Es la hora de las tortas!!!

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Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade

Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade
Guion
John Ostrander, Keith Giffen, J. M. DeMatteis, Paul Kuperberg y Robert Greenberger
Dibujo
Luke McDonnell, Erik Larsen, Keith Giffen y Rob Liefeld
Tinta
Bob Lewis, Al Gordon y Malcolm Jones III
Color
Gene D’Angelo, Carl Gafford y Julianna Ferriter
Formato
Cartoné, 288 págs. Color.
Precio
28,50€
Editorial
ECC Ediciones . 2018
Edición original
Suicide Squad #9-16, The Doom Patrol and Suicide Squad Special #1, Justice League International #13, Secret Origins #28 (DC)

Antaño las series no eran como hoy. La diferencia entre un tomo recopilatorio de cómics del dos mil y pico y uno de 1988, es que mientras el primero contendrá uno o a lo sumo dos arcos argumentales, un tomo como Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade comprende: Un tie in de la saga Millenium, un episodio con Batman de invitado, un cruce con la Doom Patrol, otro cruce con la JLI, un Orígenes Secretos de Nightshade y por fin, la saga que da título al tomo.

Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade

Por lo demás, tenemos un tebeo totalmente fiel a lo que decíamos en el tomo anterior . Esta etapa del Escuadrón Suicida de John Ostrander es profundamente deudora del momento en que fue realizada y por más voces de “clásico” que se le quieren echar encima, de atemporal no tiene demasiado. Quien sepa a lo que se va a enfrentar, disfrutará como un enano de este grupo de inadaptados intensos y torturados que se enfrentan a los malvados comunistas, a narcos colombianos al estilo de la era dorada de Corrupción en Miami y sirven a un heroico Ronald Reagan en su lucha contra ellos.

Estamos en el 88 y los noventa ya han comenzado para los comics. No en vano, tendremos acompañando a Luke McDonnell a unos primerizos Erik Larsen y Rob Liefeld. Pero más allá de esto, podemos empezar a ver todo eso que caracterizó la década: Tres crossovers en un solo tomo, Duquesa protagonizando una escena de pistolón que vista hoy en día es adorable, intentos absolutamente maniqueos de introducir asuntos políticos “reales”, títulos de capítulo como “Sangre y nieve”, personajes atormentados por uno u otro motivo, Batman de invitado (eso no ha cambiado mucho) o momentos como Robot Man con un sombrero mexicano en Nicaragua que con la era de internet no volvieron a ocurrir.

Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade

Eran tiempos en los que los tebeos llevaban en la portada la leyenda “Los cómics no son solo para niños”. Acababan de salir títulos como Watchmen o Dark Knight Returns y el cómic americano necesitaba ser adulto. En el mundillo de los superhéroes, algunas obras lograron dar con esa sensibilidad, pero muchas decidieron que se podía hacer sin cambiar el juego. Bastaba con añadir violencia, sexualización (que no exactamente sexo, que eso estaba feo) y temas políticos o sociales con brocha gorda. El cómic de superhéroes trataba de ser adulto aunque no lo fuera. Era algo sí como un niño pequeño con los zapatos de su padre o, mejor aún, un adolescente resabiado que cree saberlo todo y se comporta como… como un adolescente. No estoy seguro de si somos los lectores o el cómic en general el que está más resabiado, pero tendencias políticas de lado, si hoy en día la JLA se pega con Nicolás Maduro o sus partidarios, nos daría un poco la risa. En cualquier caso, renegar de tebeos como Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade sería bastante absurdo. Puede que no cuadre con los modos actuales en los que se trabajan los superhéroes, pero son testigos de una época en la que todo esto lo petaba y en la que era. al fin y al cabo, lo que el público pedía.

Sorprende, dado el sentir de estos tiempos, el giro radical que supone la última saga: La Odisea de Nightshade. Olvidamos terroristas de oriente medio, narcos colombianos, pérfidos comunistas e intrigas políticas para adentrarnos en una historia de corte mucho más fantástico. Exploraremos el pasado de Nightshade en una locura de dimensiones ditkianas que contará con el principio de la participación de Shade, el hombre cambiante, en esta serie antes de su inclusión en el sello Vertigo.

Escuadrón Suicida: La odisea de Nightshade

De algún modo este cambio de tono final demuestra que sea como sea, el Escuadrón Suicida de Ostrander y McDonnell aún tiene historias que contar; que más allá de lo que pedía este público de 1988, estos 12 del patíbulo deceitas pueden dar mucho más juego del que pudiera parecer.