Una historia sin héroes. 20 años después
Guión Jean Van Hamme
Dibujo de Dany
Dolmen editorial
Línea ‘Al límite’
2016

Tengo que empezar avisando que Van Hamme es una de mis asignaturas pendientes. He leído XIII y los Maestros cerveceros, pero reconozco que tengo pendientes obras fundamentales como Thorgal o Largo Winch. Por otra parte, Una historia sin héroes. 20 años después es mi primer contacto con el dibujante Dany.

Por eso, cuando Dolmen anunció que editaría esta obra como título inaugural de su línea ‘Al límite’, me llamó la atención. Era la manera de acercarme un poco más a un pilar como Van Hamme sin necesidad de meterme en una serie larguísima.

Lo primero que encuentras al hojear el tomo es que consta de dos historias diferenciadas. Diferenciadas por 20 años, tanto en el marco temporal de la historia, como en la vida de los autores. La primera parte de la historia se publicó en 1977, mientras que la segunda, en 1997 y afortunadamente, se notan los años de oficio de los autores.

Una historia sin héroes. 20 años después nos narra la historia de los supervivientes de un accidente de avión que quedan perdidos en mitad de la jungla del Mato Grosso. Nunca me había enfrentado a una obra tan antigua de Van Hamme y la primera impresión no fue del todo buena. Pese a que el dibujo de Dany es impecable, la historia se antoja un tanto lineal, excesivamente directa y los personajes un tanto estereotipados. La conclusión es clara, pese al esfuerzo por trabajar con un abanico de emociones humanas en una situación límite y hasta de ciertas pinceladas de política, los años se le notan al tebeo.

Se hace demasiado hincapié en mostrar las flaquezas humanas, existe un exceso de esfuerzo en que los personajes femeninos trasciendan el florerismo, los dictadores sudamericanos eran los villanos de la época y son mostrados como casi inhumanos, el personaje chino cae en el tópico del estoicismo y la espiritualidad y así prácticamente con todos. La simpleza del argumento debería verse reforzada por unos personajes que serían los que aportaran riqueza a la historia, pero en un interés de Van Hamme por darnos una historia sin héroes, el dramatismo llega a veces a unos extremos excesivamente forzados.

Y entonces, tras un interludio en prosa, narrado por el mismísimo Largo Winch, comienza la segunda parte y cambia del todo mi opinión. 20 años después de los sucedido en la primera parte, algunos de los supervivientes comienzan a desaparecer o morir en extrañas circunstancias. La verdad es que no tengo ni idea de si Van Hamme y Dany tenían previsto esto en 77, pero de ser así, me han engañado del todo. Para empezar, comenzamos por un aspecto visual más moderno. Dany deja las tintas planas y pasa a un acabado a acuarela mucho más refinado. Esto viene a ser una primera declaración de intenciones de que vamos a leer una historia totalmente distinta, pese a compartir personajes. Donde antes veíamos linealidad, ahora tenemos una trama que se desarrolla en varios frentes y temporalidades. Donde antes teníamos personajes forzados, ahora tenemos pequeñas pinceladas de caracterización que contribuyen a la trama, una trama mucho más compleja y donde el suspense está más que conseguido. En su contra, quizá podamos achacarle algún Deus ex machina bastante poco disimulado al final. Van Hamme se olvida de su empeño por hacer una historia sin héroes y en esta segunda parte hay uno claro (si bien se insiste en que no quiere serlo).

En cualquier caso el sabor que queda al final es el de una historia de conspiranoias, bien hilada y con el suspense dosificado con maestría, pese a lo flojo del arranque, más por un mal envejecimiento de la forma de hacer historias, que por la habilidad de los autores.