Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Tomando un Chiriflus: Breach

Aunque lleva unos meses a la venta en España por ECC, nunca está de más recuperar determinados títulos, que por un motivo u otro, han pasado un poco desapercibidos por el gran público (de ahí su pronta cancelación), máxime cuando son un lectura más que obligatoria para cualquier aficionado al Noveno Arte. Este es el caso de Breach.

Breach 1

Publicada en EEUU hace casi una década, esta colección de once escasos números, supuso un nuevo empuje hacia la fama para su dibujante, el hoy aplaudido Marcos Martín, que tras su Batgirl: Año Uno, comenzaba hacerse un hueco entre los aficionados y la crítica.

Germen de una fallida propuesta para relanzar al Capitán Atom, Breach nos cuenta la fatídica historia del Mayor Tim Zanetti, víctima involuntaria, o no, de un accidente producido en una instalación científica militar, en la cual él es su supervisor. Más de veinte años después, Zanetti reaparece vivo con unos extraordinarios poderes, los cuales hacen peligroso cualquier contacto con la gente de su alrededor, pero sobretodo, para sí mismo.

Breach 2

Bob Harras, guionista y principal valedor de la serie, envuelve los tópicos de este tipo de historias de superhéroes, para darle un nuevo envoltorio más cercano a una historia de ciencia ficción televisiva, al más puro estilo Expediente-X o Fringe, más adulto si cabe, lo cual me hace pensar que hubiera corrido mejor suerte comercial en el sello Vertigo que en el Universo DC convencional. Harras es capaz de medir el tempo de la historia sin equivocarse, colocando a todos los personajes en el momento idóneo, para ir avanzando a un final, que por estar abierto (se cerró la colección antes de explicar todo), es una conclusión tan válida y perfecta como si fuera cerrado.

Midiendo las tramas, la fantasía y los toques necesarios de ciencia ficción, Harras se las ingenia para crear un personaje más complejo de lo que a primera vista vemos. Sus miedos a ser un monstruo, capaz de destruir el planeta sin pensarlo (además de aguantar y ganar dos combates a Superman), conlleva a Tim Zanetti a ir perdiendo poco a poco su humanidad, además de su memoria, en una constante lucha por dejar de autodenominarse amenaza, y luchar contra aquello que está destinado, una raza alienígena que quiere aporrearse del planeta. Su vida a pasado de ser idílica, con una esposa y un hijo pequeño, a una pesadilla, donde se encuentra solo, sin nadie que le diga qué es o cómo solucionar sus problemas.

Breach 3

Evidentemente, el único motivo de peso para acercarse a Breach, a pesar del notable trabajo de Bob Harras, es su dibujante, Marcos Martín, bien escudado por Javier Rodríguez y Álvaro López al color y tintas respectivamente.

El autor de The Private Eye (cuya reseña podéis leer aquí), despliega todo su buen hacer en cada página que toca su lápiz, con una sobriedad y eficacia que consiguen enganchar más si cabe al lector con la historia. La planificación/composición de página y la narrativa, marca de la casa, son un elemento, un personaje más de la trama, sumamente detalla que elimina la sensación de leer una serie más del mercado.

Breach 4

Marcos Martín, cuida cada detalle de tal manera, que hace que los personajes, los entornos se tornen reconocibles, reales, al espectador, sin perder la ocasión de diseñar mundos nuevos visualmente impactantes, criaturas fantásticas basadas en el folclore y en la imaginería, con imposibles poderes, que crean una atmósfera extraña y atrayente, necesaria para envolvernos en la tragedia que sufre Breach.

Pero no todo es ciencia ficción. Estamos ante un tebeo de superhéroes, donde las peleas contra supervillanos y superhéroes confusos es norma de manual, labor donde Marcos Martín también destaca con unas coreografías de batallas sensacionales, fáciles de entender sin perder detalle y épica alguna.

Breach 5

Aún con Javier Pulido uniéndose a la fiesta dibujando dos números, de una calidad innegable, el apartado gráfico de Breach, no tiene tara alguna, consecuencia una vez más que lo artesanal no está reñido con una evolución gráfica permanente.

A pesar, cómo dije antes, del cierre de la colección en su onceavo número, Breach es un oasis dentro del Universo DC tradicional, una pequeña joya que hay que revindicar a pesar de todo, cuya primera página está tan relacionada con la última página, que parece que estamos ante una historia cerrada, aunque no lo esté y nunca logremos conocer el destino último de Tim Zanetti.