Es la hora de las tortas!!!

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¡Viñetas y … acción! 23 Superman III de Richard Lester

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¡Hola amiguitos! Bienvenidos a una nueva entrega de ¡Viñetas y … acción! Ya estamos en plenos años 80, una década donde los cómics de superhéroes se volvieron más oscuros, más adultos, más serios… así que nada mejor que fichar a Richard Pryor como villano en Superman III, oh wait!

SUPERMAN-III

Tenía que pasar, estaba claro, los Saldkin querían más humor, más coñas y más chascarrillos en la franquicia de Superman. En Superman II echaron a Richard Donner y fue Richard Lester quien remató la faena. Por supuesto, cuando terminó la secuela ya sabía que se iba a encargar de una tercera entrega (recordemos que en los títulos de crédito finales de Superman II, ya se anunció este estreno). Pues bien, estrenada en 1983, esta entrega fue un fracaso en taquilla, ya que aunque costó 39 millones (casi veinte menos que la anterior) solo recaudó 70 de ellos a nivel mundial y 59 en USA (gracias al carisma y la fama de Pryor). Con esta tercera parte se cerró el capítulo del Superman de Warner, productora que tardaría más de veinte años en estrenar una nueva cinta de Kal El.

Hay que admitir que, vista ahora, Superman III es una película simpática, absurda, surrealista por momentos y desde luego su tono tiene mucho más en común con el Batman sesentero de Adam West que con cualquier otra cosa. Solo hay que observar los largos títulos de crédito iniciales de ¡ocho minutazos! Donde los tranquilos transeúntes de Metropolis resbalan en las calzadas, se caen en zanjas, un ciego provoca accidentes, a otro le cae un cubo de pintura… Y todo ello mientras suena una fanfarria musical de Giorgio Moroder (Ken Thorne se encargó de las partes más épicas tratando de emular sin éxito a John Williams) más propia de una verbena que de una cinta de superhéroes.

Viendo este comienzo uno piensa que no puede ser tan malo porque detrás de este desastre tiene que estar Mr. Mxyzptlk. Para mí era la única explicación lógica y más cuando en la labor de documentación de este artículo he comprobado que al parecer ese era el plan inicial: que los villanos fueran, por un lado, el diablillo de la quinta dimensión, y por otro, Brainiac ni más ni menosmeno (de hecho Superman se enfrenta a un súper ordenador al final de la cinta). También debería haberse presentado a Supergirl en sociedad, pero una Supergirl malvada y corrupta, porque su cápsula de escape fue encontrada por Brainiac y éste la adiestró para enfrentarse a Superman. Esto habría estado genial, pero en su lugar tuvimos a Richard Pryor.

super bar

Richard Pryor en aquellos tiempos era un más que reputado cómico televisivo, muy capacitado para la improvisación y francamente divertido. Para el recuerdo son algunas comedias como “No me chilles que no te veo” o “Mi juguete preferido” (filme donde llega a portar un traje de Spider-Man que hoy sería totalmente inadmisible). En Superman III hace de parado que de la noche a la mañana se convierte en un programador informático experto (un golpe de guion provocado más por la ingenuidad de la época que por otra cosa, además de la creencia de que un ordenador, que no estaba conectado a NADA, era capaz de cualquier cosa). En la cinta tiene un par de momentos surrealistas como cuando maneja un par de computadoras en plena borrachera, cuando diseña un ordenador futurista en dos cajetillas de tabaco y una servilleta (riete tú de McGyver) o cuando se viste de militar para dar un discurso en Smallville.

superman pryor

Es precisamente Villachica una parte importante del filme. Como ya se sabía, el papel de Margot Kidder fue tremendamente reducido por protestar por el despido de Donner y apenas aparece al principio y al final. En su lugar tenemos a Lana Lang (Annette O’Toole, la Martha Kent de Smallville) que está loca por pillar cacho, ya sea con Superman o con Clark Kent. Lo mismo daba. Como último personaje nuevo y destacable contamos con Ross Webster (Robert Vaughn), un villano creado para la ocasión y que no es otra cosa que un Lex Luthor soso y con pelo. Para colmo, en la versión doblada al castellano se contó con el mismo actor que dobló a Gene Hackman en las dos primeras partes.

supes vs clark

También surrealistas son algunas de las cosas que hace Superman. En primer lugar la disminución del presupuesto se notó en las escenas de vuelo: mucho menos numerosas y mucho más cantosas. La utilización de sus poderes también es bastante ridícula, siendo su primera acción heroica rescatar a un hombre de un coche que en plena calle se está inundando por culpa de una manguera. Sin dejar de lado al H2O veremos al Hombre de Acero congelar un lago y llevárselo volando como si fuera una bandeja… Aunque la verdad es que me reí cuando por culpa de una Kryptonita sintética se vuelve malo (como cuando le daban un pedrusco rojo en Smallville) y se convierte en un troll de cuidado enderezando la Torre de Pisa o luciendo barba de tres días y tomándose un whiskazo en el barra de un bar.

Para mucha gente la mejor escena fue la “batalla” en el desguace entre el Superman malo y suyo interior bueno encarnado por Clark Kent. Yo creo que la escena, aunque resultona, es sobre todo ridícula, pero es que en general todo el desenlace de la cinta es así. Hay una larga persecución sobre Superman por parte de unos misiles controlados por un ordenador y con gráficos de videojuegos (escena realizada por unos técnicos de Atari que usó los efectos de sonido del famoso Pac Man), y también habrá una mujer convertida en robot que ni las tostadoras de Galáctica (la vieja, en la que salía el Fénix del Equipo A).

En definitiva, tenemos dos horas con algunos altibajos de ritmo pero que, vistas con perspectiva, pueden llegar a provocar alguna risa y al menos, esa era la intención de los Saldkin y Lester. Así que por esa parte, misión cumplida.

Volvemos en quince días, le tocará el turno a Supergirl. Llevo sin verla más de 30 años… Deseadme suerte.