Voyeur 2. Las historietas eróticas para Playboy
Horacio Altuna
120 págs.
Cartoné
Color
22 x 30 cm
978-84-16507-66-5
24 €

Deleítate, recréate y goza con una nueva selección de historietas del maestro Horacio Altuna. Con el mismo cuidado y mimo que en el primer tomo, aquí os traemos una nueva recopilación que ha sido digitalizada y rotulada de nuevo con todo el cariño y esmero que se merece tanto la obra como nuestros lectores. Una colección de las historietas que se fueron publicando en su día en la revista Playboy y que aquí puedes conseguir con una calidad exquisita y páginas extras con ilustraciones y bocetos.

ATENCIÓN: Este post contiene imágenes de desnudos y sexo explícito.

Por favor, deja de leer si eres menor de edad.

Dibbuks nos trae el segundo tomo recopilatorio de las historietas eróticas que Horacio Altuna realizó para la edición española de la revista Playboy. Siguiendo la tónica del volumen anterior, Altuna sintetiza en historietas de cuatro páginas los furtivos encuentros sexuales de parejas de todo tipo, siempre heterosexuales (no olvidemos que la revista Playboy estaba destinada a un público objetivo varón heterosexual), con alto contenido erótico y mucho, mucho humor.

Lo que diferenciaba a Playboy de otras revistas “para adultos” del mercado era, por un lado, el buen gusto de sus sesiones fotográficas y el mostrar a chicas de gran belleza, pero que perfectamente podían pasar por, como bien dice el rotulista Fernando Fuentes Méndez en el prólogo, por esa vecina sexy que daba forma y volumen (sobre todo volumen) a las fantasías eróticas del varón promedio. Las historietas de Altuna siguen esa política de satisfacer esas fantasías (casi) inalcanzables, mostrando a mujeres de belleza exquisita entregándose a hombres jóvenes y de mediana edad, alejándose del porno mainstream con actores jóvenes, guapos y musculosos, con los que el lector promedio rara vez podía verse identificado.

Si bien el dibujo de Altuna es francamente delicioso, tanto en las formas como en el tratamiento del color, la lectura continuada de estas historietas se antoja algo repetitiva en la dinámica de los encuentros sexuales, que siguen todos sin excepción el mismo esquema de posturas sexuales y ángulos, con (ay) escasa inventiva amatoria por parte del autor. No obstante, esta carencia se suple con creces con el abundante humor y el, repito, maravilloso arte de Altuna a la hora de plasmar los sensuales cuerpos desnudos.

Por otro lado, además del humor, Altuna no deja de lado la crítica social a la hipocresía de la mentalidad puritana, que critica estos escarceos sexuales pero sin apartar la vista de ellos, e incluso pone en el punto de mira el teatro político actual, en el que la izquierda y la derecha se enfrentan de cara a la galería, mientras que en ausencia de cámaras de televisión… Bueno, dicen que la política hace extraños compañeros de cama, ¿no?

La edición de Dibbuks, tan magnífica como la anterior, contiene un total de 24 de estas historietas de 4 páginas más 16 páginas de bocetos y pin-ups. Un tomo de gran tamaño y con tapa dura, que contiene 120 páginas a todo color. Un auténtico regalo para los sentidos, cuya publicación esperamos que Dibbuks continúe después del verano. Qué malo es el calor, ¿verdad?