Con la publicación del primer volumen de “The Haunt Of Fear”, Diabolo completa la manita que inició con “Tales From The Crypt”, “Weird Science”, “Impact” y “Shock Suspenstories”. Todas ellas colecciones de la mítica editorial americana EC Comics. La verdad es que no se habla lo suficiente de estas series porque todas, sin excepción, son una verdadera pasada y la edición que está realizando Diabolo, aunque algo cara, se merece todos nuestros elogios.
El presente tomo incluye los números 15 a 17 y 4 a 6 de “The Haunt Of Fear”. No, no es una errata. Lo que pasa es que la revista tomó la numeración de una serie anterior. En total fueron veintiocho tebeos americanos que Diabolo publicará en cuatro entregas. De momento, podemos disfrutar de las treinta y dos historietas cortas que se dan cabida en las casi doscientas páginas de este volumen.
Tras el cumplidor prólogo escrito por el actor Robert Englund (aunque tengo mis serias dudas de que realmente él se sentase a escribir una sola palabra), llega el momento de adentrarnos en un mundo de escalofríos y pesadillas formado por relatos cortos que oscilan en su mayoría entre las cinco y siete páginas. Una extensión que repite la fórmula de presentación-giro-desenlace. Puede que a día de hoy, consumir muchas páginas seguidas pueda resultar pesado para algunos lectores acostumbrados a ritmos narrativos más contemporáneos. Sin embargo, yo me he zampado este “The Haunt Of Fear 1” de una sentada y lo he disfrutado enormemente gracias a la sobrada calidad de las historias que incluye y a la variedad de las mismas.
En estas páginas conoceremos también a la Vieja Bruja, una nueva maestra de ceremonias. Aunque también asoman la cabeza en “The Haunt Of Fear” viejos conocidos como el Guardián de la Cripta. Otro detalle a destacar es la enorme cantidad de talento que asoma la patita. Algunas historias están firmadas por gente como Wally Wood, Johnny Craig, Jack Davis, Gardner Fox o Al Fedstein.
Sobre el tono de las historias, “The Haunt Of Fear” busca causar un escalofrío a aquellos incautos que se acerquen a sus páginas mediante el terror cotidiano. Sustos a salto de página que pueden darnos la sorpresa en actividades tan comunes como salir a pasear, trabajar o echarse la siesta. También habrá lugar para relatos protagonizados por vampiros, momias, monstruos o seres imposibles como “¡La Cosa del Pantano!”, todo un referente para clásicos del género como “The Blob” o el episodio “La Balsa” de “Creepshow 2”.
Sin embargo, este terror explícito se ve sepultado por una avalancha de historias en las que la moraleja final acaba teniendo tanta importancia como el propio desarrollo de la historia. “El que la hace la paga”, “la envidia es mala consejera”, “la avaricia rompió el saco”… son solo algunos clichés que se verán reflejados en “The Haunt Of Fear 1”. Las historias aquí contenidas no tienen final feliz. Es más, si algo puede salir mal, seguramente saldrá peor. Por si fuera poco, el equipo creativo se deleita muchas veces en el sufrimiento de sus víctimas haciendo uso de un a veces mordaz y a veces sutil sentido del humor negro que puede llegar a provocarnos desde una carcajada hasta una sonrisa de complicidad incomoda.
Entre las historias más disfrutables de “The Haunt Of Fear 1” podemos destacar dos adaptaciones. Una oficial de “Pompas Fúnebres” de Ray Bradbury, que narra una truculenta historia de obsesión y venganza y otra no oficial (o al menos no he visto que esté acreditado) de “El Gato Negro” de Edgar Allan Poe que es bastante escabrosa (y puede incluso ser mirada con un ojo bastante crítico hoy en día). También me ha encantado “Pesadilla”, morboso cuento en el que un obrero sueña a todas horas que muere enterrado vivo o, la obsesiva, “El mago loco”, en la que un feriante del tres al cuarto quiere completar un truco de magia imposible.
Para aquellos que gusten disfrutar de historias de terror clásico con sabor añejo (no puedo dejar de recomendar la Biblioteca de Terror de los años 50, también de Diábolo) seguro que gozan de lo lindo con este tomo. Como hemos dicho, la edición española es una virguería con encuadernación en cartoné, papel de calidad y buena reproducción de los materiales originales.
Deseando estoy de echarle el guante a la siguiente entrega.