Hola, amiguitos. Bienvenidos una quincena más a “Viñetas y… acción”. Hoy vamos a hablar de “X-Men 2” o “X2” o “X2: X-Men United”, elijan el que más les guste; la que para nosotros es la película definitiva de superhéroes. De ahí la inocencia del chiste, no sabíamos a qué sacarle punta.

De todas formas, resulta muy curioso cómo las películas de “X-Men” de Singer tienen una variedad cromática realmente escasa. Todos los decorados y fondos son de un azul plateado impoluto, los trajes de un negro total (aunque en esta secuela, la diseñadora de vestuario Loise Mingenbach incorporó algunos detalles individuales en los trajes) y los mutantes que fueran con aspecto “no humano”, siempre fueran azules. Todo esto es una contraposición con el siempre colorista mundo de los superhéroes y, por otro lado, es el reflejo del esfuerzo de Singer y su equipo de producción (la plana mayor de la primera entrega) de seguir dándole un aspecto verosímil a su particular universo.

“X-Men 2” fue más grande que su predecesora en todos los aspectos. Costó 30 millones más, pero recaudó más de 100 millones más que la primera entrega. Con estos números el éxito comercial estaba garantizado (la taquilla fue cuatro veces superior a lo que costó), sin embargo en la Fox se quedaron con cierta sensación de fracaso puesto que el enemigo a batir en esa época era el todopoderoso “Spider-Man” de Sony ¿Se gastaron más? Sí ¿Se gastaron lo suficiente? No. Los primeros borradores incluían centinelas, la sala de peligro, a la Bestia peluda, al Ángel, a Gambito, y no prescindían de Dientes de Sable y Sapo. Lo que sí ganó fueron 45 minutos más de rodajes que fueron muy bien recibidos.

Como hemos dicho, “X-Men 2” tiene el mismo equipo de producción que “X-Men” y eso se nota desde el primer momento. Unos títulos de crédito muy buenos con la impresionante banda sonora de John Ottman (quien después desaparecería de la franquicia hasta “X-Men Apocalipsis”) que nos conduce hasta una de las escenas más soberbias del filme: la introducción de Rondador Nocturno.

Lo bueno de las secuelas es que ya suelen contar con su universo de ficción plenamente presentado, hecho que consigue que se ahorre metraje en estos aspectos y se pueda pasar a la acción. En la primera escena vemos a Rondador Nocturno asaltando La Casa Blanca entre la confusión y el desconcierto del Servicio Secreto. Sus poderes de teleportación (gran trabajo de FX de Michael Fink), son tal y como nos imaginábamos en las viñetas, incluyendo el bamf! y la nube de azufre. La escena gana dramatismo y majestuosidad gracias al réquiem de Mozart que acompaña al elfo azul, yo hubiera preferido a Wagner por aquello de la simetría. Fuera como fuese, pocas escenas iniciales he visto más efectivas que ésta en una cinta de superhéroes.

El guion de Bryan Singer, Dan Harris y David Hayter se basó de forma muy libre en la novela gráfica “X-Men: God Loves, Man Kills” de Chris Claremont y Brent Anderson. Singer, como representante de una minoría o movimiento en constate opresión, supo extraer lo mejor de la magna obra mutante y darle una vuelta de las suyas. Durante toda la película está patente el miedo de la gente a los mutantes o la confusión que genera el homo superior entre el homo sapiens. Hay dos escenas concretas que lo representan a la perfección: la escena del museo donde Xavier hace gala de unos poderes desmesurados (no en vano llega a amenazar a Logan con convertirle en una niñita para que Jean le haga coletas) y la “salida del armario mutante” de Bobby Drake con sus padres. La frase de Ms. Drake que reza “¿has intentado no ser un mutante?”, es un fiel reflejo de este hecho. Si bien es cierto que esta frase viene directamente sacada de uno de los capítulos más laureados de la serie “Buffy the vampire Slayer”.

Pero volviendo a “Dios Ama, El Hombre Mata” (como se llamó en España) nos presenta a un Stryker (magistralmente interpretado por Brian Cox) que cambia la sotana de sacerdote por el uniforme militar. Sin embargo, su fe en que los mutantes son una aberración sigue intacta. Singer convierte a Striker en el responsable del Proyecto Arma X que creó a Lobezno, es también el alcaide de la prisión de Magneto (cuya fuga de la misma es un fascinante espectáculo visual) y por último el azote de la Patrulla X en todo el filme, persiguiéndoles constantemente.

