Taiyô Matsumoto es uno de los maestros del manga más desconocidos en nuestro país, lo que es raro, pues es uno de los mangakas más prestigiosos del Siglo XXI. Por poneros un ejemplo, hasta finales de 2008 no pudimos leer una obra suya en España, y es la que hoy nos ocupa: Tekkon Kinkreet: All In One. Si no me equivoco está es la cuarta vez que la obra ve la luz por estos lares. En 2008 fue publicada por Glénta. Unos años después volvió a ser editada, pero en esta ocasión con el sello que mantuvo la editorial hasta su desaparición, es decir como EDT. ECC ya la ha publicado otras dos ocasiones y hoy hablamos de la última, editada en gran tamaño para respetar la edición Deluxe japonesa y con una portada semirigida o flexibook.
Es precisamente la editorial de El catálogo del cómic quien más ha apostado por la producción de Taiyô Matsumoto publicando otras obras como Sunny, GoGo Monster o Ping Pong. Todos mangas de gran calidad pero que palidecen ante este Tekkon Kikreet: All in one. Originalmente la obra apareció publicada en la revista Big Comic Spirits en 1993 a lo largo de 33 capítulos que posteriormente fueron recopilados en tres tomos y más tarde en un tocho como este de más de 600 páginas. Os lo digo de primeras: la obra merece la pena en cualquier edición que se le haga pues es uno de los mangas más estimulantes que he leído en años.
Tekkon Kinkreet: All In One sucede en la llamada Ciudad Tesoro, una megacity que de no ser por la ausencia de elementos fantásticos bien podría estar sacada de Valerian o de Judge Dredd. Es una ciudad enorme, súper poblada, con una gran diferencia entre los barrios ricos y los pobres. Asimismo, posee una gran verticalidad y como resultado es muy opresiva. Esto es debido al maravilloso estilo de Matsumoto, cuyo estilo de dibujo se aleja casi diametralmente de lo que podríamos esperar de un manga: Su trazo es grueso, tiene una gran obsesión por el detalle y casi tiene más puntos en común con gente como Moebius o Richard Corben. Sus escenas de acción están previstas de un dinamismo inusitado y su narrativa está impregnada de una gran cinematografía cinética, casi parece que sus personajes se escapan de las viñetas.
Nuestros protagonistas son dos niños huérfanos que todavía no han alcanzado la adolescencia: Blanco y Negro. Blanco es inocente, solo sabe contar hasta diez, piensa que es un soldado alienígena puesto en la Tierra para defender el planeta y tiene un don para improvisar canciones sobre el tema que sea. Por su parte, Negro, que es mayor que blanco y que vive para protegerle, carece de su inocencia y cree en el camino de la violencia. Los actos de los hermanos, que son muy intrépidos y no le temen a nada, han llamado la atención de la mafia y lejos de amedrentarse se enfrentarán a sus adversarios por misteriosos y terroríficos que sean como solo saben hacer: juntos y con los puños.
Pero los hermanos no son los únicos personajes llamativos de Tekkon Kinkreet. Tenemos al llamado abuelo, que no es pariente de los niños pero sí les echa un ojo de vez en cuando; al temible Serpiente, que no ve en Blanco y Negro a unos niños rebeldes, sino al enemigo. Del lado de los chicos, aunque ellos no lo vean así, está el inspector Fujimura siempre temeroso de cuál puede ser la nueva travesura de los zagales; y por último tenemos a su ayudante, que solo se hizo policía para tratar de imitar a Harry el Sucio y que no tiene reparo alguno en ir gritando a los cuatro vientos que es frígido.
Tekkon Kinkreet es una obra divertida y emocionante y se lee en un respiro pese a ocupar más de 600 páginas. Matsumoto construye a unos personajes por los que te preocupas desde el primer momento y no duda en meterte un puñetazo en la boca del estómago con tal de contar la historia como él quiere. Los dos hermanos son unos personajes entrañables con una gran actitud ante la vida y ante lo que sea que esté por venir. Para ellos no hay problema que no pueda solucionarse. Aunque el cómic resulta bastante trémulo en muchos de sus pasajes, es una historia bonita, de amistad y fraternidad. Está llena de poesía (como bien dice ECC en la sinopsis), es muy optimista y contiene una tremenda carga emocional y psicológica en lo referente a los dos protagonistas principales.
Sin duda Tekkon Kinkreet: All In One es uno de los mangas más personales y viscerales que ha visto la luz en nuestro país en muchos años. 600 páginas repletas de amistad, compañerismo, acción y lecciones sobre la vida. 100 % recomendable.