Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Vinilo

Vinilo
Guion
Doug Wagner
Dibujo
Daniel Hillyard
Color
Dave Stewart
Formato
Cartoné. 160 páginas. Color
Precio
22€
Editorial
Norma Editorial . 2023
Edición original
Vinyl #1-6 (Image)

Tampoco vamos a decir que Doug Wagner y Daniel Hillyard sean archiconocidos o tengan un montón de títulos que nos vengan a la cabeza al hablar de ellos, pero ya no es como cuando el año pasado nos llegó su obra anterior. Ahora sabemos que Vinilo es una obra de los autores de Plástico y ya deberíamos saber a qué atenernos.

Vinilo, de Doug Wagner y Daniel Hillyard

De hecho, Vinilo consolida lo que parece ser una especie de goreverso compartido de la que forman parte Plástico, Plush  — a punto de terminar en USA — y Narco, que lanzaron a través de una campaña en kickstarter y aún no ha visto la luz. Sin sorpresa ninguna para quien haya leído Plástico, tanto Vinilo como las que están por llegar comparten la comedia negra loca y gore como eje central y la verdad es que resulta de lo más refrescante.

Vinilo comienza con la reunión entre Dennis, un agente del FBI jubilado, y Walter, un asesino en serie tras cuya pista lleva años. La cosa se complicará cuando aparezca una especie de secta con quien Dennis tuvo un encontronazo en el pasado y lo secuestre. Debido a un extraño sentido de la amistad, Walter sentirá que debe rescatarlo y para ello reclutará lo que su guionista llama «la Liga de la Justicia de asesinos en serie».

Vinilo, de Doug Wagner y Daniel Hillyard

Vinilo comienza de una manera un tanto abrupta y nos trata casi como si ya conociéramos a los personajes, con todo sucediendo muy rápido y sin tiempo para presentar a nadie o siquiera lo que están haciendo. Además, los autores tienden a desestructurar la narración tirando de flashforwards, flashbacks y elipsis un tanto desconcertantes y es posible tener una pequeña sensación de WTF, sobre todo en el primer acto. Pero en cuanto empieza la escabechina y entramos en el juego de personajes delirantes haciendo cosas aún más extravagantes, es imposible no pasárselo como mínimo tan bien como en Plástico, si no mejor.

Y lo cierto es que pese a que el pilar sobre el que pivota todo es esa especie de celebración casi festiva de las distintas carnicerías al más puro estilo slasher, la trama no deja de darnos nuevas informaciones y revelaciones casi en cada momento de la misma. De acuerdo que Vinilo no es arte y ensayo, que digamos, pero no se conforma con abrir el bote del gore y las tripas sin más y se guarda más de un giro.

Vinilo, de Doug Wagner y Daniel Hillyard

Exceptuando un par de personajes, en Vinilo todo el mundo tiene una avería mental considerable, los buenos y los malos. Esto provoca un hecho curioso y es que en el papel de héroes tenemos gente que destripa otra gente, la parte en dos con sus manos o se hace trajes con su piel y si eso funciona es gracias al carisma con el que están caracterizados, tanto a nivel literario como gráfico y más teniendo en cuenta el poco tiempo que dedican a presentar a cada uno.

Ya decíamos que esta serie no se anda con rodeos ni demasiadas contemplaciones a la hora de ir al turrón y es que, salvo en el último par de páginas y con toda la justificación, no tenemos un solo cartucho de texto y es todo diálogo directo. Si acaso, usan la pequeña trampa de los diálogos a través de radio, que en algún momento pueden hacer algo parecido a una labor de apoyo, pero que siguen siendo diálogos directos y mantiene ese ritmo que apenas permite pausas.

Vinilo, de Doug Wagner y Daniel Hillyard

Con Vinilo, Warner y Hillyard parecen haber perdido el miedo y soltarse y, si ya hablábamos de las licencias que se toma Warner, vemos también a un Hillyard más cómodo y fluido, asumiendo más riesgos y con un acabado que aunque sigue recordando a Ryan Ottley, ya va haciéndose con sus propias señas de identidad con un toque más caricaturesco y exagerado. Si todo esto lo sumamos a la paleta de Dave Stewart, mucho más viva y alegre que la de Laura Martin en Plástico, la verbena de la violencia y la casquería está servida.

Con cada nueva obra juntos, Warner y Hillyard van ganado tablas a cada litro de sangre y kilo de tripas y, aunque es cierto que Plástico y Vinilo tienen bastantes puntos en común — y parece que Plush y Narco también los tendrán — yo no los perdería de vista porque auguro que seguiremos oyendo hablar de ellos en el futuro.

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