A mediados de 2004 llegaba el primer número de esta saga que ya era esperadísima antes de salir a la calle. Cuando salió llevaba tanto tiempo en boca de los fans, que el éxito estaba asegurado. Y es que ni siquiera The New Frontier o 52 pueden resumir mejor lo que es el canon de los comics DC de la última década. De manera muy rápida y antes de concentrarnos en pormenorizar los detalles de esta serie hagamos un breve repaso a algunos hechos que apoyan esta última afirmación. Veamos, para comenzar tenemos a un guionista surgido de otro medio, una maniobra de marketing de grandes proporciones, la vuelta de los crossovers, Retcons, hechos polémicos que propician el debate en la red, guiños a comics clásicos, narración descomprimida, proliferación de los cliffhangers… ¿hacen falta más ejemplos??
Crisis de Identidad llegó de la mano de DC dirigida por la pluma de Brad Meltzer y los lápices de Rags Morales como una miniserie de 7 números. En ella partimos de la muerte de un conocido personaje y toda la trama gira bajo la excusa de descubrir al asesino. Por el camino descubriremos las implicaciones de las identidades de los héroes de la JLA, conspiraciones de doble moral y hechos del pasado que darán que hablar.
Si bien Rags Morales es un dibujante de un calado considerable, y más aún embellecido por la elegante tinta de Michael Bair, la auténtica estrella del equipo es el escritor Brad Meltzer. Novelista de éxito desde hace más de 10 años, ha hecho alguna incursión en TV, pero siempre quiso tener la oportunidad de escribir a los personajes que ama desde niño y ya son varias las experiancias que ha tenido en el mundo del cómic, como Green Arrow, la JLA o este Crisis de Identidad.
Meltzer aprovecha el terreno de la novela de misterio para guiarnos a una historia de mayores implicaciones. Utilizando con habilidad los recursos clásicos del las pistas falsas u ocultas y el cliffhanger de último momento, Brad Meltzer nos atrapa lo necesario para poder exponernos una multitud de ramificaciones que servirán de punto de partida para la historia futura del universo DC. Y es que además de un thriller, Crisis de Identidad es una exploración a cerca de los personajes de la JLA y de sus relaciones entre ellos y el resto del universo DC. Incluso se permite la retrocontinuidad alterando hechos que llevaban inamovibles desde la Crisis en Tierras Infinitas. Pone a los protagonistas en nuevos puntos de partida y da una vuelta de tuerca a los antagonistas. Si bien no se trata de una historia original a nivel argumental, sí lo es que está construida de manera impecable y que, como todas las historias sólidas, da lugar a un nuevo abanico de posibilidades, cuyo filón han sabido explotar en DC.
Meltzer escribió Crisis de Identidad como historia única, no como el principio de nada. Ni siquiera es necesario ser un profundo conocedor del universo DC para disfrutarla. Sin embargo otro de los rasgos característicos de esta última década ha sido el papel del editor. Puede ser que el editor Mike Carlin (y su jefe el señor Didio) respetasen cada línea del texto de Meltzer y los dibujos de Morales y sin embargo su actuación ha sido decisiva en el papel global de esta obra.
Antes de tener su primer número en la calle, se llevaba meses filtrando información y especulando sobre la identidad del personaje que muere en el primer número. La publicidad compara esta serie con Watchmen e incluso se añadió el gancho de la palabra Crisis (aludiendo a la serie que marco un hito en los ochenta) como parte una maniobra de marketing que sentaría precedente y que continuará dejando caer hechos polémicos como la violación que puede verse en sus páginas o la difusa moral de algunos de los protagonistas. Muchas de estas ideas no son nuevas pero en una industria donde gracias a Internet la opinión de los fans parece tener cada vez más peso. El boca a boca convirtió Crisis de Identidad de una historia autónoma en el inicio de una era.
Crisis de Identidad marcará el principio y la pauta de lo que será el universo DC en toda la década: todo confluirá a partir de entonces hacia sucesos que de un modo u otro tienen su origen en esta historia. De aquí partirá Crisis Infinita y de ésta 52, Crisis Final y todos los grandes eventos DC de la década.
Ante todo este despliegue de habilidad narrativa y estrategia editorial, es difícil destacar el dibujo de Rags Morales, pese a que cumple con creces. No se trata de un narrador extraordinario ni de un hot artist, pero se trata de un dibujante veterano con más de veinte años de carrera en títulos como Forgotten Realms, Hawkman o Nightwing que cumple su servicio a la historia y que nos deja un buen puñado de momentos espectaculares, junto a su partner de tintas más habitual, Michael Bair.
Visto bajo la distancia, en una relectura, casi parece que todo lo que ha llegado en los años posteriores estuviera ya planeado desde Crisis de Identidad. Sin embargo es tan solo un efecto de lo que se puede llegar a sacar de una historia sólida y bien construida, que merce la pena leer teniendo en cuenta o no su contexto.