Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña: Mortífera, de Stephan Frost y Sarah Partington

La joven editorial Hirukoa ha irrumpido en el panorama editorial nacional con una serie de propuestas a priori muy llamativas. En lo que a juegos de rol se refiere, la editorial anuncia en su página web manuales de obras tan apetecibles (a la par que desconocidas) como Estrellas Extrañas, ópera espacial al viejo estilo, o El Reino de la Nada, una fantasía extraña y en apariencia bastante original. En cuanto a los tebeos, ámbito en el que también se mueven, Hirukoa Editorial maneja varias series que sobre el papel llaman mucho la atención. Atados, de David Faroz Precht (guión) y Danny Luckert (dibujo), es una historia zombi completamente atípica; El último niño humano sabe a “versión rejuvenecida del John Carter de Edgar Rice Burroughs de ritmo trepidante”, como decía Alejandro en su reseña en esta misma casa; El tomo dedicado a Aleister Crowley, que no tardará en aparecer por la web, no puede ser más atractivo… Obras todas ellas que pintan muy bien, aún sin saber nada de antemano en la mayoría de los casos. La oferta se completa con una historia de ciencia-ficción titulada E.X.O. La leyenda de Wale Williams, y con la serie que hoy nos traemos entre manos: Mortífera. Digna representación del género de fantasía heroica. En un principio, de todas ellas, la serie que más me llamaba la atención.

Mortífera Hirukoa
Guion:  Stephan Frost
Dibujo:  Sarah Partington
Editorial: Hirukoa Editorial
Formato: Cartoné, 108 págs. A color
Contiene: Mortifera (#1-4)
Precio: 15,95 €.


El tebeo nos plantea una historia de fantasía medieval, a caballo entre la “fantasía épica” y el subgénero de la “espada y brujería”; Más cercano, quizá, a la moderna “Fantasía oscura” representada por autores como Joe Abercrombie o Andrzej Sapkowski. Las primeras páginas del tebeo sirven para poner en contexto el mundo en el que se van a desarrollar dichas aventuras. Cientos de años atrás una horda de demonios arrasó Europa, los monstruos asolaron las tierras e hicieron estragos entre la población durante décadas. En los libros de historia del mundo en el que se ambienta Mortífera, a esta era se la conoce como la Edad Oscura. En las horas más bajas de la humanidad, un ejército de fieles organizado por el Vaticano (los Exturminata) hizo frente a las huestes del mal. Paralelamente, la orden de brujos herejes conocida como Mortífera, expertos ocultistas liderados por Elías Gregor, combatía a su vez a las malas bestias. La unión de ambas fuerzas logró expulsar el mal de la Tierra; la guerra terminó con un asedio infernal que duró 66 días, tiempo que tardó en caer la fortaleza reducto final de los últimos demonios liderados por el temible Kanisus. Tras la victoria, al paso de los años, las gentes olvidaron la tenebrosa Edad Oscura. Los Mortífera, custodios de la sangre y de los objetos mágicos dejados atrás por los demonios, fueron menguando en número hasta verse reducidos únicamente a los dos hijos de Elías Gregor: los hermanos Ethan y Catherine Gregor. La verdadera acción del tebeo comienza cuando Kanisus retorna a nuestro mundo con la intención de desatar una nueva Edad Oscura.

Mortífera es un proyecto financiado inicialmente mediante crowdfunding a través de la plataforma Kickstarter, que comenzó a gestarse allá por el año 2013. El guion corre a cargo de Stephan Frost, quien trabaja actualmente en el diseño de producción de World of Warcraft (según dice su Twitter), y los lápices están en manos de Sarah Partington, residente en Hollywood Norte y dueña de un estilo de dibujo amerimanga ciertamente minimalista pero muy llamativo. La pareja desarrolla a buen ritmo esta historia de cazadores de demonios irlandeses, cuya edición digital (y en versión original) se va publicando puntualmente en su web.

La trama recorre lugares comunes de este tipo de historias. El intento de detener el retorno de las hordas del infierno es desarrollado en el libro como un tour de force en el que los dos hermanos van de aquí para allá buscando ayuda, recopilando objetos mágicos y enfrentándose a los inevitables demonios. Para intentar derrotar al malvado Kanisus, Catherine y Ethan se hacen ayudar de un demonio atado por el propio juramento del ritual de invocación, un poco en la línea de las mejores historias de Elric de Melniboné. El estilo es descompresivo y ágil, muy fácil de leer. En consecuencia, la historia apenas avanza en los primeros cuatro números que incluye el tomo y nos quedamos con ganas de más.

Mortífera Hirukoa

En cuanto al dibujo de Sarah Partington, la californiana hace gala de un estilo de líneas claras con influencias del manga. Las expresiones faciales, tan propias de la isla del Japón, por momentos otorgan un tono humorístico a la acción que se agradece bastante. En general el estilo es simple y adecuado para la historia. No obstante, como contrapunto negativo, la impresión extremadamente oscura de la edición impide que el dibujo y la historia puedan disfrutarse en toda su dimensión, y por momentos resulta realmente molesto. La narración puede llegar a resultar terriblemente confusa, pero, vistas las impresiones digitales, creo que esto es más que otra cosa debido a la obligación de tener que dejarse los ojos para ver qué pasa en cada viñeta. Y ya que estamos con los detalles pejigueros, ese formato cartoné por el que apuesta la editorial, más cuadrado que un comic-book convencional, no acaba de convencerme del todo.

Mortífera pone el foco en un género, el de la fantasía heroica o similar, muy maltratado en el mundo del tebeo, casi exclusivo de Europa y sobre todo de las revistas de cómic tan propias de otros tiempos. La “espada y brujería” pura y dura sí ha tenido algo más de suerte en el noveno arte, sobre todo representada en las historias de Conan, pero también en multitud de sucedáneos que surgieron a rebufo (algunos muy destacables, como el Andrax de Jordi Bernet) Personalmente, buscando más historias de este tipo, más cercanas quizá a la fantasía rollo Tolkien, he acabado dando con productos de distinta categoría entre los que podría destacar las miniseries ambientadas en el mundo de Mesene, escritas por Roque González y dibujadas por varios autores (algunos muy conocidos en la actualidad, como Kenny Ruiz). El primero de ellos y uno de los más destacados fue Mateo Guerrero, quien también trabajaría en la franquicia creada por Pat LeeWarlands, concretamente en su segundo arco La edad del hielo; Algo así como Mortífera pero con vampiros en lugar de demonios. Buscando fantasía de capa y espada, de la que incluye monstruos, razas mágicas y princesas de armas tomar, también tuvimos en su día la oportunidad de explorar el universo Crossgen. Mortífera viene un poco a ocupar ese vacío.

Mortífera Hirukoa splash

En definitiva, Mortífera es un tebeo bien dibujado y correctamente escrito que puede cumplir las expectativas de los aficionados a un género que se prodiga poco en esta parte del mundo. Eso sí, para la siguiente entrega necesitaría que todo se viera un poco más.