Cuando llegamos a Vengadores 94: Sin Rendición sólo queda un tomo para finalizar la saga, las cartas se empiezan a descubrir y ya es hora de hacer un repaso de lo que hemos tenido hasta ahora. Todos comenzaba como una gran avalancha de grandes situaciones épicas que sucedían todas a la vez. La tierra era movida del sistema solar para poner en marcha un juego. Mientras, todo tipo de desastres naturales se sucedían, la mayoría de los héroes de la tierra quedaban congelados en estasis, Jarvis resultaba herido de gravedad, la nueva Legión del mal y la Orden Negra atacaban y del pasado de los Vengadores llegaba Viajera, la Vengadora fundadora que nunca existió, pero todos parecían conocer.
Tras un inicio demoledor, llegábamos a una continuación quizá un tanto sobreexplicativa y baja de ritmo que revelaba una historia revisitación y homenaje a aquella primera y mítica Contienda de Campeones de 1982 y, más concretamente, a una especie de secuela bastarda que tuvo lugar en The West Coast Avengers Annual #2 y The Avengers Annual #16 aparecidos en España en sendos especiales verano en el 88. De nuevo tenemos al Gran Maestro con los héroes más poderosos de la tierra como peones en un juego con apuesta con un nuevo contendiente que resulta proceder del pasado de En Dwi Gast. Pese al frenazo del tomo anterior, tenían lugar bastantes revelaciones que tendrán peso en lo que queda de historia.
Sin caer en spoilers, en Vengadores 94: Sin Rendición, tendremos el destino de Jarvis, el secreto de Viajera y la presentación de lo que será la encarnación más poderosa e imparable que nunca se haya visto de cierto conocido capaz de poner en aprietos a todos los Vengadores.
Pese a un comienzo algo titubeante con toneladas de textos de apoyo innecesarios y continuando con esa manía de sobreexplicar, que desmerece un poco la épica del papel de Jarvis, tenemos en la batalla con mayúsculas nuestro próximo destino. De nuevo volveremos a contar la historia por medio de la acción, sin llegar a las cotas del primer tomo, pero con un repunte importante del ritmo de la saga. No obstante, si no termina de volver al punto al que lo llevó el trío de guionistas (Mark Waid, Jim Zub y Al Ewing) y Pepe Larraz es por titubear a la hora de decidir qué tipo de historia pretende ser.
A veces quiere ser un tebeo totalmente desatado que explica el papel de Viajera recurriendo al culebrón, que lleva a la Bestia en un loco viaje al centro de Jarvis, que ofrece una amenaza imparable más allá de lo que sabemos que lo es, que cambia el alcance del poder los personajes al servicio del golpe de efecto y que se salta cualquier lógica para meternos en una enorme y excesiva épica. Pero por otro lado, otras veces se esfuerza por parecer coherente y explicar cosas que de mantener el ritmo arriba, a nadie le importaría su coherencia. Hay ciertas trampas de guión que solo funcionan cuando el objetivo es lo más desmesuradamente heroico. Si tratas de acercarlo a la realidad para explicar alguna costura, se verán todas las demás y Vengadores 94: Sin Rendición peca de esto en algunos momentos (si bien queda lejos del desacierto del segundo tomo).
Igualmente en el medio se queda Paco Medina, un dibujante solvente tanto en el plano narrativo como en el puramente visual. Sin duda podrías dar a Paco Medina cualquier historia y sería capaz de darte un trabajo digno con ella. No cae en los errores de monotonía y arbitrariedad narrativa en que caía Kim Jacinto, pero justo en este historia necesitamos algo más que competencia para que brille como debe, sobre todo cuando en el primer tomo ya nos mostraron a dónde puede llegar gráficamente una historia como Sin rendición.
Como decíamos al principio, queda tan solo un tomo y, ahora sí, casi todas las cartas están descubiertas. Sin embargo, tras el final de Vengadores 94: Sin Rendición, aún quedan cosas por resolver y, por supuesto, la batalla final que redondeará o no lo que ha resultado ser una puesta al día de una historia muy querida por muchos.
