¿Es Telepaths tu primer acercamiento a Joe Michael Straczynski?¿Tal vez lo conoces de su etapa en Spiderman y poco más? Enhorabuena, estás a punto de descubrir un tebeo con una premisa llamativa y resuelta de un modo como sólo un escritor de la dilatada experiencia de Straczynski es capaz de lograr. Sin embargo, si eres un viejo seguidor del guionista de New Jersey, no vas a poder evitar que Telepaths te suene a algo ya visto… y más de una vez.

Telepaths es una nueva vuelta de tuerca a Rising Stars, a Supreme Power, a Sense8 y a The Resistance. De nuevo, un mundo sin metahumanos, un mundo que en principio es el nuestro, se ve expuesto a un agente externo que dota de poderes a una parte de la población. De nuevo, busca fuera de las convenciones del género de superhéroes, para darnos una historia sobre las implicaciones que este hecho tiene en la sociedad. Y de nuevo, vemos los efectos a pequeña escala en las vidas particulares de un puñado de sujetos y las implicaciones más globales que afectan a gobiernos enteros.

En el caso particular de Telepaths, es una erupción solar la que despierta habilidades psíquicas en una parte de la población, principalmente telepatía, pero poco a poco irán apareciendo habilidades de control mental, telequinesis, piroquinesis y parece ser que con el tiempo, los talentos de estos despertados no dejan de crecer.

De nuevo, Straczynski aborda esta historia en dos frentes, que al menos en este tomo — llamemos piloto — apenas se tocan. Straczynski, como decíamos, suele tratar de distanciarse de las convenciones superheroicas, pero en su lugar la rama principal por la que discurre Telepaths no deja de centrarse en una de las ideas germen del género: las historias de policías y ladrones. Telepaths se centra en un grupo de policías que han despertado poderes combatiendo a unos presos fugados, también dotados, que han tomado una parte de la ciudad. Es este ala de la serie donde más acertadamente discurre la historia, que se apoya principalmente en la definición de un grupo de protagonistas y antagonistas con hincapié en la caracterización literaria, si bien es cierto que el trabajo de Epting en el diseño peca bastante de convencional y no demasiado inspirado..

El problema es que cuando salta a las implicaciones globales del asunto que plantea e intenta aplicar la lógica realista, la cosa se queda francamente escasa. Se llega a explorar una iniciativa de registro de telépatas — otra vez Días del futuro pasado y Civil War — y poco más. En este aspecto, y con los precedentes que citábamos al principio, Telepaths es bastante cobarde o tal vez solo estrecha de miras. La consecuencia más obvia de un mundo lleno de telépatas debería ser un mundo sin secretos ni subterfugios, al descubierto, y las sin duda apocalípticas consecuencias de esto no están ni esbozadas en Telepaths, que falla por tanto en su juego de insertar el componente fantástico en un entorno realista y tampoco nos termina de plantear un mundo lo suficientemente ajeno o particular como para funcionar con sus propias reglas, como sucedería con los superhéroes.

Todo esto nos deja al final ante una idea que queda fallida pese a estar desarrollada con oficio, porque eso no hay quien se lo quite a Straczynski, pero sin la entidad como para resultar convincente y redonda. Tampoco ayuda que el mundo visual que acompaña a esta propuesta sea el de un Steve Epting algo desganado o apresurado, lejos de sus mejores trabajos y, por momentos, hasta acartonado, y sin la más mínima seña de identidad que nos haga sobresalir Telepaths entre otro montón de historias. Aun así le pasa al dibujante lo mismo que al guionista y es que es un profesional con más de 30 años a sus espaldas y es capaz de sacar adelante cualquier historia, incluso cuando no está al 100%.

Quien no conozca a los autores y se tropiece con Telepaths, al final se va a encontrar con una premisa sonora y ejecutada con oficio y, si resulta que es productor de televisión, mucho mejor para esta iniciativa, que huele a piloto de serie de TV por los cuatro costados. Quien siga a los autores desde hace algún tiempo se va a encontrar otra vuelta sobre lo mismo con un componente importante de piloto automático y con más ganas de generar ideas que puedan ser compradas por las plataformas que de ofrecer un cómic como valor en sí mismo.