Años antes que empezase a coleccionar tebeos por mi mismo ya me había pegado buenas panzadas a leer magazines de los 80 como “Dossier Negro”, “Vampirella”, “Eerie” y muchos tebeos de “La Espada Salvaje de Conan el Bárbaro”. Sumergido en sus páginas me llamaba mucho el nombre de Alfredo Alcalá por lo “cercano” que me resultaba. Mi mentor en esto de los tebeos me explicó que se trataba de un autor filipino, igual que Ernie Chan (que también estuvo ligado a las aventuras del cinmerio) o Alex Niño, del que había disfrutado alguna que otra historia en las revista más arriba mencionadas. Pasaron los años y un buen día me dejaron el especial “Sword presenta: Voltar”, un especial que recopilaba las aventuras de un personaje “muy Conan” creado por el propio Alfredo Alcalá.
Por desgracia se trató de una publicación de la Asociación Cultura Tebeo En Vivo que tuvo una distribución más bien discreta, por lo que no pude hacerme con un ejemplar para mi propia colección. Afortunadamente, casi dos décadas más tarde, Aleta Ediciones ha sorprendido a propios y extraños con una edición impecable de “Voltar”.
Creado en 1963, “Voltar” fue el primer personaje de cómic creado en Filipinas que obtuvo premios y reconocimientos a nivel internacional. El presente volumen incluye esta primera historia corta publicada en “Alcala Fight Comix” siete años antes de que el autor debutase en los tebeos Marvel que adaptaban la obra de Howard. Digo esto porque probablemente con ver la portada lleguéis a la conclusión de que el protagonista es un trasunto de Conan. Pero no, se trata de una creación anterior que sí tuvo mucho peso en el trabajo que realizó el artista más tarde en Marvel Comics.
Sumergirse en el mundo de “Voltar” supone abrazar la fantasía heroica sin ningún pudor. El relato, que comienza de forma realista y verosímil, poco a poco se va adentrando en terrenos cuyo único límite fue la imaginación de un Alfredo Alcalá tocado por los dioses. A decir verdad, a nivel de guion, la obra no destaca por su originalidad. Tampoco lo pretende, ya que estamos ante el típico relato en el que el héroe se ve obligado a salvar su reino.
Tampoco ayudó el formato de las historias. Un puñado de relatos cortos que saltan de una revista a otra durante casi veinte años. De hecho, “Voltar” pasó de un debut en el que Alfredo Alcalá se encargó de todo, a contar con diversos guionistas como Manuel Auad o Will Richardson (Seudónimo de Will DuBay, un habitual de la editorial Warren). El caso es que el personaje no tuvo ocasión de crecer más allá del puñado de historias que aquí se publican. Ahora bien, al leer este volumen a uno le invade una sensación de familiaridad o de complicidad al estar disfrutando de un proyecto tan personal.
De todas formas, si hoy, 43 años después de la última historia publicada de “Voltar”, estamos hablando de él es gracias al monumental trabajo artístico de Alfredo Alcalá. Su arte abigarrado y barroco estaba muy por encima de la media del momento. Puramente deudor de la pasión por el detalle y la composición deAlex Raymond, Will Eisner o Burne Hogarth, cada página incluida en este volumen es una pequeña obra maestra donde el autor juega con la iluminación y con los claroscuros para ofrecer una ambientación muy atmosférica y meternos de lleno en su mundo de magia, violencia y criaturas fantásticas. Todo un regalo para los sentidos.
Regalo es también la fantástica edición llevada a cabo por Joseba Basalo de Aleta Ediciones. Este trabajo de arqueología comiquera viene presentado en tapa dura y papel satinado, y reproduce a la perfección los lápices del autor.
Igualmente destacables son los extras como la entrevista que realiza Manuel Barrero a Christian Alcalá, vástago del dibujante cuyo segundo nombre es precisamente “Voltar”. Así mismo también se incluye un completo portafolio de gran belleza.
Si os gusta Conan, si disfrutáis con la fantasía heroica o bien os mola el estilo de autores como Frank Frazetta o Bernie Wrightson, creo sinceramente que le tenéis que dar una oportunidad a “Voltar”.