Los relatos clásicos de Transformers desde el Reino Unido continúan aquí, presentados en orden y muchos publicados por primera vez. El guionista y aficionado empedernido a TF, James Roberts, proporciona perspectivas en profundidad en las páginas preliminares, y el artista de TF UK Andrew Wildman proporciona una nueva portada. Incluye los números 45 a 77 y el Anual de 1986.
Cuatro años ha tardado Planeta Cómic en publicar el segundo volumen (de 8) de las historietas de Transformers publicadas por Marvel en el Reino Unido. El primer número ya fue reseñado tras el Salón del Cómic de Barcelona de 2014, con entrevista al autor Andrew Wildman incluida. Wildman ha sido el dibujante encargado de realizar la nueva portada para este segundo tomo recopilatorio, aunque el interior del volumen no contiene ninguna historia suya.
El tomo se inicia con un extenso artículo sobre el día a día de la publicación en las oficinas de Marvel UK, las negociaciones con la empresa juguetera Hasbro, los problemas con el coloreado de algunos números… Información de primera mano por parte de los guionistas y editores que hicieron posible la publicación de aquellos cómics en su época, con todas las limitaciones que tenían: sin información disponible por internet, sin guías de estilo, los autores hacían todo lo posible por elaborar historias atractivas para los jóvenes lectores que acudían al kiosco cada dos semanas a por su ración de robots. Para los lectores, estos cómics de Transformers eran la única fuente de información disponible. Junto a las historietas habían pasatiempos y anuncios de nuevos muñecos coleccionables, lo que convertían a los cómics en perfectos reclamos comerciales para que los chavales (o sus padres) compraran los robots transformables.
En este volumen vemos el resurgir de los Dinobots, tras más de 4 millones de años en estado de hibernación. La historia La Teoría Ícaro desvela la existencia de Swoop, el Dinobot pterodáctilo que es encontrado y controlado por el Profesor Morris, que cumple a la perfección con la imagen del científico loco despreciado por sus compañeros y superiores. Una vez revelada la existencia de los Dinobots, tanto Autobots como Decepticons inician en Caza de Dinobots su búsqueda y captura para unir a estos poderosos Transformers a sus respectivas causas. Afortunadamente, y como bien sabemos, serán los Autobots quienes se lleven el gato al agua. Así, el cómic servía como plataforma de lanzamiento de estos nuevos nuevos personajes, que también llegarían a las jugueterías. Según nos cuenta el editor James Roberts en el prólogo, los cómics de Transformers de Marvel UK no estaban protagonizados por los mismos personajes que los de Marvel USA, por la sencilla razón de que no todos los juguetes estaban disponibles en los dos continentes. Habría resultado frustrante leer un cómic sobre muñecos que no podían comprar en las tiendas de tu país.
Leemos a continuación lo que es el más descarado ejemplo de product placement en estas páginas: una historia que en tan sólo 3 páginas presenta a cuatro nuevos robots gigantes, cada uno formado por cinco Transformers. Hablamos del stunticon Menasor, el protectobot Defensor, el combaticon Bruticus y el aerialbot Superion, metidos con calzador y a presión en las páginas del cómic para vender estos muñecos, sin apenas excusa argumental. ¿Para qué necesitas un argumento si ya te vale con que los robots se peguen entre sí? ¡Estos tebeos se escriben solos! Se trata de la Generación Dos de Transformers, que tendrán mayor protagonismo en las siguientes páginas. Seguimos con Carrera de Devastación, donde Autobots y Decepticons se introducen en una de esas carreras sobre tierra en que los coches se destrozan entre sí, y a las que tan aficionados son en los EEUU.
Con el trasfondo de la crisis de liderazgo en el bando Decepticon, con la comandancia disputada entre Megatron y el advenedizo Shockwave, llegamos a la que es, en mi opinión, la mejor historia del tomo: Por el interés nacional. Aquí, la Triple I, una agencia de espionaje ultrasecreta de EEUU, secuestra al Profesor Morris y utiliza su máquina y sus conocimientos para manejar un nuevo robot, Centurión. El objetivo es silenciar a la reportera Joy Meadows, que está revelando más información de la que debería, y que cuenta con la protección de los Autobots, y en especial del dinobot Snarl. Todo, por supuesto, en aras del interés nacional. El toque de crítica política no escapa a nadie, aunque en estos cómics dirigidos a niños se intentaba mantener un perfil bajo en este aspecto. Aun así, o tal vez debido a esto, es la mejor historia del tomo, y tiene ramificaciones cuyas consecuencias podremos ver en sucesivas recopilaciones. El tomo se cierra con el Anual de 1986, en el que debido a una descarga de energía proveniente de Reino Unido intercambia las personalidades de Autobots y Decepticons. Los Transformers viajarán a las Islas Británicas en busca del origen de la transmisión, para acabar enfrentándose en una melée, con la obligada ración de inocentes transeúntes involucrados, como debe ser. A continuación se incluyen varios relatos cortos, historias independientes con ilustraciones de acompañamiento, una de las cuales está escrita por el mismísimo Jamie Delano.
Este volumen publicado por Planeta Cómic contiene multitud de extras como ilustraciones, portadas originales, textos de apoyo y entrevistas, convirtiéndose en lo que posiblemente sea la mejor edición de este material en nuestro país. El único pero que se le puede poner es el mismo que dijimos en nuestra reseña anterior: el reducido tipo de letra dificulta muchísimo la lectura, habiendo incluso páginas en las que es necesario acercarse mucho el libro a los ojos para poder leer los bocadillos. Teniendo en cuenta que en la página hay espacio de sobra en los bordes, sería menester eliminar el recuadro que enmarca cada página impresa para así ganar espacio y poder así ampliar el tamaño de los textos. Esperamos que Planeta Cómic tome nota para futuras ediciones.