La Asociación FICE Spain, siglas de Federación Internacional de Comunidades Educativas, junto con dos entidades asociadas (Agintzari y la Fundación Resilis) han desarrollado el programa Redes AFE (Acogimiento Familiar Especializado). A través de este programa buscan dar acogida a niños que han sufrido un trauma infantil grave que les ha provocado un daño emocional severo. Mientras que con otros menores, se sigue un protocolo al cual puede acceder cualquier persona, en este programa se exige que, al menos uno de los progenitores, tenga formación especializada que le permita ayudar a reparar el daño de los niños en su día a día. Para dar a conocer el programa, han colaborado con al editorial Astiberri para llevar a cabo Todas las mañanas, un cómic en el que se presentan dos casos de niños que conviven con tutores cualificados.
La obra nos presenta a Ana, psicóloga casada con dos hijas, que ha decidido acoger a Axel, un niño encerrado en sus aficiones (el fútbol) y con una energía desbordante. Su compañera Laia ha acogido a Cristina, una niña que es todo lo opuesto, no reacciona a ningún estímulo, ni siquiera al acoso que sufre por sus compañeros en el colegio. Veremos cómo es su día a día, a los prejuicios que se enfrentan pero también a la dificultad para las hermanas de Axel para adaptarse a una situación en la que no han tenido elección, en plena adolescencia, que no es precisamente la etapa de nuestras vidas en la que somos más altruistas y comprensivos.
Todas las mañanas no es la primera obra que aborda la enfermedad mental ni siquiera en niños. Tenemos reciente la maravillosa Aprendiendo a caer, y siempre recordaremos el trabajo más sincero de Miguel Gallardo en María y yo. Astiberri, consciente de que necesitaba un elemento diferencial, recurrió a uno de los autores más interesantes del panorama tebeístico actual: Javier de Isusi. Capaz de realizar una crónica de la campaña de vacunación contra la viruela en el siglo XIX y conseguir una historia sensible y magnética en El mar recordará nuestros nombres, a priori parecía el indicado para realizar esta obra de encargo, para concienciar a la población, sin que pareciese un mero publirreportaje. Se nota que en Astiberri saben lo que hacen, porque acertaron de pleno en la elección.
Isusi nos muestra la historia desde el punto de vista de las cuidadoras, centrada un poco más en Ana y Axel y permitiéndonos al principio conocer a Laia y Cristina en los momentos en los que coinciden. La obra no es un cuento de hadas, muestra con crudeza los momentos más difíciles para la cuidadora, aquellos en los que Axel estalla sin saber por qué ni cómo pararlo, o la dificultad que tienen unas adolescentes para aceptar a un niño con problemas mentales en su casa. Pero es precisamente a través de esos momentos con los que muestra las dificultades que tienen estos niños y las necesidades de tener a gente implicada con ellos a su alrededor. Hay que tener en cuenta, por mucho que pueda parecer desde fuera que son niños con algo parecido al autismo, que tienen un trastorno que proviene de un trauma infantil previo (malos tratos, abusos, abandono…) y que lo que presentan son síntomas provenientes de un trastorno adaptativo e inestabilidad emocional. La obra no se ceba con los antecedentes, es muy sensible en ese aspecto, y tan solo se mencionan de pasada, y lo que sí se muestra es cómo el programa intenta mantener el contacto con los progenitores biológicos.
Para centrar la atención en lo importante, al autor elige una paleta de colores muy limitada, que da una falsa primera impresión de cómic en bitono, y utiliza más que nunca las acuarelas para conseguir unos efectos narrativos muy impactantes. Resulta interesante ver los trabajos de este autor que, a primera vista, no tiene un estilo hiperrealista ni grandes efectos visuales y cómo consigue obras en las que exprime con inteligencia todas las herramientas propias del medio, y las utiliza para contar historias narradas con belleza y sensibilidad. Esta misma historia, probablemente, realizada por otro autor habría sido una de esas lecturas que leemos, disfrutamos, y olvidamos, y sin embargo Javier de Isusi consigue darnos ese pellizquito en el corazón sin que pierda ni un gramo de sinceridad y credibilidad.
En definitiva, Todas las mañanas es una obra que consigue su objetivo de mostrar el fabuloso trabajo de FICE Spain a través de Redes AFE y gracias al autor de la obra, lo hace con una delicadeza y sinceridad que consigue que el mensaje llegue con mucha más fuerza. Con un trabajo gráfico potente y sutil, estamos ante un trabajo que demuestra que estamos ante uno de los mejores autores actuales de nuestro cómic. Probablemente esta no sea la mejor de sus obras, pero sigue siendo un trabajo muy por encima de la media, algo con mucho más mérito del que puede parecer, puesto que con los elementos que tiene es muy fácil caer en el terreno de la sensiblería o el efectismo, y aquí el equilibrio se mantiene en todo momento, sin acercarse siquiera al borde.
Lo mejor: Una historia difícil narrada con brillantez. Los efectos que consigue con las acuarelas. Su sensibilidad.
Lo peor: Si lo que buscas es simplemente una historia, puede que no te sorprenda e incluso pienses que no te cuenta nada nuevo.