Como comentábamos ayer, con el motivo del 80 aniversario de la creación de los grandes iconos de la editorial, DC ha lanzado una serie de cómics conmemorativos, unos recopilando los grandes momentos de la vasta historia editorial que tienen los personajes que originaron el género superheroico, y otros con historias cortas de equipos creativos actuales hechas ex profeso para esta ocasión. En el caso de Wonder Woman en particular, ayer le tocó a las historias cortas con el Especial 80 aniversario, y hoy vamos con el repaso a los greatest hits de la mayor superheroína de la historia del cómic en 80 años de la Guerrera Amazona.
Lo primero que hay que señalar de esta recopilación es lo cuidadosa que ha sido la selección del material incluído, mucho mejor que la de 75 años de Wonder Woman, editada hace cinco años por ECC y con la que sólo coincide en el origen del personaje, con lo que no son volúmenes redundantes. Para un personaje que lleva nada menos que ochenta años publicándose, condensar en algo más de cuatrocientas páginas su trayectoria es una misión imposible, pero para la limitación de extensión que hay, podemos decir sin lugar a dudas que se ha hecho el mejor trabajo posible. La mayor distancia temporal entre dos números consecutivos que encontramos en este tomo es de diez años, de 1945 a 1955, pero son diez años en los que se mantuvo estable el mismo dibujante, con lo que podríamos decir que, como representación de la época, la misión está cumplida. Quizás el único pero que se puede poner es la ausencia de Gail Simone de estas páginas, una guionista que se encargó de la serie regular de la Amazona durante dos años y medio, y que ha vuelto a ella en algún que otro especial y series limitadas.
Como no podía ser de otro modo, el tomo arranca con una selección de cómics de la Golden Age, empezando por el origen y primera aparición del personaje, en All Star Comics 8 y Sensation Comics 1, de William Moulton Marston y Harry G. Peter. A día de hoy, la icónica historia de la primera aparición sigue, en esencia, sin cambios. Tenemos por aquí a Isla Paraíso, a Steve Trevor cayendo en su avión en el hogar de las Amazonas, a Hipólita como reina… incluso vemos por primera vez las icónicas balas y brazaletes, y nos cuentan cómo llego a adquirir el nombre de Diana Prince para su identidad civil.
De la misma época y con el mismo equipo creativo tenemos Batalla por las mujeres (Wonder Woman vol. 1 nº5, 1943). una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial que tiene la primera aparición del Doctor Psico, como agente del dios Marte. En estos primeros tiempos, las referencias mitológicas son al panteón romano y al griego mezcladas sin demasiado cuidado. En este número vemos también el tema recurrente de las mujeres atadas y encadenadas, que parece señalar el fetiche que tenía William Moulton Marston por el bondage. Podemos destacar también El regreso de Cheetah, (Comic Cavalcade nº11, 1945), una historia en la que el autor acreditado es Marston -con el alias Charles Moulton con el que firmaba- pero que realmente fue escrita por Joye Hummel, una de las escritoras fantasmas que regularmente contrataba el creador del personaje y que nos trae recuerdos de autores como Bob Kane o Stan Lee en lo de autores que se acreditaban trabajos que no eran suyos.
La Silver Age está representada por tres cómics firmados por Robert Kanigher -que empieza a escribir la serie a finales de la Golden- y dibujados por Ross Andru, con la típica historia estructurada en varios capítulos de la época. Destaca El centavo de un millón de dólares (Wonder Woman vol.1 nº 98, 1958), primera aparición de la Wonder Woman de Tierra Uno, que vendría a unirse a Barry Allen, Hal Jordan y las nuevas versiones de Batman y Superman que refundaron el Universo DC a mediados de los años 50. Como representación de las clásicas historias imaginarias de la época está El día imposible (Wonder Woman vol.1 nº 124, 1961), en la que vemos a la Wonder Familia al completo.
