Todo Minimonsters es un integral que recupera los 4 primeros cómics de la mítica serie de ¡Dibus! e incluye contenido inédito para todos los seguidores de esta divertida serie. Si no los conoces, aquí descubrirás la pandilla de seres monstruosos de Víctor Von Piro, la bruja Piruja, Momo, Frankie Jr. y Lupo, y las aventuras que viven en Villa Susto. ¡Todo un clásico que atrapará a nuevos lectores y a los de toda la vida!
No puedo ser imparcial cuando hablo de David Ramírez. Le sigo, le aprecio y le admiro desde hace muchos años, y él bien lo sabe. Desde aquellas páginas de Haciendo Amigos para la revista Dolmen, o sus colaboraciones en las cabeceras Dragon Fall y Fanhunter, hasta Sexo Raro o este Minimonsters, David ha demostrado ser un autor todoterreno y capaz de llegar al 99% del público gracias a su capacidad para adaptar su estilo a lo que está contando. Mientras que Sexo Raro, Superro o B3 son obras cafres de humor bestia y sin cortapisas, en Minimonsters cambia radicalmente de registro para, sin abandonar el humor que siempre le ha caracterizado, acercar el mundo de los monstruos clásicos a los más pequeños de la casa. Y digo monstruos clásicos, porque sus protagonistas son las versiones diminutas de Drácula, la criatura de Frankenstein, el hombre lobo, la momia, la bruja, los zombies, los fantasmas de sábana, bola y cadena… Vamos, monstruos con solera. Aquí están representados como Victor Von Piro, Frank Einstein Jr, Lupo, Momsés, Piruja… Nombres e ilustraciones que facilitan a los peques reconocer a estas criaturas de ultratumba que pueblan Villa Susto.
Porque de eso va Minimonsters, de un grupo de niños monstruo que van a la escuela de Villa Susto, una de las ciudades donde los monstruos pueden vivir en paz sin que los terroríficos humanos vengan a incordiarles y perseguirles. Victor Von Piro es un niño que se muda con sus adinerados padres desde la gran ciudad de Miedópolis a Villa Susto, «un poblacho», según él. Aquí hará nuevos amigos, se unirá a una pandilla, resolverá misterios, se enfrentará a cazadores de monstruos… vamos, lo que hace cualquier niño monstruo en su día a día. Cada uno de los personajes tiene una serie de características únicas, que dan juego a multitud de situaciones entre cómicas y absurdas, y gags recurrentes que David Ramírez dosifica con un magistral sentido del timing: Victor es guapo, rico y presuntuoso; Frank es inventor, aunque sus creaciones no siempre salen como le gustaría; Gus es muy asustadizo para ser un fantasma; Piruja está locamente enamorada de Victor, aunque él no lo esté de su horrible verruga; Lupo tiene buen olfato, siempre tiene hambre y sufre narcolepsia… Todos estos rasgos, aunque a primera vista superficiales, son perfectamente definitorios para estos personajes, y proporcionan al autor todos los ingredientes necesarios para esta poción mágica que se publicó ininterrumpidamente desde el primer número en la tristemente fallecida revista ¡Dibus! (2000-2015). Ramírez, además de las una o dos páginas mensuales de Minimonsters, también hacía ilustraciones para otras secciones, diseñaba regalos promocionales y lo que fuera menester. Me atrevería a decir que era la columna vertebral de la revista.
David Ramirez se dio a conocer al ganar el primer premio novel del I Salón del Manga en 1995, lo que le permitió realizar la serie B3 gracias a Camaleón Ediciones, que quedó finalmente inacabada pero que evidenció su circunscripción al género humorístico que le valió el favor del público. Esto hizo que pronto recibiese otros encargos de páginas humorísticas para diversas revistas sobre manga, como por ejemplo ¡Dibus! donde tuvo que suavizar su estilo que rayaba el surrealismo para dirigirse a un público infantil.
David Ramírez ha tocado muchos estilos distintos. Ha flirteado con el manga (Akira Toriyama fue una influencia más que evidente en sus primeras obras), aunque con los años ha refinado su estilo hasta hacerlo casi esquemático, pero sin perder ni un ápice de expresividad. Es increíble lo que un buen dibujante puede conseguir con unos trazos tan sencillos, y a David se le notan muchísimo las tablas. Es capaz de plagar una plantilla de 12 viñetas por página con abundancia de chistes y personajes inolvidables, dotando a cada uno de sus inconfundibles rasgos, y con los suficientes recursos humorísticos y running gags para que nos demos cuenta de que estamos ante uno de los más hábiles y dotados dibujantes de cómic humorístico de nuestro país. El único defecto de esta obra procede de su presente edición: el formato de tomo integral de casi 300 páginas, con semejante ritmo de gags y viñetas por página, hace que se vuelva un poco indigesto si se lee de un tirón. Es un cómic pensado para su publicación (y lectura) en entregas mensuales, o como mucho en álbumes de 48-64 páginas. Pero vamos, que no es obligatorio leérselo de una sentada, y más teniendo en cuenta que su público objetivo son los lectores más menudos, por lo general con menor capacidad de concentración a la hora de leer. Se trata de un libro ideal para aquellos que disfrutaron de las aventuras de los Minimonsters seriadas en la revista ¡Dibus!, y que ahora desean tener todas esas historias en un solo volumen, en el que además se incluyen páginas inéditas, bocetos y la historia original en blanco y negro que dio origen a todo.
Todo Minimonsters está publicado por Editorial Astronave, la división de publicaciones infantiles de NORMA Editorial. Su editor, Gerard Espelt, ya nos indicó en esta entrevista que el objetivo de Astronave es recuperar el contacto con el lector infantil y juvenil que se perdió tras el cierre de la revista ¡Dibus! Por lo que hemos podido ver en su catálogo de cómics, cuentan con muy buen material para lograrlo.