Existe un lugar donde en ocasiones aparecen personas exiliadas de este mundo. Renacen en Taxus, un árbol milenario en medio de un bosque que, al igual que esas personas, no existe para nuestra realidad. De la mano de un don nadie vencido por la vida como Benito, del ermitaño Laro y la muy especial Anjara, conoceremos un mundo de seres extraños, fantasía y magia ambientado en la extraordinaria mitología cántabra, cuyos misterios empezaremos a conocer en este primer tomo.

Decía mi compañero Enrique el otro día que, en lo referente a cómics, era un hombre con prejuicios. En el fondo todos lo somos, en mayor o menor medida. El mercado es tan amplio que no podemos dar una oportunidad a todo lo que se nos ofrece, sobre todo por razones de espacio, tiempo y dinero. De modo que nos centramos en nuestros gustos, en lo que conocemos, con un algún escarceo ocasional en lo desconocido en busca de alguna gema oculta. Pero los prejuicios también pueden ir dirigidos hacia los autores. Tenemos varios casos recientes de youtubers de éxito que se han lanzado al mercado editorial con desigual fortuna, confiando las editoriales en que el éxito de ventas irá más ligado a la firma del autor que a la calidad de la obra. No es momento ni lugar ahora para debatir si es lícito o ético que las editoriales publiquen estas obras en lugar de dar una oportunidad a autores “de verdad”. Es el momento de hablar de uno de estos youtubers que, además, es un autor “de verdad”.

Descubrí a Loulogio (nombre artístico de Isaac Sánchez) con el vídeo del Pajilleitor Plus, hará unos cuantos años, y reconozco que me hizo muchísima gracia. Luego vi un par de vídeos más suyos, y ahí quedó la cosa. Luego Un par de años después me pasaron un vídeo de la crítica que hizo de Batman V Superman, y ahí descubrí que, además de ser gracioso, el tío sabía de tebeos. Y ahí volvió a quedar la cosa. Y un tiempo después alguien me comentó que este tal Loulogio resulta que fue profesor de arte antes que youtuber y humorista  y que ganó un año el premio Josep Coll en el Salón del Cómic de Barcelona. ¡Alto! Persona habemus. Aquí fue donde Loulogio se convirtió para mi en el señor Sánchez.

Lo primero que me llamó la atención de este tomo al verlo anunciado fueron dos cosas: la primera fue que utilizara su nombre artístico junto al real. Pensaba que el autor tendría intención de separar su identidad de youtuber de la de artista gráfico, y más siendo éste un cómic que se aleja diametralmente de sus anteriores trabajos de humor. Pero resulta natural al fin y al cabo, puesto que la firma de Loulogio vende más que la de Isaac Sánchez. Lo segundo que me llamó la atención fue el dibujo de la portada. ¿En serio dibuja así este youtubarbuder (el término no es mío)? Volvemos al tema de los prejuicios con los que abríamos esta reseña. No todos los youtubers son unos niñatos descerebrados que se pasan el día jugando a videojuegos y grabando tonterías en vídeo. Isaac Sánchez tiene mucho más que ofrecer. Y aquí lo demuestra con creces.

Pasemos a la obra en sí. La historia empieza cuando su protagonista, Benito, se suicida poniéndose en la vía del tren, y aparece saliendo de un árbol en medio de un bosque fantástico. Este árbol es el Taxus (tejo, taxus baccata) que da nombre a la obra, un árbol mitológico cántabro de dónde surgen las personas exiliadas de nuestro mundo a este bosque fantástico. Benito es recibido por el ermitaño Laro y la semidiosa Arjana, y conducido a un pueblo lleno de gente que, como él. ha escapado de nuestro mundo por diversos motivos. Benito es, pues, el último en llegar, frase que da título a este volumen. En este bosque habitan criaturas sacadas de la mitología cántabra, como la guajona, el nubero, el ojáncano y el cuegle, y Benito recibirá un curso acelerado y forzoso de cómo hacerles frente. Acción, humor, algo de drama y un cliffhanger final como no había leído en años, y que me ha dejado, literalmente, con la boca abierta.

La historia de Taxus no posee mucho misterio. Es la clásica aventura de una persona ordinaria de nuestro mundo que de repente se ve transportada a un mundo lleno de criaturas fantáticas. Sin hacer mucho esfuerzo, me vienen a la cabeza obras anteriores como Dentro del Laberinto y La Historia Interminable. Casi podríamos incluir El Hobbit en esta categoría, si consideramos a Bilbo Bolsón como persona ordinaria, y la Comarca como “mundo real”. La inclusión de criaturas de las leyendas de Cantabria (pese a que el autor es barcelonés) le da un toque más autóctono y de nuestra tierra. El giro final es lo que hará que la trama del próximo tomo vire radicalmente y le haga distanciarse de otras historias que conocemos. Pero es el dibujo lo que más resalta de este tebeo. Sin tratarse de un dibujo magnífico, es realmente potente y eficaz, con un inteligente uso del color. Es de resaltar cómo se nos muestra el transcurso del día mediante el cambio de la tonalidad del color del cielo. pasando de los tonos ocres del ocaso al azul nocturno. Herramientas sencillas, pero muy bien utilizadas por Isaac Sánchez. No se puede decir que sea una obra primeriza, puesto que lleva años dibujando y presentando historietas a concursos, y su primer cómic publicado fue, según Tebeosfera, El regreso del hombre pez, por el que ganó el III premio Josep Coll (Glénat, 2009). Pero sí que es una excelente carta de presentación y toda una revelación de un autor que llevaba años engañándonos como youtuber y mologuista, y que esconde un magnífico autor de cómics.

Este tomo de Dolmen Editorial contiene 56 páginas a todo color de la primera entrega de Taxus. Ni en la portada ni en el lomo se hace referencia a que se trata del primer volumen de una serie. Sólo en la trasera, junto al código de barras, podemos ver un discreto “VOLUMEN 1”. Dolmen Editorial se ha marcado un tanto publicando este cómic y dando una oportunidad bien merecida a un artista mediático más conocido por su trabajo en la pantalla que sobre el papel. Esperemos ver ahora tanto de Isaac Sánchez como de Loulogio.

Isaac Sánchez (Loulogio), pasó su infancia dibujando monstruos y superhéroes en el chiringuito de sus padres en Badalona. No paró de hacerlo hasta que publicó su primer álbum El regreso del hombre pez, premio Josep Coll del Salón del Cómic de Barcelona. Tras eso, su vida viró al batamanterismo y se dio a conocer como cómico, youtuber… ha participado como tal en numerosos programas de TV y realizado varias giras de monólogos por todo el país. Pero la espinita de ese niño adicto a los monstruos le ha hecho volver a mojar los pinceles.