Saltamos a la Edad de Bronce, representada por otros tres números. El timo de Grandee (Wonder Woman vol.1 nº 203, 1972), escrito por Samuel R. Delany y con un espectacular dibujo de Dick Giordano, está ambientado en la época en la que Wonder Woman no tenía poderes ni llevaba su característico traje. En La guerra de las Wonder Woman (Wonder Woman vol.1 nº 206, 1973), Cary Bates y Don Heck nos cuentan el origen de Nubia, la amazona de piel negra -no decimos afrodescendiente, porque no es exactamente eso- que fue presentada un par de meses antes y que ha vuelto a la actualidad recientemente. Y para terminar con la época, El atrevido cambio de Wonder Woman (DC Comics Presents nº41, 1982) marca dos importantes cambios en el personaje. Por un lado, sirve de presentación del equipo creativo de la serie regular de Diana a partir de su número 288, Roy Thomas y Gene Colan. Y además tiene un rediseño del traje del personaje, cambiando el águila dorada que llevaba en el pecho por la característica WW que llevamos viendo los últimos cuarenta años.
Pasamos a la Edad Moderna y con ella nos llega la versión post Crisis en Tierras Infinitas de la Guerrera Amazona, con la que posiblemente es la etapa más icónica que ha tenido Wonder Woman desde su creación: la de George Pérez como autor completo. Tenemos dos números de esta época, el nº6 del vol.2, con el enfrentamiento final con Ares en el primer arco argumental de la serie, coescrito por Len Wein, con una Diana recién llegada al Mundo del Hombre y totalmente desubicada, y el nº 57, en el que Pérez ya sólo era guionista y la dibujante era Jill Thompson.
Los años 90 también tienen su representación con un número de la época de William Messner-Loebs (Wonder Woman vol.2 nº73, 1993), previo a los números dibujados por Mike Deodato que fueron reeditados en un tomo de la línea Grandes Autores. Con ¡Es una maravilla! (Wonder Woman vol.2 nº 170, 2001) cambiamos de siglo y nos vamos a la memorable etapa de Phil Jiménez, entre las mejores que ha tenido Wonder Woman junto a las de George Pérez, Greg Rucka y John Byrne. En este número, Lois Lane pasa un día junto a Diana y se centra en la parte psicológica del personaje, dejando de lado la parte superheroica. Se concluye la representación del Universo DC post-Crisis con Historial, una historia corta del primer anual de la serie, con guión de Allan Heinberg y Gary Frank, ambientada en la época de Un año después, con apariciones de Donna Troy y Cassie Sandsmark, y Lógica difusa (Wonder Woman nº 600, 2010), un team up humorístico entre Wonder Woman y Power Girl escrito y dibujado por Amanda Conner.
La continuidad actual está representada por Dios herido (Wonder Woman vol.4 nº23, 2013), un número de la fantástica etapa de Brian Azzarello y Cliff Chiang durante los Nuevos 52, y ya en tiempos más recientes, dos de las historias cortas de Wonder Woman nº750, las escritas por Greg Rucka -que por importancia en la historia del personaje quizás se habría merecido una mayor presencia- y Mariko Tamaki, y la parte de Becky Cloonan y Michael W. Conrad de la reciente serie Wonder Woman Inmortal de Estado Futuro.
Se completa el tomo con breves entrevistas a tres mujeres que han sido importantes en la historia de Wonder Woman: Trina Robbins, la primera mujer que dibujó su serie regular, Patty Jenkins, directora de las dos recientes películas, y Gal Gadot, la actriz protagonista de las mismas.
Como siempre que se hace una recopilación de estas características, cada lector tendrá su opinión sobre lo que habría que haber incluido y lo que no, y más de uno pensará que por qué hay sólo un tebeo dibujado por George Pérez si hay cinco de Harry G. Peter y tres de Ross Andru. Pero la verdad es que el material de Pérez ha sido editado en no menos de cinco ocasiones en castellano, dos de ellas por ECC en los últimos cinco años, mientras que de la etapa de Peter sólo se ha visto el origen de forma testimonial y los números de Ross Andru estaban totalmente inéditos. Estamos ante una de las mejores recopilaciones que se podían haber hecho de la historia del personaje, y con una edición impecable: índice, páginas numeradas, créditos de los autores en cada número y portadas colocadas en su sitio. Un libro que no debería faltar en las estanterías de ningún fan de la Guerrera Amazona.