La trama es simple y efectiva. Stryker necesita a Xavier y a Cerebro para matar a todos los mutantes. Para ello utiliza a su hijo Jason (que tiene los poderes y el nombre de pila de otro mutante conocido, Mente Maestra) para desarrollar un suelo con el que puede controlar a los mutantes. Este arma argumental justifica las acciones de Rondador Nocturno o de Cíclope o Dama Mortal. Estos dos últimos personajes fueron pobremente utilizados. El primero quizás porque ya se sabía que pasaría a la franquicia de Superman (junto al propio Singer) y apenas hace nada en las más de dos horas de película. La segunda hace de punching ball para Lobezno y protagoniza una brutal pelea con el canadiense.

Lobezno. Es en esta secuela donde nos encontramos con la mejor versión del mutante de las garras de adamantium que ha visto el cine. Quizás solo superado en algunos momentos por la versión crepuscular de Logan. Logan es mucho más salvaje y letal de lo que habríamos imaginado que podríamos ver una película PG13, la escena del asalto a la mansión es sencillamente brutal y verlo en modo berserker toda una delicia. Otro aspecto destacable, son los flasbacks que nos trasladan a Canadá y a su creación como Arma X. Imágenes de pesadilla que nos hacen pensar en el serial de Barry Windsor-Smith.

La escena del asalto a la mansión es puro fan service. Striker y sus comandos van capturando un montón de críos y podemos ver los cameos de Syrin, de Artie, a Gatasombra y Júbilo y por supuesto a Peter Rasputin convirtiendo su piel en acero y por ello en Coloso. Solo es un momento, pero la escena y el sonido nos hicieron soñar a todos, estábamos viendo a la Patrulla X, dándolo todo en su casa, luchando contra un mundo que los teme y los odia y que han jurado proteger. Chapeau Mr. Singer.

Al ser una cinta mucho más larga que su predecesora. “X-Men 2” se permite parar y dividir los planos de atención de los personajes, así como aumentar sus momentos de gloria. Por ejemplo, Tormenta, no, no la veremos volar. Pero si aplicar toda la fuerza de unos tornados y huracanes contra los jets del ejército. También Bobby, John y Pícara ganan protagonismo y se refuerzan los vínculos de este triángulo, es verdad que el presupuesto se lo comieron otras cosas y que por tanto no vemos tanto hielo o fuego como nos gustaría, pero a nivel de diálogo, los tres tienen grandes momentos. En especial Bobby y su “paso al lado oscuro”.

John: “Eh, dicen que eres el malo”
Erik: “¿Cómo te llamas?”
John: “John”
Erik “No, tu nombre de esclavo no”
John: “Pyros”
Erik: “¿Qué puedes hacer, Pyros?”
John: “Controlo el fuego, pero no puedo crearlo, no sirve de nada”
Erik: “Eres un dios entre hormigas, no dejes que te digan lo contrario”

Magneto y la seducción de la inocencia. Así podría llamarse esta conversación. Como el amo del magnetismo se aprovecha de la creciente ira de un muchacho para llevarlo a su bando.

He hablado de personajes, he hablado de poderes. Toca hablar de Jean Grey, hace quince años no había los medios de ahora, ni las webs de ahora, lo normal era tener una conexión a la red de 56 kbits. Por lo que el desenlace de la película nos dejó a todos con el culo torcido y sin poder cagar duro un mes. Ya nos habían ido dejando pistas sobre el aumento de los poderes de Jean. Cíclope estaba preocupado por como retumbaba todo mientras dormía y tenía pesadillas, también consiguió aterrizar Pájaro Negro cuando éste había sido abatido. Lo que nadie se esperaba es que para el climax de “X-Men 2” fuésemos a ver el nacimiento del Fénix. Y aunque ya debían andar sin un duro y todo se limitó a una sombra sobre el agua y a ver el fuego en sus ojos, Famke Jansen lució maravillosa y salvó el día.

Puede que no sea una cinta perfecta, como ejemplo los personajes desaprovechados que citábamos arriba, pero desde luego es la mejor película de mutantes que se ha hecho y difícilmente será superada. Al menos por la Fox, cuando los muties estén en manos de Marvel Studios ya veremos que pasa.

¡Nos leemos en quince días!