Tras casi tres semanas del estreno de Watchmen, la película dirigida por Zack Snyder que ocupa la segunda posición como película más vista en Estados Unidos, ha sido desbancada del primer puesto por “Race To Witch Mountain”, una nueva producción familiar de Walt Disney protagonizada por La Roca, con una audiencia más amplia y juvenil que la adaptación al cine de la novela gráfica creada por Alan Moore y Dave Gibbons.

En cuanto a cifras y según datos proporcionados por Box Office Mojo, Watchmen ha descendido nada menos que un 64%, porcentaje mayor del esperado en cuanto a la recaudación de las salas estadounidenses durante la semana pasada, y acumula unos 86,8 millones de dólares recaudados, mientras que en la producción se invirtieron 150 millones.

Warner Bros., la distribuidora de la película, reveló que el tipo de espectadores tras la primera semana exibición en los USA era en un 54% mayor de 25 años y un 64% de hombres. Datos que parecen tener alguna relación con que la película no mantenga el nivel esperado de recaudación.

En España los datos para Watchmen son algo peores, con algo más de 2,4 millones de euros recaudados hasta el momento, la película se encuentra en quinto lugar del ranking de las más vistas (que encabeza la excelente “Gran Torino”) detrás de filmes como “Underworld: La Rebelión de los Licántropos”, en segundo puesto, y “Más Allá de los Sueños”, tercera de la lista que fue estrenada el mismo día que Watchmen. Ambas películas consideradas como mediocres por varias críticas. En el cuarto puesto se mantiene la gran triufadora de los Oscars, “Slumdog Millionaire”.

Parece que la caída en picado de número de espectadores durante la pasada semana tiene bastante que ver con el tipo de superhéroe que habitualmente se ve en la gran pantalla. Watchmen no es una película de enmascarados al uso de las que Hollywood ofrece con asiduidad. Con un tipo como Spiderman, Batman o un un mutante de los X-Men… es fácil conectar y pasar un rato entretenido con toda la familia. En cambio la temática, más adulta, de Watchmen deja en un segundo lado la acción típica de otros superhéroes llevados al cine para centrarse en las tensiones y las demencias de unos protagonistas que confrontan su propio aniquilamiento. A esto hay que añadir los errores propios de la adaptación cinematográfica que la impiden conectar con el espectador que desconoce el cómic.

Motivos suficientes para que la película corra el riesgo de convertirse en objeto de culto para los seguidores acérrimos de la obra de Alan Moore y las consecuencias negativas que conlleva para la recaudación de una superproducción de este tipo.