En 2007 se lanzó la película Truco o Trato, dirigida por Michael Dougherty. Se trató del primer filme importante del realizador que, años más tarde, triunfó con la magnífica Krampus o con la lisérgica Godzilla: Rey de los monstruos. No obstante es su ópera primera la que ha sido calificada como filme de culto (pese a haberse lanzado directamente en DVD en la mayoría del mundo y habiendo disfrutado de un paso por salas limitado muchas veces a festivales de cine de terror). Este fue, de hecho, el caso en España, donde se proyectó en la edición de 2008 del festival de Sitges.
El caso es que sin reinventar nada, Truco o Trato supuso una fresca mirada al cine de género ambientado en la noche de Halloween. Su estructura en forma de cuatro historias independientes con hilos en común y la presencia de Sam, el “niño” (que aparece en la cubierta) supieron dar con la tecla y la cinta fue bastante bien recibida por una prensa especializada que a menudo menosprecia este tipo de películas.
Tal fue el impacto de Truco o Trato que, coincidiendo con el décimo aniversario de su estreno, se publicó un ómnibus que recopilaba la adaptación del filme, así como nuevas historias ambientadas en Halloween. El volumen fue lanzado al mercado por el sello editorial de la productora Legendary de Warner Brothers. Suyos son tebeos como Godzilla: El despertar, Pacific Rim, Annihilator o Detective Pikachu.
Truco o Trato. Todo pasa en una noche
Lejos de ser la típica adaptación sacacuartos, Truco o Trato ha sido trasladada al papel con mucho cariño y esmero. El guion (supervisado por el propio Michael Dougherty) ha sido escrito por Marc Andreyko y el dibujo corre de la mano de gente como Mike Huddleston, Christopher Gugliotti o Fiona Staples. Todos ellos son artistas que han logrado una gran ambientación.
La historia está llena de humor negro, escenas cafres, diálogos con chispa y situaciones delirantes que, lejos de tratar de ser originales, abrazan todos los tropos de este tipo de historias para darles una vuelta de hoja con la intención de conseguir sorprendernos, asustarnos un poquito (solo un poquito) y sacarnos más de una sonrisa.
Marc Andreyko logra atrapar ese ambiente festivo transmitiendo el mal rollo de las historias y leyendas urbanas difundidas por vía oral, como si se tratase de las novelas juveniles escritas por R.L. Stine pero destinadas a un público más adulto.
Truco o Trato. Los días de los muertos
No obstante, la golosina de este volumen son los cuatro cuentos de terror ambientados en diferentes épocas, que son una carta de amor en toda regla a la antigua festividad celta popularizada en Europa que marcaba el final de las cosechas. Cuatro historias muy distintas que ofrecen un punto de vista original.
Habrá quien lamente que no sean historias interconectadas como las de Truco o Trato. Pero personalmente creo que son un aliciente por sí mismas por la seductora forma con la que aborda toda la mitología relativa a Samhain.
Cuatro relatos que por la forma en que se nos cuentan, bien podrían ser segmentos de populares series como Historias de la cripta, Creepshow y que no cuesta nada imaginarse siendo presentadas por Vampira o Elvira, con marcos tan sugerentes como el antiguo continente en plena caza de brujas, la colonización del salvaje oeste, los años cincuenta en pleno auge del género negro en Los Ángeles o una urbanización a caballo entre los ochenta y los noventa que perfectamente podría estar habitada por los chavales de Stranger Things.
Importando mucho más el cómo que el dónde, la plantilla de escritores formada por Michael Dougherty, Todd Casey, Zach Shields y Marc Andreyko consiguen atraparnos en su particular universo de pesadillas, rencores, envidias, venganzas o amores imposibles.
En definitiva, este Truco o Trato es una lectura obligada para todos aquellos que disfruten de las películas o cómics de terror. Norma lo lanzó con muy buen criterio coincidiendo con Halloween y ahora con las navidades a un par de semanas aquí tenéis una muy buena opción.
Ah, y si no habéis visto la película, ya estáis tardando.