Lo íbamos viendo en los tomos anteriores. Íbamos notando que esta serie era algo más que una antología de terror, que había nexo entre las historias más allá de la presencia de la moneda y un cierto tono y subtexto común. Al llegar a The Silver Coin 3, vamos encajando piezas y justo cuando se nos abre todo un mundo nuevo dentro de esta serie, al bueno de Michael Walsh le da por ponerla en hiato.
¿Pero qué es eso de dejar suspendida la serie para dedicar tiempo a tu hijo, Michael Walsh? ¿ Y qué hay de los miles de lectores que dejas huérfanos, maldito desalmado? Bromas aparte, el hecho es que desde octubre de 2022, no salen nuevos números en los USA de la mano de Image Comics, con lo que The Silver Coin 3 será el último tomo que Panini nos traiga en un tiempo. Hace como un mes dejaba Walsh este mensaje, así que sabemos que está trabajando en algo nuevo, pero ninguna pista de si se trata de otro proyecto o la continuación de esta antología. No olvidemos que de vez en cuando le gusta cambiar de aires y ya en el mismo 2022 publicaba The Oates & The Elphyne para Humanoids.
Como en los tomos anteriores, The Silver Coin 3 nos trae cinco historias dibujadas por Michael Walsh con distintos guionistas, reservándose la parte literaria de la última para él. Y también como en la anteriores entregas, vemos que la historia de Walsh añade algo más a la mitología de la moneda, arroja luz al hilo conductor entre capítulos y es que no sólo es el dibujante — es decir, el narrador de la historia — y guionista ocasional, sino una suerte de showrunner que marca la línea argumental general sobre la que el resto de los guionistas trabaja. Si en los tomos anteriores íbamos descubriendo vínculos entre historias y trasfondos comunes, a estas alturas ya vemos elementos estéticos y simbólicos comunes y asoma la patita cada vez más la trama de fondo común. Si hasta ahora el subtexto parecía apuntar a una exploración de la codicia, ahora ya vamos directamente a un vistazo al lado más oscuro del alma humana en general, al mal con mayúsculas y en cualquiera de sus formas.
Y hablando de formas, en The Silver Coin 3 el terror sí tiene forma y nos acerca a esa fisicidad cronenbergiana. En todas y cada una de las historias, el terror está hecho de ojos, dientes, entrañas, arañas y quilópodos y es que cada vez está más claro que las historias de esta antología no son tan independientes como podía parecer en un principio, pero justo cuando nos están empezando a mostrar un pedazo algo más generoso del plan, llegamos a este receso. En fin…
Por lo demás, como hasta ahora, cinco guionistas hacen cinco historias, cada una de un padre — aunque de la misma madre — y la calidad es desigual. Incluso el propio Walsh no siempre está al mismo ritmo o igual de inspirado. En este tomo tal vez se podrían destacar la historia de James Tynion IV, que es un homenaje casi directo a Stephen King, o la de Pornsak Pichetshote, ambientada en el año de la pandemia y explorando una relación de pareja de toxicidad creciente. También cabría destacar y permitidme el chiste horrible que la historia de Johnnie Christmas es el motivo de que publiquemos esta reseña justo hoy, pero que más allá de mis tonterías, es una de las que peor cuerpo nos deja.
Si midiéramos este tebeo por sus últimas palabras, tendríamos que hacer caso a ese «Se ha acabado» de boca de uno de sus personajes, pero Michael Wash sabe que ninguno nos lo hemos creído y esperamos ansiosos que retome la serie en algún momento.