aparición. No hay que olvidar que en el día a día las series regulares tienen que salir a ritmo de aventura semanal/mensual y eso pocas veces deja espacio para entretenerse en los detalles, algo que queda en muchas ocasiones solo es posible cuando se trata de una historia que se aparta de la continuidad editorial.

Por desgracia en todo momento permanece esa sensación de que los autores podrían dar más de sí. El dibujo de Walt Flanagan es correcto pero soso en ocasiones, casi podría decirse que se nota una cierta auto contención como si tuviera miedo de dotar de personalidad a su interpretación de Batman. Lo mismo sucede con el desarrollo del villano Onomatopeya que se presenta con la intención de llegar a ser aterrador y competir con el arlequín del crimen por el protagonismo de la obra, pero que no llega a hacerlo y se ve totalmente devorado por este.

¿Es esta la mejor historia que Kevin Smith podía hacer de Batman? No, y él mismo lo reconoce: Para cuando terminamos, vi Cacofonía como lo que en realidad era: un ensayo general para la mejor historia de Batman que yo pudiera guionizar y que Walt pudiera dibujar.

Lo que sí es es un cómic entretenido con un gran capítulo final, bebiendo de parte de las ideas que se plasmaron en La Broma Asesina y plantando semillas para un árbol futuro.