Cómo niño que se crió con la serie de animación, es una maravilla poder tener en este país tebeos de Transformers. Las dos series que publicó Planeta (Robots in disguise y More than meets the eye) quedaron inconclusas a pesar de ser cómics realmente notables. Por eso, cuando nos llegó la noticia de que íbamos a tener un nuevo universo compartido con GI JOE, con guiones y dibujos de Daniel Warren Johnson, y todo ello dirigido por Robert Kirkman en Skybound, casi me da un infarto. Esta vez os traemos la reseña del tercer tomo titulado Caos de Combinadores.
Como ya pudimos ver en el número anterior, la historia se va ampliando y con ella los personajes. Empezaremos conociendo más sobre el pasado de Starscream, donde descubrimos que su nombre original es Ulchtar. Este decepticon era un ser pacifico, idealista y soñador pero el inicio de la guerra en su planeta natal y la pérdida de un amigo suyo le convirtieron en lo que es ahora. Veremos que tras la paliza que sufrió a manos de Soundwave, varios miembros de M.A.R.S. le salvaran las piernas fusionándolo a un tanque HISS, lo que es un guiño para los fans de G.I. JOE.
Por el lado de los Autobots hay varias tramas que se ejecutan en paralelo. Por un lado, tenemos a Optimus Prime junto a varios transformers intentando detener a Soundwave y los suyos. Por otro lado está el grupo de Elita One en una misión para conseguir refuerzos. Lo más interesante es ver como los personajes que considerábamos los buenos no son tan perfectos como parecía. Tienen grietas, dudan e incluso cometen actos terribles por lo que la línea entre héroes y villanos se empieza a difuminar por momentos.
Si hay algo en lo que destaca este tomo es la cantidad enorme de personajes secundarios que irán apareciendo. Entre los más destacables están los Combaticons, un grupo de Decepticons que son capaces de combinarse para formar el combinador Bruticus. Este villano nos va a dar algunos de los momentos más espectaculares del cómic cuando se enfrente a su camarada Devastator. Además, el cómic permite seguir explorando a otros personajes menores como Thundercracker. Su negativa a matar humanos nos recuerda por momentos al cómic Robots in disguise donde éste decidió abandonar el camino de la violencia, adoptar un perro y meterse a trabajar como guionista de cine (os lo prometo)
En la parte visual, Jorge Corona sigue ocupando el puesto que dejo Daniel Warren Johnson pero sigue en completa sintonía con todo lo anterior. Su estilo personal es realmente espectacular y las escenas de acción a doble página se sienten enormes y apoteósicas. Por su lado, el guión sigue siendo realmente entretenido y sabe emocionarnos como este guionista sabe hacer cuando llega el momento.
Quizás en la parte negativa es que en un tomo tan corto haya tantas tramas en paralelo que pueden llegar a confundir. Y además, no se nos puede olvidar que esta colección es un producto muy cafetero y que los que no son tan fans de la franquicia puede que se sientan algo perdidos. No obstante, en ningún momento dudo de que ésta es una de las mejores colecciones de la actualidad y si levantamos un poco la vista nos daremos cuenta que hay un mundo increíble de historias más allá de Marvel y DC.